A todos nos pasó alguna vez: terminar una discusión que no resultó del todo bien, y que luego se nos ocurran miles de cosas mejores para haber dicho, u otras maneras mejores de haber actuado. Esa sensación de frustración se apodera de ti, y te lamentas por no haber comunicado las cosas como querías. Esto sucede en distintos ámbitos de la vida, pero cuando pasa en el lugar de trabajo, se vuelve molesto y muchas veces se opta por guardar silencio, creyendo que así se evitarán problemas.
Sin embargo, déjanos decirte que existe una manera de comunicar tus inquietudes haciendo valer tus derechos de una forma respetuosa, y sin necesidad de enfrentamientos. Se trata de la comunicación asertiva, una herramienta crucial para mantener buenas relaciones laborales.
¿Pero qué es la asertividad laboral y cómo aplicarla? En este post te contaremos todo lo que necesitas saber. Por qué es importante, de qué manera utilizarla, y cómo mejorarla con diversos ejemplos. Y así, la próxima vez que las cosas se salgan de control, podrás evitarlo y comunicarte de la mejor manera.
¿Qué es la asertividad laboral?
En primer lugar definamos el término asertividad. Según el artículo publicado en la Revista Interdisciplinaria de Psicología y Ciencias Afines, la asertividad se define como:
«La capacidad para expresar sentimientos, ideas, opiniones, creencias, en situaciones interpersonales, de manera efectiva, directa, honesta y apropiada, sin que se genere agresividad o ansiedad».
Da Dalt de Mangione, Difabio de Anglat, 2002, p.119.
Ahora, traslademos esta definición a los lugares de trabajo. La asertividad laboral es la habilidad para comunicarte de manera clara y amable a la hora de pedir o rechazar un favor, hacer una sugerencia, reclamo, o indicación. Esto, sin generar malestar en tus colegas con el fin de que prevalezca un ambiente positivo.
¿Cómo conseguir una mejor asertividad laboral?
Ser asertivo no es algo que traes de forma innata, pero tampoco es imposible de conseguir. Si identificas que en tu trabajo las conversaciones suelen terminar en discusiones, o si el lugar se vuelve tenso y para nada agradable, es momento de sacar tu asertividad a la luz.
¿Pero cómo mejorarla? En el libro Las habilidades sociales en la interacción social: Aspectos teóricos y aplicados, la autora Sacramento Pinazo Hernandis, plantea que para lograr una mejor asertividad laboral, hay una serie de pasos que puedes implementar de forma progresiva, y así conseguir resultados eficaces. A continuación veamos cuáles son.
1. Escucha activa
Si bien parece una tarea sencilla, no lo es. Escuchar con atención es un desafío si eres de los que se desconcentran con facilidad, y se pierden en medio de la conversación pensando en otra cosa. Al contrario de esto, la escucha activa permite brindar toda tu atención al interlocutor para que se sienta escuchado, y así poder ofrecer tu punto de vista desde un lugar consciente.
Esta actitud genera una reacción positiva en las personas, mejorando la comunicación en el trabajo. Además, la autora señala la importancia de escuchar desde una manera empática y comprensiva. Esto no quiere decir que tengas que estar de acuerdo con todo lo que te digan. Ya que puede suceder que en algunas ocasiones no coincidas, y es normal que suceda.
Sin embargo, no debe impedir que puedas desarrollar una mayor atención, conservando una postura abierta y disponible. Evita ponerte a la defensiva, debido a que puedes provocar malentendidos y alejarte de la comunicación asertiva.
2. Expresión
En esta etapa, Pinazo Hernandis se refiere al momento del diálogo. Lo que dices y cómo lo dices, tiene un peso e influye de diferentes maneras en las personas. Si quieres mejorar la asertividad laboral, es importante que sepas qué palabras elegir para generar un impacto positivo.
Por ejemplo, cuando dices «pero…» parece que estas contradiciendo lo que se dijo antes, generando que el interlocutor se predisponga a dar una respuesta defensiva en favor de sus argumentos. Para evitar esta expresión, es conveniente usar palabras parecidas como «sin embargo…», «a pesar de eso…» o «aun así…».
3. Deseo
Por último, y aunque no menos importante está el deseo. Lo que propone la autora en este punto es que una vez que hayas desarrollado una escucha activa, y entiendas cómo expresarte, siempre debes comunicar cuáles son tus deseos. Ya que si no lo haces, es probable que te frustres contigo por no hablar acerca de las cosas que te molestan, te mereces o sobre lo que creas necesario.
Esto se relaciona de manera directa con tu autoestima, y con la importancia de valorar tus derechos y deseos. ¡Desde la comunicación asertiva puedes animarte a decir lo que piensas! Recuerda que es la manera más saludable de hacerlo tanto para ti, como para tus compañeros.
