Pocas cosas son más gratificantes que ser fiel a uno mismo y vivir con autenticidad. Esto es expresarse y actuar según lo que se siente y se piensa. Es liberarse de la presión de tener que encajar y agradar a todo el mundo. En el trabajo cuesta ser autentico y comportarse con esa libertad. ¿Te pasa? ¿Te gustaría ser tú mismo con más tranquilidad? Veamos cómo y por qué es importante que lo hagas.
¿Por qué es importante ser autentico en el trabajo?
A diferencia de lo que muchos piensan, ser autentico en el trabajo no es un arma de doble filo. De hecho, es algo que beneficia al ambiente laboral, a cada individuo y al trabajo en sí. Los empleados que se muestran tal como son se enfocan con mayor motivación y concentración en su trabajo.
Además, la autenticidad va de la mano de la autoestima. Por eso los empleados auténticos confían más en sus capacidades y son más productivos. También, disfrutan su oficio, pues laboran sin preocuparse por ser juzgados.
Esto de ninguna manera significa que se despreocupen de la calidad de su trabajo. Lo que quiere decir es que son personas que se sienten cómodas, valoradas, respetadas y libres. Estas condiciones les permiten conectarse de manera más genuina y sólida con la organización y con sus colegas, responsabilizarse de sus errores, expresar sus ideas sin sentir vergüenza, entre otras actitudes que reflejan proactividad y compromiso.
El trabajo trae consigo muchas cargas y presiones. Agregar a eso un motivo más de estrés es un despropósito. Más, cuando en la práctica, la autenticidad puede llegar a ser algo contagioso y, por lo tanto, liberador para toda la organización. Un colaborador que se muestra como es, abre la puerta para que sus colegas también lo hagan. Así, construye un ambiente de confianza donde los juicios se ignoran.
Como en todo, los beneficios de ser autentico en el trabajo tiene sus excepciones. En este asunto, debemos ser francos al decir que si tu “verdadero yo” no es acorde a los valores y los estándares de la compañía, es probable que tu autenticidad no sea valorada. Si este fuera tu caso, es importante replantear tu situación laboral. Ten presente que no vale la pena estar donde no puedes ser tú mismo.
Ideas para ser más autentico en el trabajo
La teoría suena bien, pero en la práctica surgen los temores y los prejuicios, ¿verdad? A continuación traemos algunas ideas que te ayudarán a liberarte de eso y a hacer un impacto positivo en tu trabajo con tu autenticidad.
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1. Define tus límites
El ambiente laboral puede exponerte a situaciones difíciles de sortear porque van en contra de tus principios o creencias. Sí desde el primer momento dejas claros tus límites, evitarás inconvenientes. Marcarás una pauta y darás a conocer tus valores y forma de actuar. Así, otros miembros de la organización sabrán que esperar de ti.
Es importante entender que tus límites no pueden sobrepasar tus responsabilidades y que no eres tú quien impone las cosas. Definir y comunicar hasta donde estás dispuesto a actuar en determinada situación es parte de una negociación para llegar a acuerdos. Un empleador de calidad sabrá valorar esa muestra de autenticidad y franqueza.
2. Comparte aspectos de tu vida privada
Si bien es importante separar la vida privada de la laboral, eres el mismo siempre y ambas aristas coexisten de manera permanente en ti. Entonces, no temas contar que tienes hijos o mascota, hablar de tu rutina matutina o de tus pasatiempos. Ojo: ¡sé asertivo! Identifica bien los momentos y circunstancias para traer a colación estos temas y también las personas con quienes compartes.
Mostrar tu parte humana ayuda a conectar con tus colegas, pero convertirla en un tema permanente o sin filtro tendrá el efecto contrario. Si logras compartir en la justa medida aspectos de tu vida privada, le darás a tus compañeros elementos para conocerte y entenderte. Por ejemplo, si supieran que tu madre esta enferma, podrían comprender que no estés en el mejor ánimo. Pero aún más importante que esto, cuando te abres, les das pauta para que hagan lo mismo. Eso es muy valioso.
3. No tengas miedo a equivocarte
El error es una de las mejores fuentes de conocimiento y aprendizaje. Además, pocas cosas son tan comunes a todos los humanos como errar. Entonces, expresa tus ideas y actúa siguiendo tus convicciones. Quizás, a veces las cosas no saldrán como esperas, pero también habrá ocasiones en las que tú mismo te sorprenderás con lo que consigues.
No seas testarudo. Acepta y responsabilízate de tus equivocaciones. Asume la vergüenza con dignidad. Esas son algunas de las consecuencias adversas de vivir en la autenticidad, pero las recompensas justifican el riesgo de tener que afrontarlas.
4. Expresa lo que piensas y sientes
Esta es una de las conductas más difíciles de ejecutar, pero al mismo tiempo es una de las más liberadoras. Ser auténtico en el trabajo implica expresarse a pesar de las consecuencias. No se trata de ser irreverente. Se trata de buscar consensos, poner límites, de aportar desde tu individualidad. Si un informe te parece incompleto o con posibilidad de mejora, ¡dilo! A lo mejor tienes razón. Y si no, tampoco te quedaste con la duda.
Es probable que, a pesar de que tengas buenas intensiones, encuentres detractores. Eso es normal. Pero siempre que actúes con coherencia y respeto por la compañía y los demás, tu conducta será válida. Además, también podrás generar conexiones y abrir la puerta para que otros también opinen.
La inteligencia emocional es una herramienta que debes aprovechar, si vas a aplicar este consejo. Cuando te expresas abiertamente, es fácil que tu emociones se desborden. Aprende a controlarte y a manejarlas. Identifica el límite entre decir lo que piensas y aceptar las reacciones que los demás tengan frente a tus ideas. Entender que todos somos diferentes es parte de tus buenas prácticas en el trabajo.
5. Promueve conversaciones constructivas
En el diálogo y la interacción entre colaboradores se revelan los rangos de la personalidad. Esos son escenarios ideales para ser auténticos. Sin embargo, si decides ser tú mismo debes estar abierto a aceptar las diferencias y reconocer que los demás también pueden y deben ser fieles a su ser.
El valor que rige un ambiente laboral donde conviven seres auténticos es el respeto. Por eso, si no coincides con tus colegas o superiores, promueve conversaciones constructivas. Reconoce las fortalezas de los demás y expresa los puntos de mejora que identificas como posibilidades que beneficiarán al equipo y a la compañía y no a tu ego.
Reflexiones finales para ser más auténtico en el trabajo
Ser auténtico debería ser algo natural. La verdad es que en la actualidad es algo que requiere cierta valentía. Pues salirse de los estereotipos, no necesitar aprobación, ni querer encajar son actitudes que pueden tener repercusiones negativas, en una sociedad que a veces no acepta la diferencia. Sin embargo, conseguir el respeto de quienes te aceptan, y ser fiel a ti mismo porque te valoras tal cual eres son dos grandes recompensas.
Nunca olvides, que estás en un entorno laboral y el profesionalismo debe ir de la amano de la autenticidad. No confundas ser auténtico con ser rebelde y menos irresponsable o irrespetuoso. Recuerda que siempre hay límites.
Por último, ten siempre presente que lo fundamental para conseguir una vida auténtica es que dejes de juzgaste, que te conozcas y te aceptes. Rodéate de personas que te valoren y respeten. Busca un trabajo donde te identifiques y tu autenticidad sea bien recibida. Y aún cuando en el trabajo te enfrentes con diferentes perfiles de personas y situaciones, nunca dejes de ser tu propio fan y disfruta ser quien eres.