El bienestar de un empleado se determina por muchos factores. Entre los más importantes está que se sienta desafiado en su trabajo, esto promueve que haga su mayor esfuerzo día a día e incrementa su productividad. Cuando un colaborador no tiene esto, existe la posibilidad de que sufra el síndrome del boreout.
Este síndrome se caracteriza principalmente por un aburrimiento laboral crónico. Si se padece, el trabajador se siente desmotivado y fastidiado de sus tareas diarias, ya que no le representan ningún tipo de reto. Esto deriva en una serie de situaciones que comprometen el bienestar de tu equipo, así como de tu empresa, por lo que hoy te explicaremos en qué puede impactar y como prevenirlo.
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¿Cómo afecta el síndrome del boreout en tu empresa?
Lo principal que debes tomar en cuenta es que un empleado contento contribuye a una compañía funcional. Cuando alguien no se siente cómodo en su puesto o con sus funciones, esto se refleja en su trabajo y en el trato con compañeros y clientes, por lo que puede tener un impacto negativo en el ambiente laboral y en la reputación de la empresa.
Además, cuando un empleado no se siente satisfecho, deja de sentirse identificado con su empresa y, por ende, no se compromete con ella. Esto puede ocasionar que la calidad del trabajo disminuya. El aburrimiento provoca problemas de concentración y atención, además de que posibilita la fuga de talentos. En los casos más extremos también puede derivar en apatía y depresión.
¿Cómo identificar el síndrome del boreout?
Es de suma importancia que pongas atención en el desempeño y los comentarios de tus colaboradores. Para reconocer si alguno de tus empleados tiene el síndrome del boreout, puedes comenzar revisando si tiene alguno de estos síntomas:
- Aburrimiento
- Desinterés
- Baja calidad en el trabajo
- Desánimo
- Falta de atención
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Plan de acción ante el síndrome del boreout
Ahora que ya sabes cómo identificar este padecimiento, es momento de idear la manera de enfrentarlo. Lo ideal es que evites que tus colaboradores lleguen a sentirse de esta forma, así que te sugerimos que tomes en cuenta los siguientes puntos:
Define objetivos
Es fundamental que el empleado conozca sus metas a corto, mediano y largo plazo, incluso más si participa en la definición. Así que establece con tu trabajador cuáles serán sus objetivos y bajo esta premisa define las tareas que desempeñará en la semana, en el mes y en el año. Este enfoque ayudará a que le encuentre un sentido a su trabajo diario y haga un mayor esfuerzo.
Organiza el flujo de trabajo
La base de la productividad es la organización de las labores, así que hay que empezar por ahí. Si ya tienes definidos los objetivos de los trabajadores y de los equipos, planea cómo se llevará a cabo cada una de las tareas en un orden lógico y cómodo para cada quien.
Supervisa y da retroalimentación
Procura estar al tanto de qué hacen los miembros de tus equipos y revisa el desempeño que tienen. Si tienes algún comentario, hazlo saber. Esta es una manera de demostrarle el trabajador que es visto y que su trabajo es reconocido y valorado.
Sé flexible
En esta época en la que ya la mayoría de los empleados probaron el trabajo remoto y aprendieron a gestionar su tiempo de distintas maneras, puede ser muy beneficioso para ti y para tu empresa tener reglas adaptables a cada persona, según sus necesidades y preferencias. Si permites que algunos días se trabajen en casa o te enfocas en objetivos más que en horarios, la productividad puede aumentar.
Alterna tareas
Identifica las actividades repetitivas y monótonas e intenta asignarlas a distintos trabajadores cada cierto tiempo, de manera que nadie las conserve en grandes lapsos para evitar el aburrimiento. Por otro lado, reparte equitativamente las labores desafiantes y complicadas e igualmente procura rotarlas. Esto permitirá que los empleados no sientan que sus días se repiten y encuentren versatilidad en lo que hacen.
Ofrece un plan de crecimiento
Algo que desmotiva a un trabajador es no verle fin a su situación. Si no sabe cuál es el siguiente paso que dará y hacia dónde va su carrera, se sentirá estancado y la sensación de hartazgo frente a sus tareas aumentará. Por eso, define un plan de crecimiento claro para tus empleados y preséntalo a la hora del onboarding.
Revisa el perfil laboral
Asegúrate de que las tareas de cada colaborador coincidan con sus aptitudes; de lo contrario, tendrás una repercusión negativa en la eficiencia laboral. Por un lado, si las labores son demasiado exigentes para el empleado, se sentirá abrumado e inútil y su productividad no será alta. Por otro, si está sobrecalificado para lo que hace, le parecerá aburrido y buscará mejores oportunidades fuera.
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Con esta información ya tienes todo lo necesario para enfrentar esta situación que experimentan muchas personas en sus empleos hoy en día. Recuerda que una de las mayores prioridades del equipo de recursos humanos debe ser siempre que cada empleado de la compañía se sienta motivado y cómodo en su puesto de trabajo, desde el director general hasta el becario de medio tiempo.