Si tienes muchos años en una organización y sientes que no creces profesionalmente, es probable que comiences a sentirte incómodo. Has dado lo mejor de ti durante todos esos años de servicio, y crees que no recibes las oportunidades que mereces. Sigues en el mismo cargo y tu jefe no asoma la posibilidad de un cambio. En un escenario como ese, es casi inevitable pensar en razones para renunciar al trabajo.
Quieres un mejor futuro. Percibir una buena remuneración económica. Estar al frente de nuevos desafíos laborales. Y al ver que en la empresa no ocurre ninguna mejora sustancial, empiezas a preguntarte: ¿vale la pena que me quede en un lugar como este, o quizás debería evaluar otras opciones en el mercado que me brinden esos beneficios? ¡Formularte estas preguntas puede ser el primer paso cuando sientas que ha llegado la hora de cerrar ciclos en el sitio en el que te encuentras!
En WeRemote sabemos que esta tarea puede ser complicada, sobre todo si tienes tiempo en una compañía y te cuesta salir de tu zona de confort. Recuerda que esta decisión es determinante para ti y debes meditarla muy bien. Por eso en las próximas líneas, te ofreceremos los motivos por los cuales debes considerar moverte hacia otro trabajo, con el fin de que medites con calma los pros y los contras antes de renunciar.
1. Recibes una mejor oferta laboral
Una de las razones para renunciar a un trabajo, quizá la más relevante para garantizar tu estabilidad financiera, es conseguir una oferta laboral en otra empresa en la cual te ofrezcan no solo un salario con mejores beneficios, sino la oportunidad para crecer profesionalmente y de lograr esa realización personal que no tenías en el puesto donde estabas. Si consigues todo eso que siempre has buscado en otro sitio, tienes un motivo de peso para moverte.
2. Te encuentras en un ambiente de trabajo difícil
Como lo apuntamos al inicio de nuestro artículo, hay otros factores que nos hacen pensar en cambiar de puesto y muchas veces no tienen que ver con la parte económica, sino con nuestro bienestar emocional. Por ejemplo, encontramos en un entorno de trabajo negativo.
De acuerdo al estudio Salud laboral en administrativos de Educación Superior, “el bienestar psicológico tiene un gran impacto tanto en la salud física como en la salud mental de los individuos, así mismo constituye un factor importante que permite mejorar la productividad”.
Por lo tanto, si sientes que estás en un sitio en el que no existe una comunicación asertiva, se presentan conflictos con frecuencia y no eres valorado, tal vez sea mejor detenernos por unos segundos y pensar si vale la pena continuar allí, o es el momento de buscar otras opciones que nos permitan disfrutar de una mejor calidad de vida.
3. Tienes un jefe y no un líder
Este punto está muy relacionado con el anterior, ya que un supervisor inmediato que no cuente con las características necesarias para dirigir de buena forma a su equipo de trabajo, puede contribuir a ese ambiente de trabajo difícil. Acá nos referimos al jefe que no está en sintonía con el espíritu de la organización, pues su objetivo, más allá de hacer crecer a los colaboradores, es sobresalir y llevarse todos los méritos.
4. Debes lidiar con compañeros tóxicos
Los compañeros tóxicos también forman parte de ese entorno negativo que muchas veces afecta nuestro bienestar. Sin embargo, te recomendamos que antes de tomar cualquier decisión (por el jefe o los colaboradores), evalúes la opción de conversar con el departamento de Recursos Humanos. Es probable que, luego de manifestar tu punto de vista, se busque una solución efectiva que te permita permanecer por más tiempo en la compañía.
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5. No te sientes satisfecho con tus tareas
Otra de las razones para renunciar a un trabajo es no sentirse cómodo con las tareas que estás desempeñando, sobre todo si tienes varios años en tu puesto y sigues llevando a cabo las mismas actividades. Como te aconsejamos en el otro apartado, no abandones tu cargo sin antes conversarlo. Es probable que tu supervisor piense que estás satisfecho con tus responsabilidades y por eso no te haya asignado nuevos retos.
6. No compartes los valores de la empresa
Sentirse a gusto en el lugar de trabajo es lo que todos deseamos cuando estamos en una organización, esto implica hacer lo que más nos gusta o apasiona, por una parte, y por otra, estar en un lugar en el cual compartamos su cultura, valores e identidad. Si tu sistema de creencias no se adecúa a los del entorno laboral, es posible que tomes la decisión de renunciar. Eso sí, asegúrate de tener opciones seguras antes de dar ese paso.
7. Regresas a la escuela
Cuando decides retomar tus estudios, o emprender una carrera nueva, el horario puede convertirse en un tema de preocupación para ti. Si te sientes bien en el puesto que ocupas en la actualidad y tienes ganas de conservarlo, te sugerimos, una vez más, hablar con tus jefes. No tomes una medida precipitada, ya que si tus supervisores están satisfechos con tu desempeño, pueden ofrecerte la posibilidad de laborar en un horario flexible.
8. Te surgen compromisos personales
Al hablar de las razones para renunciar a tu trabajo, el tema de los compromisos personales debe estar en la lista. ¿Por qué? Porque en la vida se presentan situaciones inesperadas, entre estas, asumir la responsabilidad de cuidar a un familiar enfermo, que depende de ti; o la mudanza a otra ciudad debido a una oportunidad laboral que se le presenta a nuestra pareja.
9. Desarrollas interés por otros sectores
Para terminar, el interés de abordar otros sectores puede ser un motivo suficiente para presentar tu carta de renuncia. Esto puede ocurrir cuando ya no sientes motivación por el área en la que te has especializado, o cuando tienes muchas facetas profesionales y deseas dedicarles parte de tu tiempo. Por ejemplo, un Licenciado en Comunicación Social que ha enfocado su trayectoria en Marketing, pero decide paralizar esta área para dedicarse a su otra pasión: la programación.
¡Elige la opción que te haga feliz!
Aunque hay muchas razones para renunciar a tu trabajo, es muy importante que medites muy bien cuál es el camino correcto que debes seguir. No tomes una decisión sin evaluar ventajas y desventajas. Sabemos que es muy agobiante estar en un entorno que no te brinde bienestar, pero si no te das la oportunidad de conversarlo con tus jefes inmediatos, probablemente arrastrarás el mismo problema en todos los ambientes laborales en los que te desenvuelvas.
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