La selección de personal es una de las tareas más importantes y difíciles de cualquier empresa. Las agencias de reclutamiento y los headhunters ofrecen ayuda en el proceso, pero hay muchas diferencias en la forma en que cada uno lo hace. Para que la búsqueda de talento sea efectiva, conviene entender el enfoque de sus servicios.
Es importante señalar que no hay un servicio mejor que el otro. Al final, ambas ofertas proveerán un candidato para el cargo vacante. El punto es que tanto los reclutadores como los cazatalentos tienen su propia especialidad. Por ende, las necesidades de la empresa y las características del cargo indicarán cuál es la más conveniente en cada caso. Estas son las tres diferencias claves entre estos dos proveedores de servicios:
1. La forma de perfilar al candidato
El servicio de estas consultoras comienza con la construcción del perfil del candidato que se requiere. Y son comienzos bien distintos, valga decir.
Las agencias de reclutamiento fundamentan su diagnóstico en las características del cargo, los requerimientos técnicos e información general de los prospectos. Es una forma efectiva de materializar la necesidad del cliente, y proporcionar una solución acertada para procesos genéricos.
Por su parte, los headhunters realizan un diagnóstico más amplio. No se enfocan de manera exclusiva en la vacante, sino que analizan un panorama integral de la empresa. Considerará variables como el estilo de liderazgo, la estructura organización, entorno de desarrollo del cargo, entre otras. Así, los headhunters no solo buscan un candidato que se ajuste al puesto, sino también que se acople a toda la organización.
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2. La estrategia de búsqueda
Los reclutadores ofertan las vacantes de manera masiva. Su estrategia se basa en que existen muchos candidatos que pueden encajar en los criterios de la selección y ellos solo deben filtrar. De hecho, en muchos casos los sistemas de seguimiento de candidatos, o ATS (por su sigla en inglés), lo hacen por ellos. Sus herramientas son las bolsas de empleo, como WeRemote, o sus propios canales de comunicación, tales como la página web o redes sociales. Estos medios son útiles porque tienen un gran alcance.
Por el contrario, la estrategia de los cazatalentos es personalizada. Dado que los perfiles que se requieren son mucho más detallados y específicos, los profesionales que encajan en ellos suelen ser escasos. En consecuencia, su búsqueda es especializada y, por eso, conviene limitarla a perfiles ya calificados. En este caso, la herramienta clave es la red de contactos y las bases de datos.
3. El conocimiento del sector y la empresa
Sin duda, los headhunters tienen un conocimiento más profundo del sector y la empresa con la que están trabajando. No solo porque es parte de su trabajo, sino también porque es insumo para su búsqueda. Sin ese bagaje, no podrían determinar con asertividad si el profesional se adaptará al cargo y a la compañía.
En cambio, los reclutadores tienen su foco puesto en los cargos. Están familiarizados con las funciones, roles y jerarquías dentro de los equipos de trabajo, ya que sopesan esos detalles con las particularidades del candidato para identificar la persona más propicia para la vacante.
4. Las condiciones de la negociación
Una empresa que acude a un headhunter debe asumir que esa consultora buscará negociar por el candidato las mejores condiciones de contratación. Mientras que con una agencia de reclutamiento las condiciones no son negociables.
¿Por qué ocurre esto? Por el tipo de perfil que maneja cada servicio. Las características de los cargos operativos y genéricos de los que se encargan los reclutadores son definidas por las empresas. El rango salarial, horario, tipo de contrato, entre otras, son establecidas con la apertura del proceso de selección y los candidatos interesados deben aceptarlas.
Cuando se trata de vacantes de altos mandos u oficios especializados, la negociación es diferente ya que se debe hacer un mayor esfuerzo por conquistar al candidato. En consecuencia, aunque la empresa defina unos términos para la contratación, los headhunters pueden discutir mejoras si con ellas consiguen persuadir al profesional idóneo para el cargo.
5. La finalización de su servicio
El trabajo de los reclutadores termina en cuanto se encuentra el candidato y la vacante se llena. Por su parte, los cazatalentos hacen un seguimiento posterior al cierre del proceso de selección. Este servicio busca identificar si la empres y la persona contratada están satisfechos con el resultado del proceso.
De hecho, puede suceder que los headhunters ofrezcan una especie de garantía, si llegara a ocurrir que, por algún motivo, la relación laboral no funciones como se esperaba. La consultora volverá a realizar la búsqueda del profesional sin cobros adicionales. Por ende, el trabajo del headhunter termina cuando garantiza la satisfacción de sus clientes.
Entiende qué necesitas y luego mira las diferencias entre agencias de reclutamiento y los headhunters
Las características que hemos enunciado nos permiten concluir que las principales diferencias entre agencias de reclutamiento y los headhunters radican en una sola cosa: las primeras son ideales para encontrar personal operativo, mientras los últimos se enfocan en detectar perfiles para mandos altos y medios con cierto nivel de especialidad.
Por lo tanto, hay un servicio ideal para cada proceso y eso es lo que debe considerar una empresa antes de optar por uno u otro. De esa manera, la efectividad de la búsqueda, la calidad del resultado, y probablemente los costos, serán mucho más acordes a lo esperado.
Entonces, ¿ya sabes qué necesita tu empresa? ¿Quieres reclutar personal o encontrar talentos? La respuesta te dirá a quién contactar para apoyarte en el proceso.