¡Por fin tienes el trabajo a distancia con el que tanto soñaste! Pero debes ser cuidadoso y estar consciente de las posibles causas de despido en tu trabajo remoto. No somos fatalistas, sino precavidos. Resulta que en el teletrabajo, además de las razones típicas como tener un bajo rendimiento o usar el equipo de la empresa con fines personales, existen otros motivos por los que se podría decidir culminar la colaboración. Aquí, te contamos cuáles son y qué debes evitar hacer.
1. Tomar muchos descansos y disminuir el rendimiento
Si bien es cierto que el trabajo remoto ofrece ciertas libertades y comodidades, como la posibilidad de tomarte un descanso cuando así lo desees, hacerlo en exceso y que perjudique tu rendimiento laboral puede ser una causa de despido. De hecho, hay países en los que está contemplado en la ley, como es el caso de España en el que el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León ratificó una terminación del contrato laboral por este motivo.
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2. No cumplir con las fechas de entrega
Aunque esto no es exclusivo de los trabajos remotos, ya que en empleos presenciales también se manejan fechas de entrega, si trabajas desde la distancia, se podría ver peor. Esto, porque en un ámbito presencial, tu jefe te observa y está conscientes de por qué no cumpliste con el deadline, por ejemplo, se te asignaron otras tareas urgentes que te impidieron hacerlo.
Sin embargo, si teletrabajas, esto es un poco más difícil, en especial, si no lo informas a tiempo, y puede verse como una falta de gestión del tiempo o compromiso. Sí, que no te vean también tiene sus desventajas. En este caso, se recomienda avisar a tu jefe o superior sobre las tareas urgentes que te dificultarán cumplir con el deadline.
3. Mentir a tu jefe
En el trabajo remoto, todo se trata de confianza. Si esta se rompe, es poco probable que la relación dure por mucho tiempo. Y no hay manera más fácil de hacerlo que no decirle la verdad a tu jefe. Con esto, no hablamos de mentiras piadosas, sino de inventar que un familiar murió y terminar yéndote a un viaje de placer, por ejemplo. Evita hacer esto, y si te sientes quemado y necesitas unas vacaciones o días de descanso antes de la fecha estipulada, lo mejor es hablarlo con la empresa, y llegar a un acuerdo.
4. Faltar o no estar disponible para las reuniones
Puede que no te gusten las videollamadas o seas despistado y siempre olvides la hora, pero debes trabajar en ello. Estas son de las pocas ocasiones que la empresa tiene para verte, tener una comunicación fluida y, por lo general, hablar de un tema importante. Llegar tarde o nunca estar disponible se puede interpretar como una falta de compromiso e irresponsabilidad.
Como es probable que no quieras tener esta imagen y deseas conservar tu empleo, coloca recordatorios e incluso consulta cuál es el cronograma de reuniones virtuales, si existe uno, para organizarte y estar disponible para asistir.
5. No seguir instrucciones
Si se te asigna una tarea, y se te dan unas instrucciones, debes seguirlas. Si no lo haces una, dos o tres veces, el empleador puede suponer muchas cosas, entre ellas, falta de atención, compromiso y profesionalismo, lo que terminará en un despido. Si no quieres que esto ocurra, lee repetidas veces las indicaciones hasta comprenderlas y actuar en consecuencia.
6. Reducción de plantilla y reestructuración
En algunos casos, el despido puede ser resultado de una reducción de plantilla o una reestructuración de la empresa. Esto, no suele estar relacionado con el rendimiento o la conducta del empleado, sino que más bien se trata de una necesidad del empleador en el momento. Sin embargo, es esencial estar alerta y mantener una comunicación abierta con la empresa para estar al tanto de cualquier cambio que pueda afectar el empleo.
En caso de sufrir un despido por esta causa, es conveniente estar asesorado para saber qué dispone la Ley en estas situaciones. Por ejemplo, se puede tener como respaldo el artículo 47 del Estatuto de los Trabajadores de España, que menciona la anterioridad con la que se debe comunicar la decisión a los empelados y los pasos que debe seguir la empresa. De esta forma, tendrás en claro cuáles son tus derechos y podrás reclamar en caso que sea necesario.
7. Violación de confidencialidad y seguridad
La protección de la información confidencial es crítica en el trabajo en remoto, donde los datos pueden estar expuestos a riesgos adicionales. Una violación de confidencialidad o seguridad, como la divulgación de información privada de la empresa o la falta de protección de los datos otorgados puede desembocar en un inminente despido.
En estos casos te ayudará tener anotadas qué claves, datos o información específica no puede salir por fuera de la empresa para evitar cometer algún error de este tipo. Es vital tomar medidas para proteger la integridad de tu lugar de trabajo y seguir las políticas de seguridad establecidas por la empresa. De esta manera, te ganarás la confianza de tus empleadores y demostrarás un gran compromiso.
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¡Cuídate de las causas de despido más comunes en el trabajo remoto!
Tal como se mencionó en repetidas ocasiones, atravesar una situación de despido es una de las etapas más difíciles de la vida laboral. Pero difícil no significa insuperable. Aunque si bien es ideal que cada empleado tome las responsabilidades que le corresponden y trate de dar lo mejor en su trabajo, nadie queda exento de una posible desvinculación.
Conocer las causas de despido más frecuentes en el trabajo remoto, y tomar medidas proactivas para evitarlas puede ayudarte a mantener una relación laboral exitosa y a construir una carrera profesional sólida. Sin embargo, todas las etapas de un empleo sirven como aprendizaje y ser despedido también ayuda a que aprendamos de nuestros errores. Si acabas de atravesar una situación de este tipo, ¡ánimo! Ya lograrás reinsertarte.