¡Debemos empezar siendo francos! Es posible que las primeras veces que presentes y justifiques un logotipo al cliente cometas muchos errores, ¡uf, dura realidad! Pero no hay nada que no vayas aprendiendo con la experiencia y la ayuda de algunos consejos.
En muchos casos los clientes arruinan hermosos diseños solo porque no fueron presentados de forma correcta. ¿Cuán de acuerdo estás con esta afirmación? Permítenos ofrecerte otra verdad, puede que la forma en como muestras tus diseños sea tan importante, cuidado si no más, que el proceso del diseño mismo.
Recuerda que buscas que el cliente siempre quede satisfecho y tú orgulloso de tu trabajo, ¡por supuesto! Aquí algunos consejos útiles para presentar y justificar un logotipo frente a un cliente.
Comienza con un resumen de diseño detallado
Debes asegurarte que tanto tú como el cliente estén en la misma página, de modo que si este no te suministra de forma clara lo que desea, hazle las preguntas correctas para descubrirlo. No cometas el error de empezar un diseño, sin antes tener claros los objetivos y que el cliente los verifique y apruebe. El contrato es esencial para justificar luego el propósito del diseño.
¡Ajá! Muy buen consejo, pero a todas estás ¿qué es con exactitud un resumen de diseño? Acordemos que es un conjunto de instrucciones de lo que se espera del resultado de un proyecto, aunque es posible que en diseño no haya una forma establecida, todas cumplen con el propósito de describir la meta y objetivos. En palabras más llanas, para entender el negocio.
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Diseña a partir de lo acordado
Es aquí donde el diseñador se separa del artista. Ya que a diferencia del segundo, el primero debe hacer un trabajo que no solo se vea bien, sino que represente, comunique y transmita la esencia de la marca a los usuarios.
¡Es hora de poner manos a la obra! Repasa los objetivos y toma decisiones de diseño justificadas. Luego, revisa y asegúrate de que estás listo para explicar tu creación.
Presenta con ejemplos de la vida real
Existe una forma de presentar el logo que lo hace irresistible para los clientes y es colocar el diseño en un contexto real. Por fortuna, hay herramientas que emulan como luciría en un producto, ya sea en una camisa, un bolígrafo, o también en el exterior de una tienda o una valla publicitaria. Considera que la imagen estará representada y además de que el cliente estará entusiasmado ¿se te ocurre algo mejor?
Algunos diseñadores recomiendan utilizar el completo de Adobe Illustrator llamado LiveSurface, a pesar de pagar una tarifa, manifiestan que aplica el diseño en un contexto real de forma rápida y fácil, solo sería cuestión de que lo pruebes si no lo has hecho aún. Por otro lado, recuerda que también puedes utilizar maquetas de marca PSD para integrar el diseño en objetos de papelería, ¡todo listo para impresionar al cliente!
Otra opción es utilizar imágenes libres de derechos de autor e integrar el diseño con un poco de ayuda de Photoshop. Aunque el proceso puede tomar un poco más de tiempo, también lograrás causar un gran impacto en el cliente.
Prepara el material para la presentación
Antes del gran final, aún queda algo por hacer y es preparar el material para la presentación. Aunque puedes prepararla en PowerPoint, hay diseñadores que prefieren crear un documento en InDesign y convertirlo a PDF, para conservar la calidad de los diseños y que sea más fácil de enviar por correo electrónico, así como crear una página web que permita hacer cambios rápidos.
En este material se incluye lo siguiente:
- Entre 3 y 5 opciones de diseño.
- Cada una de ellas, en diferentes versiones de tamaño, colores y contrastes. También se incluyen notas que explican las decisiones de diseño enfocadas en lo acordado.
- Muestras de cómo lucen cada una de las opciones en entornos de la vida real.
- Una página final donde se muestran todas las opciones en una sola vista para discutir cuál es la más adecuada.
Después de listo el material, queda revisarlo muy bien y concretar la presentación con el cliente.
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El gran final: ¡la presentación!
Para los diseñadores es común que sus clientes estén a kilómetros o al otro lado del mundo. Por ello, lo mejor es concretar una reunión virtual en la que puedas explicar las decisiones de diseño que tomaste de acuerdo a lo pactado, des espacio a la opinión, dudas o desacuerdos del cliente, y decidan cuál será la versión final.
Aunque no lo creas, tomarte el tiempo de presentar y justificar un logotipo frente al cliente puede ahorrarte muchas correcciones, e incluso evitar caer en discusiones que fracturen la relación y te hagan perder a un buen contratante.