Después de hacer un esfuerzo y dedicar una cantidad considerable de tiempo a conseguir un ascenso, ser rechazado puede doler. Puedes sentir que es injusto y, además de decepción, es posible que experimentes una ruleta rusa de emociones que incluyan tristeza, frustración e ira.
Sin embargo, es necesario mantener la calma y mostrarse profesional en todo momento. En ese sentido, olvida los portazos o las indirectas. En su lugar, toma en consideración los siguientes consejos.
Agradece a tu jefe o superior
Después de recibir la noticia de que no se ha obtenido el ascenso, tómate un momento para asimilar la situación. Luego, se recomienda dejar de lado el orgullo y agradecer al jefe por haber considerado la solicitud. Aunque pueda resultar difícil, expresar gratitud es un gesto significativo que probablemente tu superior valorará.
Este acto demuestra profesionalismo y madurez, y puede ayudarte a mantener una buena relación laboral con tu jefe, lo que es importante para futuras oportunidades dentro de la empresa.
Solicita retroalimentación
Puede que quieras salir corriendo de la oficina, pero después de agradecer, lo ideal sería pedirle a tu jefe que te diga en qué puedes mejorar. Aunque pueda ser difícil de escuchar, esto demuestra que quieres seguir creciendo y aprendiendo.
Es crucial que la retroalimentación sea clara y específica. No te conformes con un «tienes que mejorar». Pregunta qué áreas específicas necesitas trabajar y pide ejemplos concretos. Esto te ayudará a establecer metas realistas y te permitirá saber exactamente qué hacer para mejorar.
Arma un plan
Usa los comentarios que te dio tu jefe para hacer un plan. No tiene que ser algo muy complicado. Piensa en metas pequeñas que puedas lograr en unos meses. Por ejemplo, ¿en qué puedes mejorar? ¿Hay tareas extra que puedes hacer? ¿Hay algo nuevo que puedes aprender? ¿Cómo puedes demostrar que eres bueno para el puesto?
Asimismo, recuerda que puede ser muy útil utilizar el método SMART a la hora de crear tus objetivos. De este modo, podrás establecer metas claras, realistas y sobre todo, manejables.
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Registra y celebra tus logros
Es buena idea llevar un registro de las cosas buenas que haces en el trabajo. No necesitas escribir cada pequeño detalle, pero sí puedes hacer una lista de tus logros importantes. Puedes usar desde una libreta hasta un documento en la computadora, lo que te sea más fácil y, en especial, cómodo.
En esta lista, anota tus éxitos. Por ejemplo, si terminaste un proyecto antes de tiempo, si un cliente te felicitó o resolviste un problema. Trata de ser específico y escribir los detalles. Cada mes o cada semana, agrega nuevos logros a tu lista. Cuando sea el momento de pedir un ascenso o un aumento, esta lista te recordará todo lo que has logrado.
Enfócate en ti
Es fácil caer en la trampa de compararte con tus compañeros de trabajo. Puedes pensar cosas como «¿Por qué él tiene ese puesto si siempre llega tarde?» o «¿Por qué ella fue ascendida si yo hago más trabajo?». Pero compararte con otros solo te va a hacer sentir enojado, frustrado y sin poder.
Cuando te dicen que no te dieron el ascenso o el aumento, lo mejor es enfocarte en ti mismo. Si necesitas tiempo para calmarte, tómalo. Lo importante es que te concentres en tu trabajo y en cómo puedes mejorar. Pensar en lo que hacen los demás no te ayudará.
Evalúa tus opciones
Que te digan que no te darán el ascenso o el aumento no significa que debas renunciar a tu trabajo. De hecho, esa sería una muy mala razón para irte. Pero a veces, esta mala noticia te puede hacer ver las cosas más claras, aunque no al principio. Quizás te sentirías mejor en otro trabajo o haciendo algo diferente. Siempre hay nuevas oportunidades, y es bueno recordar que tienes opciones.
Recuerda que un rechazo no define tu valor como profesional
Enfrentar el rechazo de un ascenso o aumento salarial puede ser un desafío emocional y profesional. Sin embargo, la forma en que se maneja esta situación puede marcar una gran diferencia en el futuro laboral.
Al seguir los consejos presentados en este artículo, como agradecer a tu superior, solicitar retroalimentación constructiva, crear un plan de acción, registrar tus logros y mantener el enfoque en tu propio desarrollo, puedes convertir esta experiencia negativa en una oportunidad de crecimiento.
Recuerda que el rechazo no define tu valía como profesional. Mantener una actitud positiva, aprender de la experiencia y explorar tus opciones te permitirá seguir avanzando en tu carrera y alcanzar tus metas profesionales.
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