Las entrevistas laborales suelen ser intimidantes y en cuanto surge el tema de la expectativa salarial, la tensión aumenta tanto para el reclutador como para el aspirante. Prepárate para hablar del sueldo en una entrevista, ¡y libérate del estrés del momento!
Hablar de dinero es incómodo en casi todos los escenarios. Pero en un proceso de selección, es aún más difícil porque para el candidato existe la preocupación de ser descartado por tener una expectativa muy alta o, peor aún, pedir una remuneración inferior a la que estaba presupuestada para el cargo.
Aunque pareciera que la empresa tiene una ventaja en el asunto, en realidad también enfrenta dificultades cuando su candidato ideal resulta muy costoso. El reclutador espera que la aspiración salarial de esa persona se ajuste al presupuesto de la compañía y no se requiera una negociación. Es decir, que esto también genera ansiedad para esta cara de la moneda.
¿Cómo prepararse para hablar del sueldo en una entrevista?
Prepararse para hablar del sueldo en una entrevista laboral no es garantía de conseguir el salario anhelado, pero sí puede aumentar tus probabilidades. No solo porque podrás negociar con conocimiento de causa, sino también porque con la conversación reflejarás cualidades valoradas en un futuro empleado.
Cuando llegas preparado para abordar este asunto, el reclutador percibirá que has investigado, que estás seguro de tus capacidades, que estás dispuesto a defender tus opiniones y que tienes habilidades de negociación. Eso puede jugar a tu favor.
Además, llegar con respuestas anticipadas y una cifra clara en mente, te ayudará a sortear mejor la situación. Los siguientes consejos te harán más fácil este proceso:
1. Haz un estudio de mercado
¿Cuánto vale tu cargo en el mercado laboral? ¿Ya lo sabes? Este es el punto de partida para una negociación o para tener la tranquilidad de que la oferta está en el rango del mercado. Investiga cuánto pagan en cargos similares dentro de la compañía y en otras empresas del sector.
Una comparación entre diferentes ofertas para cargos parecidos con requisitos similares puede darte una primera aproximación. Esto podrías corroborarlo también con una búsqueda en Google.
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2. Calcula cuánto vales tú
Buscar trabajo de alguna manera es un ejercicio de mercadeo; donde el candidato se vende, por lo general, al mejor postor. Para eso necesitas saber cuánto vales tú. Este valor no se define por meras razones subjetivas. Aunque, por supuesto que es importante que reconozcas tu valor, es fundamental justificarlo de manera objetiva. Para ello tendrás que tener en cuenta cuánto necesitas y qué tan competitivo es tu perfil dentro del mercado.
Lo primero, entonces, es hacer un cálculo de tus gastos y obligaciones, podrías incluir impuestos o gastos de seguridad social o parecidos que se exijan en tu país. Así, tu salario mínimo deberá cubrir tus necesidades básicas. Además, lo óptimo sería que también te dejará recursos para ahorrar o invertir y, quizás, para darte algún gusto.
Con eso claro, puedes pasar a evaluar si tu formación y experiencia te destacan en comparación con otros posibles candidatos. Esa ventaja competitiva te dará margen de negociación para sumar algún porcentaje a aquel salario mínimo requerido para cubrir tus gastos. Aunque parezca evidente, tu salario anterior o actual es otro factor a considerar. No querrás optar por una oferta inferior.
Este ejercicio, hecho con objetividad, te dará la pauta razonable para aceptar o rechazar una oferta económica. Nuestra recomendación es que siempre respetes esa pauta. No hacerlo puede afectar tu salud financiera y también tu calidad de vida y autoestima.
3. Anticipa tu margen de negociación
¿Hasta cuánto estás dispuesto a ceder? Conocer tu valor te da una base. Sin embargo, existen factores no económicos que pueden considerarse como parte de la remuneración y podrían darte un margen más amplio para negociar.
