Hay un mal que afecta sobre todo a los empleadores, y es la paranoia de la productividad. ¿Alguna vez has escuchado ese término? Se trata de aquella paradoja que se crea cuando hay un aumento de productividad, pero al mismo tiempo el empleador no siente que sus trabajadores estén siendo productivos. Extraño, ¿verdad? Pero es más frecuente de lo que te imaginas.
Si quieres saber más sobre la paranoia de la productividad y de qué manera afecta al teletrabajo, continúa leyendo este artículo.
¿Qué es la paranoia de la productividad?
El término salió por primera vez en el informe Work Trend Index, elaborado por la empresa Microsoft, y creadora de este concepto. De acuerdo el gigante informático estadounidense, la paranoia de la productividad es la brecha que existe entre la percepción de los gerentes y los trabajadores, acerca de qué tan productiva está siendo una empresa con respecto al trabajo remoto.
Pero no se trata de una simple sensación o malestar entre los empleadores, sino que se da a pesar de la existencia de datos y cifras que corroboran un aumento de productividad corporativa. Es como una especie de paradoja.
En el Work Trend Index, no solo el 87 % de los empleados respondió que se sentía más productivo desde casa, sino que hubo un aumento de 153 % en la cantidad de reuniones por semana entre los usuarios de su plataforma Teams. Asimismo, las reuniones superpuestas en Teams aumentaron un 46 % e incluso existen datos que demuestran que aun en las reuniones, los empleados siguen trabajando.
A pesar de toda esta información, el 85 % de los empleadores señaló tener desconfianza de la modalidad de trabajo híbrida (desde casa y presencial de manera combinada) y en que sus empleados estén siendo productivos en el trabajo remoto. En palabras del vicepresidente corporativo de Microsoft, Jared Spataro, “Terminas con trabajadores que dicen ‘Estoy muy bien’ y líderes que dicen: ‘No estoy seguro de que lo estés’.”
Descubre: Todo lo que debes saber sobre el modelo de trabajo híbrido
¿Por qué los empleadores tienen tanto miedo?
Cabe recalcar que la paranoia de la productividad de los gerentes no está injustificada. De acuerdo al medio internacional Bloomberg, este 2022 la productividad en Estados Unidos ha sufrido la mayor caída desde 1947. Esto en medio de un panorama de recesión económica, en el que el coste laboral (es decir, la suma de lo que cuesta mantener empleados: salario, afiliación a seguridad social y otros beneficios), aumentó.
El portal especializado explica que los costos laborales subieron en 11,6 % y que dicho incremento no había sido tan preocupante desde 1982. Y es que, al menos Estados Unidos, importó más de lo que exportó durante el primer trimestre de este año y los expertos creen que esto contribuyó a una depresión en el sistema laboral interno. Dicho de otra forma, afectó la productividad sobre todo de las empresas del Gobierno.
Todo este panorama es ideal para alimentar los miedos de los contratantes sobre qué tanto trabajan sus empleados y generar una situación de paranoia de la productividad. Además, se le suma el hecho de que es más complicado “controlar” lo que hacen las personas desde su casa que desde la oficina, y que muchos empresarios no han podido adaptarse correctamente al sistema de trabajo remoto.
Empleados cansados
No obstante, parece haber otra causa para una posible baja de rendimiento. De acuerdo a Forbes, después de la renuncia masiva por la pandemia de Covid-19 en EE.UU., los empleados antiguos tuvieron que, además de ejercer sus funciones, capacitar a los nuevos. Todo este trabajo extra es lo que ahora está pesando y se ha traducido en una sensación de desánimo y cansancio que asusta a los empresarios y les provoca la paranoia de productividad.
Te puede interesar: Más trabajadores prefieren el empleo remoto, ¿por qué?
¿Cómo afecta la paranoia de productividad al teletrabajo?
Imagina que tu jefe no confíe en que estás siendo productivo y quiera implementar mecanismos para asegurarse de seguir tu progreso con tus tareas diarias. Normalmente estos mecanismos son constantes reuniones a través de plataformas de videollamadas que te quitan tiempo para hacer tu trabajo y suman una carga a tu quehacer diario.
Esto es precisamente lo que está sucediendo con miles de empleados en Estados Unidos (y no descartamos que sea un fenómeno a nivel global) producto de la paranoia de la productividad. Las cifras del informe que previamente mencionamos, el Work Trend Index visibilizan la desconfianza de los empleadores con equipos de trabajo que realizan sus actividades de manera híbrida, muy por encima de aquellos con colaboradores que trabajan presencialmente.
Además, presentan un panorama general de empleados cansados, pues tienen la responsabilidad de “probar” que efectivamente están haciendo su trabajo. Así, el 48 % de los empleados y el 53 % de los gerentes aseguran estar agotados.
La priorización del trabajo se presenta como una de las posibles soluciones para la paranoia de productividad. Es decir que, con base en los objetivos de la empresa, se señalen las tareas principales y más importantes que deben cumplir los empleados, aquellas que son imprescindibles; y las tareas que pueden avanzar más lento.
Esto no solo ayudaría a los empresarios a monitorear los avances específicos de los empleados, sino que estos últimos ya sabrían en qué enfocar sus esfuerzos. Y es que ¿te imaginas trabajar para probarle a tu empleador que eres eficiente, pero que nada lo convenza? Quizás con el establecimiento de metas o tareas clave, tanto empresarios como trabajadores puedan estar tranquilos y confiar en su nivel de productividad.
Más opciones
Microsoft ha buscado otras opciones para abordar el problema de la paranoia de la productividad. Informó que estaría haciendo actualizaciones y mejoras en su plataforma de gestión de empleados (Viva) que podrá interactuar mejor con Teams, y cotejar los objetivos de los empleados y los empleadores.
También decidió crear una subaplicación: Viva Pulse. A través de esta se podrán obtener comentarios y sugerencias con respecto al trabajo, por parte de los empleados.
Existen muchos factores que inciden en la paranoia de la productividad: sociales, económicos y hasta políticos. Sin embargo, es fundamental para las empresas aprender a superar este problema. No solo porque los empleados están agotados en general, sino porque es la manera en la que podrán sobrevivir a los cambios que se vienen.