¿Qué llega a tu cabeza cuando te piden mencionar tus debilidades? De seguro muchas ideas y miles de debilidades y errores propios. Pero, ¿qué pasa cuando debes mencionar tus fortalezas? Ya se pone algo difícil ¿no? A muchas personas les pasa y más al momento de estar en una entrevista laboral.
Para reconocer nuestros puntos fuertes y no tan fuertes, es importante tener un autoconocimiento y reflexión constante con nosotros mismos. Si te es complicado contestar a estas preguntas, respira, relájate y lee este blog, en el que te diremos cómo responder sobre tus fortalezas y debilidades en una entrevista.
No dudes de tu potencial
Tienes potencial y lo sabes, solo que a veces no lo quieres reconocer, ¿verdad?
Pregúntate cuáles son tus habilidades, en qué eres bueno, y no solo en el ámbito laboral sino en la vida, qué es lo que disfrutas, tus hobbies, si eres bueno entablando conversaciones, esforzándote en llevar a cabo tareas difíciles, si eres creativo y tienes muchas ideas, cualquier cosa que pueda demostrar que tienes mucho que ofrecer al mundo.
Pregúntale a tus amigos y familiares cercanos, siempre tendrán palabras que te ayudarán a encontrar tus fortalezas y el potencial que llevas dentro.
Un ejercicio interesante para conocer más sobre ti es la ventana de Johari, un método que fortalecerá el autoconocimiento y tu comunicación con los demás. Te servirá para recibir feedback y descubrir tus lados ocultos. También te puede servir al momento de ingresar y trabajar en alguna empresa.
Obsérvate y reflexiona
Observa y reflexiona como te desenvuelves en distintos contextos, esto podrá darte un perspectiva más amplia de tus fortalezas y debilidades en ciertas situaciones.
Puedes implementar estrategias como las siguientes:
- Escribir un diario sobre tus descubrimientos personales y nuevos comportamientos en entornos diferentes.
- Llevar una libreta de notas (o la de tu celular) a todas partes, por cualquier cosa.
- Acudir con un psicólogo para que juntos busquen estas fortalezas e identifiques debilidades que desconocías.
- Realizar actividades que te reten y que destapen nuevas facetas en ti.
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Ya llegué a la entrevista, ¿ahora qué hago?
Las opciones anteriores sirven si tienes mucho tiempo para prepararte, pero ¿qué sucede cuando este no es el caso y tienes que saber qué responder en ese día tan importante? Veamos algunos consejos.
1. Sé honesto
De nada te servirá mentir y esconder tu verdadero ser, tarde o temprano todo saldrá a la luz y será complicado que los demás confíen en ti.
Logra el equilibrio con palabras honestas, hablando sobre lo que sabes, lo que te gustaría aprender y lo que te falta para llegar a ser mejor. Muchas empresas escogen a un candidato honesto, a pesar de no tener demasiada experiencia, sobre uno con mucha trayectoria, pero con intenciones engañosas.
2. Comienza por tus fortalezas
En la mayoría de los casos es más complicado mencionar o identificar las fortalezas, ya que el autosabotaje es un pensamiento recurrente que llega al momento de la entrevista o desde antes. Comenzar con estas características te ayudará a estar más seguro y confiar en ti mismo.
3. Mantén la coherencia
Al mencionar tus fortalezas, trata de que estén conectadas a tus debilidades, es decir, que tengan sentido. Si mencionas que eres responsable, y después das a entender que no entregas las tareas o proyectos a tiempo, no hay una coherencia entre ellas. El entrevistador podrá descubrir que estás mintiendo o estás muy nervioso, tómalo en cuenta.
4. Conecta con tu entrevistador
El entrevistador también estuvo en tu lugar alguna vez, no lo veas como un enemigo o alguien a quién temer. Trata de conectar con la persona a través de una anécdota o historia que ejemplifique tus fortalezas y debilidades. Puedes lograr un mejor impacto e impresión sin ser tan directo, y si logras expresar confianza en ti mismo sin caer en la soberbia, ¡tendrás un punto extra!
5. No te explayes, sé conciso
A veces es mejor expresarnos en pocas palabras (concisas y que den en el clavo). No trates de abarcar y contar toda tu vida, así como cada parte en la que te has dado cuenta de cuáles son tus fortalezas y debilidades. Deja fluir las palabras, pero llévalas por un camino seguro. Responde lo que te preguntan sin divagar.
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6. Enfócate en las fortalezas y debilidades que más destacan
Si te has quedado helado (otra vez) y no sabes qué contestar a la pregunta del millón, menciona esto según tu personalidad:
- Fortalezas: Liderazgo, empatía al trabajar en equipo, resiliencia, autosuficiencia, curiosidad, responsabilidad, entre otras.
- Debilidades: Falta de organización, demasiado exigente conmigo mismo, inseguridad al hablar en público, falta de experiencia, impuntualidad. Menciona que son cosas en las que día a día trabajas y deseas mejorar.
Un fracaso no te define…
Tus fortalezas y debilidades mencionadas en una entrevista no te definen al 100 %, ya que siempre estarás en constante cambio. Si fallas en alguna entrevista o no eres aceptado, no creas que es por haber mencionado algo incorrecto o haber sido honesto con tus debilidades, todavía te falta camino por recorrer y habilidades por desarrollar. Mucho éxito al mencionar tus fortalezas y debilidades en tu próxima entrevista, ¡confía en ti!