Decir “no” puede ser una tarea muy complicada. En especial, si nos gusta complacer a los demás y respondemos con un “sí” a todas las peticiones, incluso cuando no estamos de acuerdo o se escapan de nuestras manos. ¿Te ha pasado que tus amigos del trabajo te invitan a salir y aceptas a pesar de que tenías otros planes? Tú querías algo más relajado, como ver una película, pero ante el temor de quedar mal, terminas aceptando la propuesta.
Es probable que esta escena se repita en diversas situaciones. ¿Me acompañas al cine? Sí. Necesito realizar un pago urgente, ¿me prestas dinero? Sí. ¿Quieres ser mi pareja en el baile? Sí. Complacer a los demás es una constante. De hecho, muchos disfrutan el reconocimiento que reciben del otro cuando responden afirmativamente. ¿Pero qué pasa cuando se trata de un tema laboral? Cuando tu jefe te asigna tareas que no corresponden a tu cargo, por ejemplo.
Esto puede hacer que te sientas agobiado y que tu rendimiento baje porque no sabes ni siquiera por dónde empezar. También es probable que inviertas mucho tiempo pensando: ¿Por qué no le dio estas tareas al compañero responsable del área? Esto es demasiado. ¿Será que logro terminar todo? Veamos 3 técnicas para decir “no” en el trabajo.
¿Por qué nos cuesta tanto decir “no”?
Entre las principales causas de este tipo de comportamientos se encuentran las siguientes:
- Elevada deseabilidad social: se busca complacer al otro porque es lo que se espera de nosotros.
- Miedo al rechazo: si la persona dice estar de acuerdo con todo, será más querida y valorada.
- Temor a represalias: se acepta cualquier petición que se haga por miedo a sufrir consecuencias, por ejemplo, un despido. Esta es quizás una de las causas más comunes, sobre todo cuando comenzamos en un nuevo trabajo y queremos dar una buena impresión a nuestros superiores. Sin embargo, si te comprometes con algo que no puedes cumplir, solo por el hecho de quedar bien, se puede transformar en un verdadero problema para ti.
- Presión del grupo: otra de las causas que pueden influir en ese comportamiento de decir “sí” a todo lo que se nos pide, es la presión del grupo. Queremos encajar. Formar parte de algo. Muchas veces, para lograrlo, hacemos lo que los otros nos dicen, aunque no estemos de acuerdo con lo que se nos está planteando.
“Apóyame con este trabajo, tú tienes más competencias que yo”. Hay casos en los que incluso ese “apóyame con ese trabajo” termina siendo tu responsabilidad absoluta porque la otra persona ni siquiera realiza algún aporte de valor durante el proceso. Sabemos que no es correcto. Que debíamos decir “no”, solo que en nuestra mente ese “no” suena tan mal que tenemos miedo de perder el afecto, respeto o reconocimiento del otro.
Lee también: 8 tips para lidiar con conflictos en el trabajo
Estrategias para decir que “no” en el trabajo
¿Te sientes identificado con este planteamiento? No te preocupes porque a continuación te ofreceremos algunas herramientas que te ayudarán a decir “no” de una forma elegante.
1. Técnica del sándwich
Está compuesta de tres partes. En la primera, debes introducir el tema de forma empática. Luego, entras en materia; es decir, le expresas al interlocutor la negativa sobre el caso que están tratando. Finalmente, haces un comentario positivo para que la conversación termine en buen término. Mira este ejemplo:
“Le agradezco que haya pensado en mí para este nuevo proyecto (fase uno), lamentablemente en este momento no puedo aceptar la propuesta porque me encuentro trabajando en otros proyectos que ameritan mi dedicación exclusiva (fase dos), espero que en un futuro cercano podamos participar juntos en otras iniciativas (fase tres)”.
La técnica del sándwich la podemos aplicar en cualquier situación de nuestra vida; no solo en el trabajo. La idea es ser asertivos y ofrecer este “sándwich” en el momento que consideres más apropiado.
2. Banco de niebla
Con esta técnica buscamos que el interlocutor sienta que estamos de acuerdo con la propuesta, y luego introducimos el tan temido “no”. ¿Cómo lo hacemos? Aquí unos ejemplos:
- “Esto que me comentas parece, de verdad, un plan estupendo, pero no puedo ir porque tengo otras obligaciones”.
- “Me gusta la idea que sugieres, es muy atractiva, pero no creo que sea factible por las siguientes razones (…)”.
3. Aplazamiento
Si queremos rechazar una propuesta ahora, pero no en el futuro, la técnica del aplazamiento es muy efectiva. Si se trata de una propuesta laboral, podemos responder de la siguiente manera: “gracias por elegirme para este cargo, ¿puedo tomarme unos días para pensar bien la decisión que tomaré?”.
Evalúa la más conveniente para ti
Estas técnicas te pueden ayudar cuando te encuentres en una situación complicada. Desde luego que sí. Puedes estudiarlas o repasarlas. Aprenderlas de memoria. Pero lo recomendable, en todo caso, es que la respuesta que ofrezcas esté en consonancia con tus valores.
Tomar una decisión para agradar a los demás puede ocasionar un desgaste innecesario. Tomar una decisión para evitar represalias, puede ocasionar un efecto negativo. Establece límites. Di “sí” cuando realmente quieras hacerlo. Recuerda que lo importante es mantener tu felicidad, tu tranquilidad y paz mental.
Si aceptas un trabajo solo para quedar bien con el jefe, aun sabiendo que no dispones del tiempo para desarrollarlo, es probable que al final tu reputación se vea comprometida por no lograr cumplir con las exigencias y los plazos establecidos.
¿Quieres decir “no” a partir de ahora? Tienes las herramientas a la mano para hacerlo. Solo debes buscar las palabras adecuadas, ser asertivo y comunicar tus pensamientos de manera clara y precisa.
Creo que en el caso de un emprendedor puede ser difícil decir no a un cliente o a un servicio que no desea realizar porque puede necesitar hacer la venta. En este caso creo que se requiere sopesar los pros y contras de decir no vs decir sí.