Ejemplos de asertividad laboral
Existen distintas técnicas para comunicarte desde la asertividad. A continuación te mostraremos las que expone el profesor de Psicología Clínica en la Universidad de California, Manuel J. Smith, en su libro Cuando digo no, me siento culpable.
1. Disco rayado
Este método se utiliza cuando el interlocutor insiste con su postura intentando que cambies de opinión. En este caso, deberás «ser como un disco rayado» y mantener tus argumentos firmes repitiendo tu mensaje las veces que sea necesario, sin llegar a ningún tipo de enfrentamientos.
-¿Puedes hacer esta tarea por mi?
-Lo siento, estoy ocupado con mi trabajo.
-Solo te tomara un momento, ¿puedes hacerlo?
-Lo siento, estoy ocupado con mi trabajo.
-Es que tu lo haces más rápido, ¿qué dices?
-Como te repetí, estoy muy ocupado con mi trabajo, lo siento.
2. Banco de niebla
Se trata de comunicar un acuerdo parcial, pero sin aceptar el pedido. Es decir, desde el banco de niebla entiendes y empatizas con lo que te plantea el interlocutor pero no renuncias a tus deseos.
-¿Puedes cubrirme mañana en el trabajo? Es que tengo otros compromisos.
-Entiendo que mañana sea un día complicado para ti, y estoy de acuerdo en que alguien te reemplace. Pero tengo que entregar este proyecto, y no llegaré si te cubro. Te pido disculpas por no poder ayudarte hoy. ¿Pensaste en decirle a alguien más?
3. Aserción negativa
Consiste en reconocer los errores propios y aceptar las críticas de los demás. En este caso, deberás reaccionar aceptando que te equivocaste sin ponerte a la defensiva, para que la otra persona comprenda tu error, y entienda que no lo hiciste con intenciones de perjudicarlo.
-¡No entregaste el informe a tiempo! ¿Qué sucedió?
-Lo siento, entendí que tenía tiempo hasta el lunes. Ahora me doy cuenta que no escuche con claridad.
-¡Oíste mal! Ahora estamos atrasados con el trabajo.
-Tienes razón, ¡qué tonto! Te pido disculpas, estaré más atento la próxima vez.
4. Interrogación negativa
Hace referencia a cortar con la manipulación por parte de la persona con la que estás hablando, haciendo preguntas sobre su enunciado, obligándola a que argumente y desarrolle sobre lo que dijo. Es decir, consiste en pedir más detalles acerca del comentario que estas recibiendo, para entender si su intención es hacer una crítica constructiva, o manipularte.
-No entiendo, ¿por qué no puedo ir a la reunión?
-Porque no te corresponde.
-¿Por qué crees que no me corresponde?
-Hablaremos temas que no es necesario que sepas.
-¿Cómo sabes que es lo necesario para mí?
-Es mejor que te enfoques en tu trabajo y no en esta reunión.
-¿Crees que no puedo rendir al máximo yendo a la reunión y haciendo mi trabajo?
-Yo no dije eso.
-¿Qué es lo que dices entonces?
5. Autorrevelación
Es una herramienta para comunicarte en una conversación que no esta fluyendo, se vuelve incómoda, o cuando notas algo de tensión. Hace referencia a ofrecer información de manera gratuita. Es decir, contarle a la persona quién eres, dar una opinión sobre un tema, o hablar sobre algo trivial. Al momento de revelar información sobre ti, es probable que la otra persona también lo haga y el diálogo se vuelva más ameno.
-Oye, me gusta mucho tu trabajo, yo también estudié diseño gráfico.
-¡Gracias! ¿Dónde estudiaste?
-Hice cursos online, aprendí mucho y luego me oriente a estudiar publicidad para complementar ambos campos.
-¡Qué bueno! Yo también estudié online, me interesa la publicidad, ¿dónde me recomiendas estudiar?
Construye un espacio de trabajo agradable
Ser asertivo es una habilidad que se entrena día a día, y que depende de cada persona. Es importante estimularla y darle espacio en los lugares de trabajo, ya que los resultados son favorables tanto para las personas que lo aplican como para las empresas.
La asertividad genera respeto entre colegas y superiores, establece límites, genera autoconfianza, reduce el estrés y promueve un ambiente de trabajo positivo. Recuerda que si no sabes cómo hacerlo, o si quieres mejorar tu asertividad laboral, puedes volver las veces que sea necesario a los ejemplos y aplicarlos.
¿Alguna vez te cruzaste con situaciones así? ¿Se te ocurren otras maneras de ser asertivo? ¡Cuéntanos en los comentarios!
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