Es normal sentir que tu carrera como escritor independiente está estancada si recibes constantes negativas de los clientes, o trabajas mucho por muy poco. Sin embargo, puede ser que tú mismo te hayas convertido en el obstáculo que impide impulsar tu carrera. ¿Cómo? Cometiendo algunos errores que suelen ser comunes entre los redactores freelance. Te mostramos cuáles son y cómo evitar incurrir en ellos.
1. No lo consideras un negocio serio
Todos hemos estado allí. Apenas estás comenzando como redactor autónomo, y no te sientes por completo seguro de este nuevo rol. Sin embargo, desde ese preciso instante inicia el proceso de comprender e interiorizar que la escritura independiente es un negocio, no un pasatiempo.
En ese sentido, asegúrate de actuar como tal, lo que implica buscar trabajos de redacción, negociar con clientes potenciales, cerrar tratos, administrar proyectos y entregar facturas.
Por último, ten en cuenta que como cualquier negocio, este requiere tiempo e inversión. Así que tómate el tiempo para mejorar tus habilidades, y ganar la confianza que te permitirá aceptar proyectos más grandes y despegar tu carrera.
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2. Te esfuerzas por ser un experto en todo
Otro de los errores comunes entre los redactores freelance, y que suele ser más frecuente cuando se comienza, es ofrecerse como profesionales capaces de escribir sobre cualquier tema con suficiente investigación. La verdad es que aunque seas un escritor talentoso, puedes no ser el indicado para todos los tipos de empresa. Esto, entre otras cosas, causa ansiedad e inseguridad.
Así mismo, evita decirle a los prospectos que siempre has sentido interés por un tema en especial y terminarle enviando ejemplos de un nicho distinto. Esto puede resultar en confusiones que no cerrarán el trato. Después de todo, si dices que eres un redactor creativo de moda y siempre has tenido interés en ella, lo más natural es que puedas ofrecer muestras sobre este tema.
Ahora bien, sin ánimo de caer en contradicciones, hay veces en las que esto termina por cerrar el trato. Sin embargo, debes hacer un trabajo de investigación más arduo para que no sea perceptible la falta de conocimiento.
3. Te muestras desesperado ante los clientes
Si bien es cierto que puedes sentirte un poco desesperado, esto no es algo que debas mostrarle a los clientes. En ese sentido, si un prospecto te ofrece una tarifa más baja, procura no ceder.
En general, cuando se está en una situación apretada, se aceptan grandes lotes de artículos a una tasa baja y, aunque esto genera algo de dinero al momento, debes estar consciente de que no contribuye a tu carrera. Por el contrario, puede propiciar el estancamiento.
Sin embargo, hay una situación en la que esto es aceptable, y es cuando no has podido conseguir tu primer cliente. En este caso, ¡acéptalo!, pero no mantengas la tarifa, auméntala con cada nuevo cliente hasta que consigas una con la que te sientas cómodo.
4. Cometes errores ortográficos y gramaticales con frecuencia
Incurrir en errores ortográficos y gramaticales de forma repetida no solo irrita a los editores, sino que también puede hacer que pierdas un cliente. Aunque no estamos exentos de cometer alguna equivocación de este estilo, sea la razón que sea, debemos recordar que este es un negocio. Por lo tanto, se requiere revisar varias veces, así como utilizar herramientas que permitan detectar este tipo de faltas.
5. No cumples con las fechas de entrega
Los clientes buscan a un redactor freelance en el que puedan confiar. Y esto incluye calidad y fecha de entrega. Por ello, cuando comienzas a tener varios clientes a la vez, se hace necesario aprender a administrar la carga de trabajo.
Un truco que puedes implementar para entregar incluso antes del tiempo y sorprender a tus clientes, es dividir las tareas y asignar una fecha límite de dos o tres días antes de la verdadera fecha de entrega.
Así mismo, no aceptes más de lo que puedas entregar. En lugar de “ganar más”, estarás perjudicando tu trabajo y te estarás arriesgando a arruinar la relación con un cliente.
6. Te tomas las críticas como un ataque personal
Sí, tú escribiste el artículo, pero eso no quiere decir que las críticas que se le hicieron van dirigidas hacia ti. Después de todo, algunas revisiones son a raíz de errores de escritura o preferencias del cliente.
En ese sentido, lo mejor es asegurarte de dejar en claro cuántas revisiones realizas por proyecto y aprender de las críticas constructivas. Además, no estarás exento de encontrar clientes que critican por el solo placer de hacerlo, y a estos es preferible mantenerlos alejados.
7. Tienes problemas para seguir instrucciones
Si bien es cierto que algunos proyectos vienen con recomendaciones, hay otros que incluyen pautas específicas, bien sea de palabras o incluso SEO. En estos casos, lo ideal es adherirse a las instrucciones. Y si es difícil hacerlo, convérsalo con el cliente y lleguen a un acuerdo, de modo que ambos puedan trabajar de forma cómoda.
8. Realizas tareas que van más allá del ámbito de la escritura
Hay clientes que pretenden que los redactores freelance se encarguen de tareas que van más allá de su campo y al aceptarlo, estos están cometiendo uno de los errores que puede estancar su carrera. Ya que aunque el cliente esté pidiendo que coloques imágenes, programes en redes sociales y promuevas el contenido, es probable que solo esté pagando por la escritura.
En ese sentido, recuerda que si te contratan como escritor solo debes dedicarte a esta actividad. En caso de que se necesiten tareas como editor, no las realices sin que te contraten de manera formal para ello. Siempre ten presente que eres un autónomo, no un “empleado” que está atado a un “jefe” que espera el trabajo.
9. Tus tarifas son demasiado bajas
Aunque una tarifa baja puede atraer más clientes, también considera que la calidad de estos será menor y que tendrás que enfocarte en el trabajo que debes entregar, en lugar de impulsar tu carrera como escritor freelance.
En ese sentido, aunque está bien comenzar con una tarifa baja, ten en cuenta que no puedes quedarte con ella por siempre y que debes crear un plan para aumentarla.
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Si estás cometiendo estos errores, comunes entre los redactores freelance, ¡no te desanimes! Ahora sabes cómo puedes enmendarlos y hacer despegar tu carrera.