Ser diseñador gráfico es una profesión que parece una montaña rusa: es emocionante, gratificante y, a la vez, frustrante y desgastante. Es probable que cuando elegiste el diseño como carrera pensaste que sería un medio para dejar volar toda tu creatividad, en donde trabajarías con clientes que te darían libertades en cuanto a formatos e ideas y un ambiente relajado. Ese es el sueño de todos, pero la realidad es que no siempre es así.
Ahora, esto puede pasar con cualquier profesión, sin embargo, como diseñadores nos enfrentamos a una industria cada vez más necesaria y, a la vez, menos valorada. Por eso es tan importante entrar en esta carrera con expectativas realistas. Acá te dejamos un listado con las 8 cosas que nadie te dice de ser diseñador gráfico, para que tengas una mejor idea de los puntos a tener en cuenta y lograr un mayor éxito laboral en el futuro.
1. Diseñar no es solo cuestión de técnica
A menudo nos encontramos con personas que piensan que el diseñador gráfico solo dibuja o compone elementos visuales. De hecho, muchos diseñadores empiezan a estudiar pensando que la profesión es así.
Sin embargo, la realidad es que necesitas tener conocimientos no solo en áreas como teoría del color, tipografía o psicología del usuario, sino que es fundamental saber conceptualizar las ideas, darles profundidad y conectar con las audiencias o usuarios que harán uso de tu diseño.
En conclusión, ser diseñador gráfico implica mucho más que sentarse frente al computador a crear diseños. También necesitas hacer investigaciones, hablar con clientes, manejar presupuestos, plazos y resolver problemas técnicos.
2. La creatividad es relativa
La creatividad es uno de los pilares fundamentales para cualquier diseñador, pues recuerda que son muchos los tipos de diseño en los que puedes trabajar. Sin embargo, ya que hablamos de diseño gráfico, la creatividad es vital para construir productos o servicios que gráficamente transmitan tus ideas o las de tus clientes.
Aunque esto sea crucial para ser un buen diseñador, también hay que tener en cuenta que habrá momentos en los que no podrás ser tan creativo como quieres. Te encontrarás con clientes que tendrán expectativas muy específicas y limitantes para tu trabajo y no quedará más que seguir sus instrucciones.
Pero ¡no te preocupes!, llegarán proyectos en los que te darán vía libre para explorar tus ideas, así como proponer conceptos y diseños que sean fieles a tu estilo.
3. Conocerás lo que es la frustración
Esta es una de las cosas que nadie te dice cuando empiezas a estudiar o trabajar en el diseño gráfico: es una profesión que requiere de cabeza fría, tolerancia y mucha paciencia.
Puede resultarte muy frustrante chocar una y otra vez con un cliente al que no le termina de gustar el diseño que propones o, por otro lado, enviar tus propuestas y portafolio a empresas y clientes sin recibir respuesta alguna.
Para ser un buen diseñador debes aprender a manejar la frustración. Si no lo haces, te encontrarás teniendo problemas de estrés, dolores físicos y puedes perder la motivación para trabajar en esta industria. Así mismo, si aprendes a manejar estas situaciones, podrás transitarlas con tranquilidad.
4. La industria es competitiva
El diseño gráfico es una industria muy competitiva y cada vez son más los que estudian este campo. Por eso es importante destacar entre la multitud, para poder conseguir trabajos y clientes. Esto significa aprender nuevas habilidades, especializarse en un área, tener una buena presencia en redes sociales y crear un portafolio impresionante.
Encuentra cuáles son tus mejores cualidades y habilidades, para así llegar a clientes que valoren estas por encima de otras.
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5. No siempre ganarás bien
Ser diseñador gráfico no siempre es un trabajo bien remunerado. Al principio de la carrera, es posible que debas empezar con trabajos de baja paga o incluso gratis para crear un portafolio y presentarlo a futuros clientes. Podrás estudiar en un buen instituto o universidad, pero la vida laboral exigirá ver tu trabajo más que saber dónde estudias.
Además, al comienzo de la vida laboral, se hace evidente que la competencia en el mercado lleva a que los precios se mantengan bajos. Plataformas como Fiverr son un buen medio para conseguir trabajo, pero también verás que allí se encuentran diseños hasta por 10 dólares, que en realidad cuestan mucho más.
Cobrar menos genera que el gremio pierda valor. Por esta razón es que solemos encontrarnos con clientes que dirán “lo puedo conseguir por menor precio” o “eso es sencillo de hacer”.
6. Necesitas trabajar en equipo
Aunque el diseño gráfico puede ser un trabajo solitario, y más si trabajas como freelancer, siempre es necesario tener habilidades de trabajo en equipo. Ser contratado para un proyecto puede significar colaborar con otros diseñadores, desarrolladores web, redactores, personal de una empresa o clientes.
Es importante que sepas comunicar tus ideas, recibir retroalimentación, llegar a puntos comunes y cultivar buenas relaciones con quienes trabajas. Te encontrarás con nuevas oportunidades si eres capaz de mantener buenas relaciones de trabajo y entregar excelentes resultados.
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7. No se puede complacer a todo el mundo
Aunque se trata de crear diseños atractivos y efectivos, no siempre podrás complacer a todo el mundo. Conocerás clientes que tendrán expectativas poco realistas o imposibles de cumplir, por lo que es importante saber decir “no” en ocasiones y tener una comunicación clara y efectiva con los clientes.
Aun si te contratan y tu diseño sale a la luz, siempre habrá alguien que pensará que pudo ser mejor, y si lo piensas bien, tú también debes pensar esto de muchos de los diseños a tu alrededor. Es normal y humano que no todo el mundo disfrute de lo que creas, no dejes que esto sea un impedimento para confiar en tu trabajo.
8. La pasión es esencial
Por último, la pasión por el diseño, hobbies y actividades a tu alrededor es esencial para ser un buen diseñador gráfico. Hay dos caminos: el primero, sentirte apasionado por el acto de diseñar, sea cual sea el tema o idea en el que trabajas. El segundo camino es encontrar proyectos donde los valores, actividades o ideas del cliente sean coherentes a tus pasiones personales.
De cualquier modo, podrás disfrutar de tu trabajo y aprender de cada proyecto que hagas. Esto te ayudará a especializarte en técnicas o temas determinados, por lo cual podrás ser reconocido en el gremio. Sin embargo, lo más importante es disfrutar lo que se hace.
Otras cosas que nadie te dice de ser diseñador gráfico
- La crítica es inevitable: El diseño es subjetivo, por lo que es muy probable que los clientes o incluso tus compañeros de trabajo tengan diferentes opiniones sobre tus diseños. Es importante tener la capacidad de recibir críticas constructivas y aprender de ellas para mejorar tu trabajo.
- El aprendizaje nunca termina: El diseño gráfico es una industria en constante evolución, así que es importante mantenerse actualizado en cuanto a nuevas tecnologías, tendencias y herramientas de diseño. Esto puede significar invertir tiempo y dinero en cursos, talleres o conferencias para mantenerse actualizado y mejorar tus habilidades.
- Siempre debes intentar salir de la zona de confort: Si bien con el paso del tiempo sabrás manejar las herramientas con mayor facilidad y tendrás una línea gráfica cada vez más sólida, debes abrirte a explorar nuevas versiones de tu trabajo y otras posibilidades de creación.
¿Se te ocurre algo más para agregar a esta lista? Cuéntanos en los comentarios.