De seguro has oído hablar de que un reclutador necesita unos pocos segundos para ojear tu currículum y determinar si eres el candidato perfecto para el puesto. Pues lo mismo aplica en cada una de las interacciones que tienen durante el proceso de contratación.
En ese sentido, debes cuidar lo que dices y lo que reflejas. Un candidato que se muestra demasiado profesional o poco accesible, por ejemplo, podría no encajar con la cultura de la empresa. Así, veamos qué errores evitar al hablar con un reclutador.
1. No estar disponible
¿Te imaginas que justo cuando encuentran tu currículum, no contestas el teléfono o tardas días en responder? En el mundo de la búsqueda de empleo, el tiempo es oro (y para los reclutadores aún más).
Muchas veces necesitan cubrir puestos con rapidez, y si no estás ahí para contestar o te pones difícil para una entrevista, es como si les dijeras que no te interesa tanto la oportunidad. Piensa que si tardas mucho, otro candidato que sí esté disponible se puede llevar ese trabajo que querías.
De este modo, si de verdad quieres el empleo, ten tu teléfono a mano y revisa tu correo con frecuencia. Si te llaman, responde lo antes posible, y si te proponen una entrevista, sé flexible con los horarios.
Los reclutadores y jefes de contratación valoran a los candidatos que se lo ponen fácil. Recuerda, el primer candidato cualificado que está disponible suele ser el que se lleva el puesto.
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2. No ser transparente
Imagina que estás en una relación y no le cuentas a la otra persona lo que te preocupa o lo que estás pensando. Al final, la comunicación se rompe y las cosas no funcionan bien, ¿verdad? Bueno, con los reclutadores pasa algo parecido.
Si no eres abierto y sincero, se puede complicar la búsqueda de empleo. Los jefes de contratación quieren saber cómo va tu proceso, si tienes otras entrevistas o si te han hecho alguna oferta. No te cortes pensando que les va a molestar que estés mirando otras opciones, ¡al contrario! Saben cómo funciona el mercado laboral y que es normal que tengas varias cartas sobre la mesa.
Ser transparente con tu reclutador incluso puede ser tu mejor jugada. Si, por ejemplo, tienes una oferta con fecha límite de otra empresa, pero tu trabajo ideal te acaba de llamar para una entrevista, cuéntaselo al reclutador. Él puede intentar mover ficha para que la empresa que te gusta se dé más prisa y así puedas tener las dos ofertas al mismo tiempo para decidir con calma.
3. No tener metas claras
Si no tienes claro qué tipo de trabajo buscas o hacia dónde quieres que vaya tu carrera, es muy difícil que los reclutadores te puedan ayudar. Para ellos, es como si no tuvieras un rumbo fijo, y necesitan saber cuál es tu “punto A” (dónde estás ahora con tu experiencia) y tu “punto B” (dónde quieres llegar profesionalmente) para poder determinar si se alinean con las de la empresa.
Ten en cuenta que el trabajo del reclutador no es adivinar tus sueños profesionales ni crearte una estrategia de carrera completa. Esa es tu tarea. Tú eres quien mejor conoce tus habilidades, intereses y lo que te motiva.
Por eso, antes de hablar con un reclutador, tómate un tiempo para reflexionar sobre tu trayectoria y define qué tipo de trabajo te gustaría conseguir y en qué tipo de empresa.
4. Ser demasiado serio o amable
A veces, cuando hablamos con un reclutador, sin darnos cuenta, nos vamos a un extremo. Imagina que te pones tan serio y profesional que pareces un robot. Aunque creas que das una buena imagen, puede que el reclutador no llegue a conocer tu verdadera personalidad y no pueda ver si encajas bien con el equipo de la empresa.
Ahora bien, también ocurre que podrías ser demasiado amable y decir que sí a todo, aunque no tengas un interés genuino en el trabajo. Esto, al final, puede frustrar al reclutador, que invierte tiempo en ti pensando que estás entusiasmado. Así las cosas, lo mejor es encontrar un punto medio: ser tú mismo, ser sincero y mostrar interés real en la oportunidad.
Otros errores comunes que debes evitar al hablar con un reclutador
Además de lo anterior, hay una serie de errores que podría afectar tu búsqueda de empleo y, en especial, tu imagen profesional, al hablar con un reclutador. Veamos cuáles son, y por qué evitarlos.
- Enviar mensajes que parezcan hechos en serie: si tu mensaje suena como si lo hubieras copiado y pegado para mandárselo a muchísima gente, lo más probable es que el reclutador ni lo mire.
- Mandar tu currículum sin más: si solo envías el archivo del currículum sin explicar por qué le escribes o qué puesto te interesa, es muy probable que se pierda y no lo tengan en cuenta.
- Insistir demasiado: recuerda que los reclutadores reciben muchísimos mensajes al día, así que ten paciencia y no los agobies.
Construye una relación positiva con el reclutador
Hablar con un reclutador es una oportunidad clave para avanzar en tu búsqueda de empleo, así que aprovéchala al máximo. Evitar estos errores te ayudará a causar una buena impresión y a construir una relación positiva con ellos.
Ten en cuenta que los reclutadores son profesionales que quieren encontrar al candidato ideal, y si les facilitas el trabajo y te muestras como un candidato serio y auténtico, tendrás muchas más posibilidades de conseguir esa oportunidad que tanto deseas. ¡Mucha suerte en tu búsqueda!
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