¿Has sentido que poco a poco se te remueven responsabilidades en el trabajo sin razón aparente? En algunos casos esto puede hacer referencia al quiet firing o despido silencioso, una práctica donde se crea un ambiente desfavorable que busca terminar en la renuncia del trabajador. Hoy te hablaremos de cómo detectarlo y afrontarlo.
Piénsalo así: luego de tantos años dedicado a la empresa has asumido un rol y ciertas responsabilidades. Por lo mismo, has decidido pedir un aumento de sueldo, te armas de valor y hablas con tu jefe. Al parecer, todo estuvo bien. Los días pasan y el aumento no se ve. En cambio, comienzan a darse actitudes fuera de lo habitual como que la carga de trabajo disminuye o que te dicen que no es necesario que acudas a esa reunión a la que siempre has asistido.
Empiezas a cuestionarte tu profesionalidad con el paso de los días, repasas una y otra vez qué hiciste mal hasta que la única decisión que ves es cambiar de empleo. Si esta situación se te hace familiar, es probable que hayas sido víctima del despido silencioso. Aquí, todo lo que debes saber: qué es, cuáles son las señales, qué puedes hacer, ¡y más!
¿Qué es el despido silencioso?
El despido silencioso es una forma de deshacerse de empleados que no se adaptan a las necesidades del jefe. Y este, en lugar de darles retroalimentación, comienza a ignorarlos o excluirlos en ciertos proyectos y crea un ambiente hostil que dificulta su desempeño.
Esto demuestra una modalidad “pasivo-agresiva” de dirigir equipos. Así mismo, de acuerdo con la Harvard Business Review, el despido silencioso puede aparecer en diferentes formas, tal como proporcionar los recursos mínimos al trabajador o no premiar su trabajo. En algunas situaciones incluso puede ser sin intención, pero provoca que el trabajador se sienta lo suficientemente desatendido como para marcharse.
En el caso de ser una actitud con intención de parte de la empresa, por lo general ocurre por uno de estos motivos:
- Evitar pagar una indemnización.
- No querer dañar la reputación exterior, en especial si se trata de un alto directivo.
- Proteger la reputación interior, ya que puede ser un trabajador muy querido por sus compañeros.
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¿Cómo puede afectar a la empresa?
En caso de ser una práctica recurrente dentro de la empresa, es normal que los trabajadores se den cuenta de esto y se preparen para cuando les toque su turno. Así pues, algunos problemas que puede acarrear el despido silencioso incluyen:
- Baja productividad general ante la falta de motivación.
- Mal ambiente laboral, dado que las víctimas hablarán mal de la empresa a sus compañeros.
- En algunos casos esto podría llevar a problemas legales y denuncias por mobbing o acoso laboral.
- En caso de que exista un sindicato, este grupo estará muy atento a esta práctica para denunciarla.
- Absentismo con motivo de depresión u otras enfermedades.
- Pago de indemnizaciones por modificación sustancial de las condiciones laborales o por temas más delicados como puede ser el acoso moral.
Lo ideal es que la empresa hable con el trabajador e intente llegar a acuerdos como puede ser la finalización del contrato. En el caso del despido silencioso involuntario, esto se evita siempre que existan líderes que sepan lo que pasa al interior de cada equipo, realicen evaluaciones de desempeño y una valoración adecuada de las necesidades en cada cargo.
Señales del despido silencioso
Algunas de las señales más comunes de despido silencioso son las siguientes:
- No recibes retroalimentación de ningún tipo.
- Notas que no hay apoyo del jefe directo.
- Las ideas o propuestas de tu parte son ignoradas.
- La jornada se te va en tareas que no te ayudan a crecer.
- No te han aumentado el sueldo en más de dos años.
- No te sientes parte del equipo.
- La carga de trabajo es cada vez menor, o mayor, sin motivo aparente.
- Sabes que hay nuevos proyectos, pero no te incluyen en ellos.
- No te invitan a reuniones, eventos o encuentros con otros miembros del equipo.
- Te reubican a un puesto de trabajo de menor rango sin razón.
Si sientes que estás experimentando un despido silencioso, siempre tendrás la posibilidad de expresarlo dentro del departamento de Recursos Humanos o en dado caso frente a otro ente superior que te ayude a escuchar una nueva perspectiva de la situación. A continuación, hablaremos un poco más de ello.
¿Qué hacer si creo que estoy pasando por despido silencioso?
El primer paso para solucionar un problema, sea laboral o no, es reconocerlo y tomar acción para que la situación cambie. Si crees tener evidencias de que lo que está pasando es un despido silencioso, es el momento de tomar una decisión. La primera posibilidad es la de renunciar y buscar una oferta mejor para tu crecimiento profesional, la segunda opción es buscar la raíz del problema e intentar una solución.
Si quieres buscar una solución, debes establecer una línea de comunicación, ya sea con tu jefe o con un rango superior en caso de que ya lo hayas intentado. Esta debe ir encaminada a escuchar o determinar lo que no está causando satisfacción o cuáles son las expectativas que no se están alcanzando. Lo ideal es lograr encontrar soluciones o mejoras en las que todas las partes estén de acuerdo.
Es muy importante establecer esta comunicación teniendo pruebas o registro de lo que consideras evidencias del despido silencioso. Por ejemplo: reuniones que no te invitaron, proyectos en los que no participaste y las ocasiones en las que quisiste hablarlo y no fue posible. Esto con el fin de tener tu posición clara y que no se genere la percepción de que eres tú quien no está cumpliendo con lo que debería.
La falta de comunicación perjudica a todas las partes
La mayoría de acciones negativas por lo general traen consecuencias negativas. El despido silencioso no se queda atrás, pues no sólo afecta la autoestima de la persona que lo sufre, sino que puede alterar la reputación que tenga la empresa, ya sea a nivel externo o dentro del mismo equipo de trabajo.
Parte fundamental del motor de las empresas resulta ser la confianza que tengan sus empleados en ella, pues de esto depende el compromiso, la creatividad y la actitud con la que asuman sus tareas. El despido silencioso puede provocar una degradación de esta confianza de manera irreversible en quienes compongan el equipo en ese momento.
El capital humano es fundamental, por lo que la comunicación debe ser pieza clave para comunicar las expectativas y los objetivos que se esperan alcanzar. Bajo esta idea, siempre se debe tratar a quienes componen el equipo como personas que merecen ser escuchadas y a las cuales también se les debe dar una retribución, sea en dinero, en nuevos retos, en palabras o en actividades motivacionales.
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