Hay una pregunta que muchos nos hemos hecho y ha llegado la hora de contestarla: ¿se debe sonreír en una entrevista laboral? Algunas personas dicen que ayuda, otros que perjudica. ¿Pero cuál es la realidad de estas afirmaciones?, ¿hay casos en los que es más favorecedor hacerlo y otros en los que no?
Sonreír en una entrevista laboral puede traer beneficios, pero en realidad depende de los gustos de cada persona y del contexto. También, es una manera de mostrarle al reclutador si te sientes cómodo durante la sesión de preguntas o no. Si tienes dudas sobre ello, las despejaremos ahora mismo, ¡así que no dejes de leer!
¿Se debe sonreír en una entrevista laboral?
Como respuesta rápida a desarrollar a continuación, te adelantamos que sí: debes sonreír en una entrevista laboral. Hay dos momentos claves en los que este gesto tiene un impacto positivo, tanto para el reclutador como para el ritmo de la entrevista. El primero de ellos es durante el saludo, ya que una sonrisa acompañada de un apretón de manos demuestra empatía, confianza y ayuda a calmar los nervios.
¿Qué pensarías tú si fueras el entrevistador y de repente ves a un candidato entrar a la sala con una expresión de pocos amigos? Esto podría generar cierto grado de incomodidad entre ambas partes que es preferible evitar. Además, podría condicionar la entrevista sin que te des cuenta.
El segundo momento en el cual sonreír en una entrevista laboral es en la despedida. Esto te ayudará a dar la impresión de seguridad y de que crees que el encuentro ha sido productivo. Recuerda que la primera y última imagen que el reclutador se lleva sobre ti son claves. Por ello, sonreír antes y después de la entrevista es una manera de impulsar que el encargado de la selección te recuerde como una persona jovial.
Descubre: Cómo hablar del sueldo en una entrevista
¿Cuándo no sonreír en una entrevista laboral?
Así como hay momentos en los que es ideal sonreír, hay otros en los que no. Por ejemplo, cuando estás hablando de un tema importante, como experiencia laboral o asuntos corporativos. Sin embargo, esto no significa que tienes que mostrarte serio y mucho menos malhumorado. Durante esta parte de la entrevista es cuando tienes que verte más profesional e interesado en la oferta.
Es posible que, al ser una de las partes más duras del encuentro, el reclutador sonría una que otra vez para ayudarte a sobrellevar los nervios. También, esas sonrisas pueden indicar aciertos en tus respuestas, en especial los relacionados con una conexión entre los objetivos de la empresa y los que presentas durante la entrevista.
Importancia del lenguaje corporal
Ya hemos establecido que una sonrisa puede ayudarte a pasar los nervios, así como parecer más confiado y empático con el reclutador. Es vital que durante la entrevista seas muy consciente de tu lenguaje corporal, ya que estos profesionales saben leerlo como un libro abierto y pueden sacar todo tipo de conclusiones a partir del mismo.
Por ejemplo, si te encuentras muy encorvado o no miras al rostro de tu interlocutor, se puede interpretar que eres una persona un tanto introvertida o tímida. Por ello, cuando vayas a tu próxima entrevista, cuida de los siguientes detalles.
Postura
Intenta mantenerte recto, con el pecho hacia afuera y los hombros cuadrados. No queremos que seas un militar, tu postura debe ser natural y fluida, pero sí debes demostrar confianza en ti mismo. Trata también de ganar espacio con tus extremidades, gesticula de forma amplia para proyectar una sensación de que estás muy seguro de lo que estás diciendo.
Mira a los ojos
Esta es otro punto que debes tomar en cuenta. A diferencia de sonreír o no, siempre tienes que mirar a los ojos de tu interlocutor: mientras explicas un tema, mientras conversan para romper el hielo, entre otros. Esto demostrará que eres una persona segura de sí misma, que lucha por sus ideas y no se deja intimidar por los obstáculos.
Te podría interesar: 5 cosas que pueden salir mal en una entrevista (y cómo solucionarlas)
¿Qué hacer con los brazos?
A veces nos preguntamos, ¿qué hago con mis brazos mientras hablo? Muchas personas gesticulan o grafican lo que está diciendo con sus manos. La próxima vez que vayas a una entrevista, evita cruzar los brazos sobre el pecho, dado que se interpreta como una señal de incomodidad y de cerrarse a las preguntas de los demás.
De igual forma, no metas las manos en los bolsillos de tu chaqueta o pantalón, porque es una clara señal de que estás nervioso e inseguro. Si se te hace muy complicado, entonces procura ubicar tus manos en un punto donde no puedan ser vistas por el reclutador. Por ejemplo, en tu regazo al otro lado del escritorio.
Mecerse en la silla o alzar las piernas
Hay personas que tienen muy profundizada la práctica de balancearse en la silla. No está mal querer buscar comodidad, pero debes tener en cuenta que estás siendo observado por las cámaras del lugar y quien las maneja. Intenta mantenerte quieto y con una postura profesional, pero relajada, esto demuestra serenidad.
Tú decides si sonreír o no en una entrevista laboral
Sin duda, el sonreír en una entrevista laboral recae sobre cada uno de nosotros, nuestros gustos y preferencias. Quizás eres una persona más extrovertida o con tendencia a sonreír y te sientas bien con ello; o, por el contrario, eres reservado y lo haces en menos momentos. Sea cual sea el caso, lo más importante es que te sientas cómodo y respondas las preguntas con total confianza y sinceridad, esto es muy valorado por los reclutadores. ¡Suerte en tu próxima entrevista!