Antes de hablar de una cifra puntual, aprovecha la entrevista para conocer otros beneficios y planes de compensación que maneje la compañía. Recuerda que también existen factores no económicos que pueden considerarse como parte de la remuneración; por ejemplo: planes de capacitación, seguro médico, bonos.
Las vacaciones, el horario flexible y el trabajo remoto son algunos ejemplos de condiciones laborales que también representan beneficios y pueden hacer parte de la negociación. El punto es que estés preparado para manejar la conversación. Así, al final, estarás satisfecho con el resultado.
Seguridad y asertividad para hablar del sueldo en una entrevista
Tus habilidades de comunicación juegan un papel muy importante a lo largo de toda la entrevista, y en este punto se ponen a prueba. La seguridad y asertividad con que hables de dinero inclinará la balanza hacia ti.
¿Cómo hacerlo? Pues bien, ya te has preparado, ¿no? Entonces, debes estar en capacidad de justificar la cifra que propongas. Después de todo, hablar del sueldo en una entrevista de trabajo no es tan simple como dar una cifra. Es explicar por qué la vales.
Sé cuidadoso, ya que aunque debes demostrar seguridad, no debes sonar presumido o prepotente. Hablar con confianza y naturalidad dará un tono amable a la conversación, y el reclutador estará más dispuesto a escuchar tus argumentos.
Del mismo modo, evita ser muy insistente o rígido con el asunto. Por eso, será mejor proponer un rango de salario y no un valor exacto. Así podrás moverte y saber que estás dentro del valor del mercado.
Frases para facilitar la conversación
En este punto es probable que te preguntes cómo llevar a la práctica toda esa preparación y teoría que hemos mencionado arriba. Por eso, te traemos un listado de frases y expresiones que podrás utilizar para hablar del tema o responder a la pregunta: “¿Cuál es tu aspiración salarial?”.
- Según lo que he investigado y comparado en el mercado, considero que un salario de XXX sería muy razonable.
- Me sentiría cómodo con un salario entre tanto y tanto.
- ¿Podríamos evaluar la posibilidad de aumentar en 20 % mi salario anterior?
- Agradecería si pudieran considerar un punto medio entre su propuesta y la mía.
- Si bien en mi anterior trabajo mi salario era de XXX, en este momento cuento con unos años más de experiencia y estudios técnicos especializados en el sector, por lo cual mi aspiración es recibir una remuneración mayor.
- Esa oferta es inferior a mi expectativa, pero me gustaría escuchar qué beneficios o compensaciones ofrecen.
Ten en cuenta que estas son expresiones comodín, que puedes adaptar a tu conversación. Úsalas, solo si te sientes cómodo haciéndolo y notas que la entrevista lo permite.
No temas hablar del sueldo en una entrevista
No tengas miedo a expresar tu aspiración salarial. Si la has planteado con base en una investigación del mercado, tu experiencia y valor en general, podrás sustentarla. Cuando eres sincero y directo con el asunto, abres la puerta de la negociación. Eso es un punto a tu favor. Si la empresa te valora y te quiere en su equipo, hará una contrapuesta razonable. Ahora, si no lo hace, quizás sea una pura limitación presupuestal. No lo tomes personal.
De hecho, por lo general la propuesta económica es uno de los pasos más avanzados en un proceso de selección. Es decir, que si llegaste a ese punto de la conversación, lo más probable es que la empresa te ha considerado un candidato valioso. Si se trata de una oferta en la que de antemano comunican el salario del cargo y este no se ajusta a tus expectativas, es mejor que no te postules. Evita la incomodidad de una conversación que ya sabes cómo terminará.
Recuerda que el salario es un aspecto importante en la búsqueda de empleo, pero no el único. Evalúa con objetividad los retos, las oportunidades de crecimiento y la proyección que puedas obtener del nuevo cargo. Pero nunca dejes de lado cuánto vales y hasta dónde estás dispuesto a negociar. Y no aceptes un trabajo si no estás cómodo con todas sus condiciones.
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