Aquí viene una pregunta retórica ¿trabajas desde casa o vives en el trabajo? Sin alentar a que la interrogante se convierta en un problema existencial, la solución es enfocarse a responder cómo desconectarte del trabajo remoto. Aunque conviene primero saber cuáles son los signos que indican que te urge hacerlo.
Señales de que debes desconectarte del trabajo
Trabajar desde casa tiene sus ventajas, ¡porque las tiene! Sin embargo, es posible que no sepamos poner límites entre la vida personal y la laboral cuando todo pasa en un mismo lugar, es confuso y parece que estamos a punto de perder la cabeza. Descubre si te sientes familiarizado con algunos de estos puntos.
- No tienes noción del tiempo. Aunque no sabes con exactitud cuántas horas trabajas durante el día, de seguro fueron más de 8 horas, sobre todo si tienes tareas acumuladas.
- Te distraes con frecuencia y no te permite concentrarte.
- Si tomas un descanso te sientes culpable, ¡aún queda mucho por hacer!
- Cuando estás cenando, piensas en volver a los pendientes, ¡debes adelantar algo más! Y al estar en la cama, revisas el correo, ¡alguien pudo haber escrito!
- Te sientes inquieto al dormir, incluso tienes pesadillas o sueñas con el trabajo.
- Te levantas sobresaltado, olvidaste hacer algo o el día será fuerte.
- Los fines de semanas tratas de ponerte al día.
- Te sientes sobrecargado, pasas mucho tiempo pensando en las tareas que debes hacer.
Hay algunos aciertos ¿no es así? Lo primero que debes comprender antes de avanzar es que te mereces los descansos, no distracciones, tiempo libre para disfrutar, hablaremos de esto a fondo más adelante. Cuando aprendas a despegarte de la faena, el cerebro te recompensará y serás más productivo, descubre cómo hacerlo.
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1. Redefine los espacios
Las divisiones cumplen una función importante, qué cosa hacer en cada espacio es la forma en como el cerebro está educado. Es indispensable que definas tu lugar de trabajo en casa, lejos del dormitorio y del televisor. Si tienes una habitación para ambientar como una oficina, mucho mejor, así podrás cerrar la puerta y apartarte de las distracciones del hogar.
También te será más fácil dejar en ese espacio todo lo concerniente a las responsabilidades laborales, aprende a no sacarlo fuera de ese perímetro. ¡Es hora de comenzar a poner límites!
2. Establece un horario
El hecho de que trabajes desde casa y que permanezcas en el hogar, no significa que debas mantenerte enfocado las 24 horas en las tareas a entregar, en responder los mensajes del cliente o la empresa y en otras actividades relacionadas a esta área.
Establece un horario al que debas ceñirte, ¿a qué hora comienza y finaliza tu jornada? Procura tener intervalos de descanso para desconectarte. En la hora que estableciste para trabajar concéntrate, aleja las distracciones, ten en mente que no podrás posponer las actividades, y que luego te gratificarás con un buen descanso.
Coloca una alarma que indique cuando es tu tiempo de descanso, y también cuando es la hora de almorzar. Antes, los colegas hacían la función de decirte es hora de ¡almorzar, vamos! Pero al no contar con esas señales externas, con facilidad te puedes saltar la comida.
3. Ten un ritual para desconectarte del trabajo
Es momento de parar, de despegarse por completo, de apagar la computadora ¡hemos cumplido! Prométete, no revisar la bandeja de mensajes más tarde, mañana es un excelente día para trabajar, por hoy fue y es suficiente. Deja en esa habitación o espacio todo lo relacionado a las responsabilidades laborales.
Como ritual grita con ánimo ¡he culminado mi trabajo y lo he hecho muy bien! Si lo practicas verás como te sentirás relajado. Le estás enviado un mensaje al cerebro y este entenderá de inmediato. Es tiempo de dedicarte a ti, te lo mereces.
4. Piensa que el descanso es una inversión
Evita las distracciones inconscientes. Detener lo que haces y revisar, solo por unos segundos que luego se convierten en horas, lo que han publicado tus amigos en Facebook o ver las novedades que hay en Instagram, no es un verdadero descanso, te quitará un tiempo valioso que no estás disfrutando.
El cerebro necesita de un descanso para recuperarse y fortalecerse, pero un descanso de calidad, aquel donde disfrutes en su totalidad. Si eres de aquellas personas que consideran que tomarse un tiempo libre es sinónimo de pereza, entonces debes considerar el descanso como una inversión.
Serás más productivo en tu jornada, cuando cada día tomes tiempo de inactividad significativos y necesarios.
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La llave maestra para desconectarte del trabajo es establecer un horario para trabajar, y un horario para disfrutar y conectarte contigo. Respetar tus reglas y enfocarte en lo que estás haciendo hará que al final del día te sientas realizado. ¡Invertir el tiempo de esta forma, es una manera inteligente de planificar!