En la actualidad, los tatuajes son cada vez más comunes y populares, ya que se han convertido en una forma de expresión personal y artística. Incluso hay estadísticas que indican que más del 38 % de las personas en el mundo lleva aunque sea un tatuaje en su piel. Sin embargo, a pesar de que es una costumbre que se ha ido normalizando, muchos llegan a preguntarse si encontrar trabajo es más difícil si tienes tatuajes.
Cuando esta forma de arte corporal comenzó a popularizarse tuvo opiniones divididas: mucha gente se mostró a favor y otros no lo aceptaban en absoluto. La mayoría de las empresas incluían en sus requisitos que el postulante o los trabajadores no tuvieran tatuajes, al menos no visibles. Pero los tiempos cambiaron así como la visión sobre los tatuajes, y en este artículo te hablaremos con detalle sobre ellos y el campo laboral actual.
¿Por qué está “mal visto” tener tatuajes en el ámbito laboral?
Un tatuaje es una marca o dibujo que se impregna en la piel con tinta. El mismo puede ser permanente o temporal, dependiendo de la técnica que se emplee para hacerlo. En un principio, cuando esta práctica empezó a hacerse popular en el mundo contemporáneo, muchos empleadores lo veían como algo desprolijo y que podía llegar a disminuir la imagen positiva de la empresa, si había trabajadores con este tipo de dibujos en su piel.
Lo curioso de los tatuajes es que no son una costumbre adoptada en los tiempos modernos, sino que se remontan a las primeras sociedades. Sin embargo, la mirada negativa sobre ellos surgió en los siglos XVIII y XIX, cuando empezaron a utilizarse como una forma de expresión y se les relacionaba con ambientes carcelarios y marginales. Este estigma se mantuvo por varios años y todavía está presente en algunas partes de la sociedad.
En este marco, varias empresas decidieron no contratar empleados con tatuajes en su piel, y mucho menos si los mismos estaban en lugares visibles como las manos, el cuello o incluso el rostro. A pesar de que hay algunos lugares donde todavía se mantienen este tipo de reglas estrictas, la mayor parte de las empresas flexibilizaron esta condición, tanto para sus empleados como para los aspirantes.
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Tatuajes en el trabajo: un concepto que evoluciona junto a la sociedad
Por suerte, los tiempos cambian y hoy en día se han derrumbado muchos prejuicios sobre los tatuajes. Las formas de trabajo han avanzado y hay personas que no tienen siquiera que preocuparse por este concepto. Por ejemplo, los trabajadores remotos no tienen que enfrentar estos problemas, ya que no se presentan en ningún sitio y su aspecto físico (por lo general) no es evaluado a la hora de llevar a cabo un trabajo.
Así mismo, gracias a los nuevos puestos de trabajo que surgieron por el avance de la tecnología, hay una mirada más positiva sobre los dibujos en la piel. De hecho, un artículo de la revista digital Psicología Práctica, señala que en áreas creativas como el diseño gráfico o la publicidad, RRHH suele contratar más trabajadores con tatuajes que en otros departamentos.
En estos casos, los tatuajes demuestran la creatividad y originalidad de un candidato, transformándolo en un factor decisivo en la elección del empleador. Así que no desesperes si tienes tatuajes: ¡no todo está perdido!
¿Cuesta más conseguir trabajo si tengo tatuajes?
Aunque no hay certezas sobre si el tener tatuajes afecte de forma directa a la búsqueda de trabajo, ya que cada vez hay más diversidad de empresas, formas de trabajo y políticas de contratación; puede que muchas personas se sientan limitadas por ellos a la hora de aplicar a un empleo, ya sea presencial o virtual.
Si tienes tatuajes y esto representa una inseguridad para ti a la hora de buscar trabajo, a continuación te dejamos algunos consejos para enfrentar la situación.
1. Investiga la cultura de la empresa
Antes de solicitar un trabajo, realiza una investigación previa de la empresa. Algunas pueden ser más conservadoras que otras en cuanto a la apariencia personal y es preferible descartar estos lugares para evitar un mal momento. Si la empresa a la que postulas tiene una política de vestimenta o apariencia estricta y te interesa mucho el puesto, debes intentar cumplirla para que te tomen en cuenta.
2. Asegúrate de que tus tatuajes puedan ser cubiertos
Si tienes tatuajes que son muy grandes, considera usar ropa que los cubra durante la entrevista y mientras estés en el trabajo. Sin embargo, si ellos se encuentran en lugares que no pueden ser cubiertos o solo no deseas hacerlo, sé honesto con el empleador y discute cómo podrían ser manejados.
3. Sé honesto durante la entrevista
Si te preguntan acerca de tus tatuajes durante la entrevista, di la verdad sobre ellos porque la mentira podría ser descubierta y afectar tu imagen. Si tus tatuajes no son un problema para la empresa, la honestidad será muy valorada.
4. Recuerda que los tatuajes no definen quién eres
Siempre ten en cuenta que los tatuajes que poseas no te determinan como persona o empleado, tus habilidades y experiencia son más importantes que la apariencia. Confía en ti mismo y no dejes que tus tatuajes te limiten o impidan conseguir el trabajo que tanto deseas.
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Derribar prejuicios empieza por uno mismo
La actitud de los empleadores puede variar según la empresa y el tipo de trabajo que se esté buscando, pero hay algo claro: los prejuicios comienzan por uno. Si crees que tus tatuajes pueden definirte como profesional, te estás limitando desde un principio a encontrar un trabajo.
Y aunque hay empresas a las que no les gusta que sus empleados lleven tatuajes, no todo es blanco o negro, ya que hay otras a las que este tipo de arte corporal no les importa. ¡No te desanimes! Con confianza, compromiso y buena predisposición, podrás encontrar un trabajo que se adapte a tu perfil. ¡Buena suerte!