La alimentación en el trabajo es tan importante como la que llevamos en casa. Es muy probable que, más de una vez, hayas almorzado comida chatarra por ser lo más rápido antes de volver a tus labores; o que incluso te saltaras el almuerzo porque tenías una reunión urgente.
Para nadie es un secreto que el ritmo acelerado de nuestras vidas puede llevarnos a adquirir hábitos alimenticios poco saludables, que afectan nuestra salud y eficiencia. Por lo cual, debemos aplicar estrategias que nos ayuden a comer más sano, que se van a traducir en trabajar con mayor productividad.
Pensando en esto, hoy te presentamos 5 consejos prácticos y sencillos para cuidar tu alimentación durante la faena, sin renunciar al sabor y la variedad.
1. No dejes la comida al azar: haz una lista y planifica lo que vas a llevar
Todo el mundo puede comer, pero pocos saben cómo hacerlo. El ser humano por instinto come para saciarse, y eso está bien, lo malo surge cuando no valoramos la comida. De manera que debemos tratar de mejorar nuestros hábitos alimenticios. ¿Cómo lo hacemos?, eligiendo de forma detallada lo que vamos a comer, tanto en la casa como en el trabajo.
Por lo general son dos las comidas que disfrutarás en la oficina: el desayuno y el almuerzo, y la mejor manera de evitar caer en alimentos poco saludables es hacer una lista de los platillos que vas a llevar. Para elaborarla ten en cuenta los siguientes puntos:
- Reducir la ingesta de carbohidratos.
- Incluir alimentos ricos en proteínas y grasas saludables.
- Agregar proteínas vegetales, si eres vegetariano.
- Considerar los problemas de salud, necesidades nutricionales y objetivos dietéticos que poseas.
Descubre: 5 consejos para cuidar de tu salud mientras trabajas desde casa
2. Nunca, pero nunca olvides desayunar
“El desayuno es la comida más importante del día”
Lenna Frances Cooper
Esta frase la dicen mucho nuestras abuelas, pero también expertos nutricionistas como Ana Sobaler, en su artículo Importancia del desayuno en la mejora nutricional y sanitaria de la población, sostiene la idea.
Ella indica que desayunar nos aporta los nutrientes necesarios para comenzar el día con buen pie. Es por eso que hacer esta comida antes de ir al trabajo (o en él, si no te da tiempo), es tan importante. La primera comida del día te permitirá:
- Comenzar tu jornada laboral con energía.
- Potenciar tu concentración en las tareas a realizar.
- Aportar glucosa a tu cerebro, para que funcione de la manera correcta.
- Mejorar la calidad de nuestra dieta y peso.
Según la revista española online Eroski Consumer, un buen desayuno se conforma por tres grupos de alimentos: lácteos, farináceos (granos de distintos cereales) y frutas.
3. No comas viendo el celular y el ordenador
Si quieres potenciar la buena alimentación en el trabajo te recomendamos no comer frente al ordenador ni usar tu celular. Si lo haces podrías perderte, sin querer, de la comida. Es común en la oficina comer tu almuerzo en el puesto de trabajo y realizar las tareas pendientes para ahorrar tiempo, pero al hacerlo es probable que:
- Automatices esta experiencia y sientas que nos has comido.
- Comas en exceso y no sabores la comida.
- Potencies el sedentarismo, ya que no te mueves de tu escritorio.
- Tengas mala digestión y hambre en las próximas horas.
Si no quieres que estos males afecten tu salud, lo mejor será que utilices el comedor del trabajo, dejes tu celular y disfrutes a conciencia de la buena comida.
4. Come un almuerzo ligero, saludable y de cantidad modesta
El almuerzo es la comida que siempre vas a disfrutar en el entorno laboral, de manera que te recomendamos no saltarlo. No pospongas la hora del almuerzo y establece un horario fijo para comer, esto beneficiará tu metabolismo, te ayudará a tener una mejor digestión, evitará que subas de peso y reducirá el riesgo de sufrir ciertas patologías como la diabetes.
La Organización Mundial de la Salud sugiere que una dieta sana debe incluir frutas, verduras, legumbres, frutos secos y cereales integrales. Además, indica que las grasas deben reducirse a menos del 30 % de la ingesta diaria de calorías, para evitar problemas de sobrepeso.
Tomando esto en cuenta, lo ideal es que tu plato contenga:
- Vegetales, ellos deben ser los protagonistas de la comida.
- Proteínas, intenta consumirlas en cantidad moderada.
- Carbohidratos, lo ideal es que ocupen una cuarta parte del plato.
- Bebidas naturales y bajas en azúcares.
- Grasas saludables, como el aguacate.
5. Bebe agua con regularidad
Cuando de alimentación en el trabajo se trata, es esencial beber agua, ya que se encarga de mantenernos hidratados. Tomar agua con frecuencia mejora el metabolismo del cuerpo y aporta otros beneficios a la salud como:
- Optimizar las funciones mentales: mayor enfoque y disminución de la fatiga.
- Disminuir los dolores de cabeza: muchas migrañas y jaquecas están relacionados con la deshidratación.
- Reducir el estrés: calma la ansiedad y mejora el estado de ánimo.
- Disminuye la fatiga: ayuda a eliminar las toxinas y evitar la tensión adicional del corazón al bombear más sangre oxigenada.
- Reduce el riesgo de sufrir enfermedades cardíacas y mejora el sistema inmunológico.
Recuerda que somos un 60 % agua y para ser funcionales necesitamos beber entre 9 a 13 vasos al día. No hacerlo puede llevar a una deshidratación y en consecuencia al desarrollo de fatiga laboral.
Alimentación en el trabajo: haz de ella un hábito
Al trabajar jornadas laborales largas y extenuantes, es fácil olvidar o renunciar a una rutina saludable y optar por alimentos procesados, comida rápida, bebidas azucaradas y otros. Sin embargo, recuerda que la salud es fundamental para un buen desempeño en el trabajo y en la vida en general.
Aparte de los consejos, puedes aplicar otras estrategias que te ayuden a ser un trabajador saludable. El usar aplicaciones como MyFitnessPal, Yummly o Mealime es buena idea; ellas se encargan de hacer un seguimiento a tus comidas, además de ofrecerte recetas y contenido importante para potenciar la buena salud.
Recuerda que, si bien puedes hacer uso de los recursos digitales, lo que hará posible un verdadero cambio en tus hábitos alimenticios es la constancia y compromiso que tengas con ellos.
De igual manera, no olvides que la alimentación en el trabajo no debe ser aburrida o complicada, hay gran cantidad de ingredientes nutritivos y saludables que son muy ricos. Escoge los que más te gusten y sal de la rutina, tu cuerpo te lo agradecerá.
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