La onomatopeya es un recurso que no solo se encuentra presente en los textos con carácter literario, también en la vida misma. Imagina, por ejemplo, que te encuentras frente a tu computador, en pleno proceso creativo, y de pronto el: ¡toc, toc! de la puerta te interrumpe. Te levantas, abres, y escuchas un ja, ja, ja de las personas que acaban de llamar a tu habitación. Respiras profundo, y sigues con tu tarea hasta que un ji, ji, ji te vuelve a distraer.
¿Cómo reaccionas ante este tipo de situaciones? Quizás, le pidas de manera muy amable que bajen la voz, ¿cierto? Y en caso extremo, emites un shhh, aunque sabemos que a nadie le gusta que le pidan hacer silencio de esta forma. Es irrespetuoso; por eso, lo correcto es comentarles a los demás que necesitas estar concentrado para que las palabras puedan fluir como tú esperas. Recuérdales que el tictac del reloj avanza y que debes terminar tu pauta a tiempo.
En nuestros párrafos iniciales, utilizamos la onomatopeya para representar de forma escrita algunos sonidos. ¿Te diste cuenta mientras los leías? Si no los visualizaste en tu primera lectura, no te preocupes porque en las próximas líneas te explicaremos en qué consiste este recurso para que empieces a utilizarlo a partir de ahora en tus trabajos. ¿Estás listo?
Onomatopeya: qué es y para qué sirve
Comencemos con las definiciones que nos ofrece la Real Academia Española:
1. f. Formación de una palabra por imitación del sonido de aquello que designa. Muchas palabras como quiquiriquí han sido formadas por onomatopeya.
2. f. Palabra cuya forma fónica imita el sonido de aquello que designa; p. ej., runrún.
En nuestro caso, usamos toc, toc; ja, ja, ja, ji, ji, ji , shhh y tictac. Aunque debes saber que estas no son las únicas expresiones para ambientar tus textos. Existe todo un abanico de opciones que puedes desplegar para redactar historias creativas y conectar con tu público. Nuestra intención es compartirlo contigo, por eso te mostraremos 14 ejemplos. ¡Aquí vamos!
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Ejemplos de onomatopeya en animales
Entre los sonidos más conocidos emitidos por los animales encontramos:
1. ¡Auuu! (aullar de un lobo)
Imagina que te encuentras en un bosque. Estás perdido. Das pasos apresurados. Deseas reencontrarte con tu grupo de excursión. Crees que estás cerca de lograrlo cuando un repentino ¡auuu! te paraliza. Quieres seguir tu recorrido, pero por más que lo intentes, tus pies no pueden avanzar.
2. ¡Croac! (rana)
Cuando viajo a mi pueblo, una de las cosas que más disfruto es la conexión con la naturaleza, sentir su aroma, escuchar sus sonidos. El ¡croac! de las ranas es el que más predomina. Es como una especie de concierto que comienza en la noche, al apagar nuestras luces.
3. ¡Quiquiriquí! (cacarear el gallo)
En nuestra casa no necesitamos activar el despertador. Bartolito se encarga de levantarnos a todos con su tradicional ¡quiquiriquí! a las 5:00 de la mañana. Es inevitable escuchar su canto y no levantarse. ¡Qué energía tiene ese condenado gallo!
4. ¡Guau, guau! (ladrido de un perro)
Mi perro es mi amigo fiel. Cuando llego a casa, no me recibe con un ¡guau, guau! como al resto de la familia. A mí me mueve la cola y se pasea de un lado al otro con mucha alegría. Yo lo abrazo, lo beso y luego le doy su comida.
5. ¡Cri, cri! (grillo)
En mi jardín es normal escuchar el ¡cri, cri! de los grillos. Es como si ellos esperaran ese momento crucial en el que se apagan las luces para ofrecer una melodía a todos los habitantes de la casa. Me gustaría que interpretaran otros ritmos, que no siempre sea el mismo.
Ejemplos de onomatopeya de sonidos humanos
En cuanto a los sonidos humanos tenemos los siguientes:
6. ¡Buuu! (expresión de abucheos)
¿Les ha pasado alguna vez que se encuentran en una obra de teatro y se les olvida el parlamento? ¿Qué han hecho para salir airosos y evitar el ¡buuu! del público? Por favor, envíenme sus comentarios. Quiero estar preparado por si me pasa esta noche.
7. ¡Achís! (expresión de estornudo)
Estaba jugando a las escondidas con mi prima esa noche. Ella tenía mucho tiempo buscándome. Había encontrado el escondite perfecto, al menos esos creía yo hasta que un repentino ¡achís! se me escapó y ella me encontró.
8. Uf (expresión de alivio)
Ese día estaba muy nervioso. Había estudiado mucho. Quería obtener una buena calificación. Las manos me temblaban. Creo que las piernas también. No sé cómo hice, pero caminé hasta el escritorio del profesor y cuando vi mi nota, uf, ¡qué alivio sentí!
9. ¡Yuju! (saludo)
Creo que ya perdí la cuenta de la cantidad de veces que camino distraído por las calles mientras otros me gritan, ¡yuju!, es contigo. No sé, pero siempre pienso que el saludo no es para mí, así que no les presto mucha atención. ¡Qué pena!
10. Shhh (expresión de pedir silencio)
En la biblioteca de mi colegio es muy frecuente escuchar un shhh proveniente de las otras mesas, sobre todo cuando estoy con mis amigos y nos contamos un chiste para relajarnos mientras realizamos nuestras tareas.
Ejemplos de onomatopeyas de objetos
Para terminar, te compartimos el ruido de estos objetos:
11. Tictac, tictac (segundero del reloj)
Sí, ya lo he dicho, una de las cosas que más detestamos los escritores es escuchar en nuestra cabeza el tictac, tictac del reloj. ¿Por qué los segundos pasan tan rápido? ¿Alguien me puede responder esta pregunta? ¡Por favor!
12. Chu, chu (tren)
En las mañanas, mi bebé siempre se emociona cuando escucha en la televisión el chu, chu de “Thomas y Sus Amigos”. Él sabe que ese sonido significa que comenzará en breve una de sus comiquitas preferidas. ¡Su sonrisa es un verdadero espectáculo!
13. Tilín, tilín; tintín, tintín (campanilla)
Todos estaban reunidos en el comedor. Había mucha tensión. Ellos iban a confesar el secreto que por tanto tiempo habían guardado cuando de pronto un tilín, tilín; tintín, tintín, interrumpió la tan esperada confesión.
14. ¡Plas, plas! (aplausos)
La obra concluyó. Estaba muy nervioso. Era su primera presentación. No sabía cómo iba a reaccionar el público, si les iba a gustar su trabajo. De repente, alguien se levantó de su puesto y se escuchó un ¡plas, plas! Todos los ovacionaron. Él sonrió al ver el resultado.
Aspectos adicionales que debes conocer
Si te gustaron nuestros ejemplos, te compartimos algunos datos extras que debes tener en cuenta:
- Este recurso es muy utilizado en cómics e historietas.
- Su intención es hacer que los textos sean más expresivos.
- Aunque las comillas no son necesarias, sí debes usarlas si la expresión la dijo algún personaje.
- El tictac, tictac del reloj es una de las más conocidas en el mundo.
¡Incluye este recurso en tus textos!
Como hemos visto, la onomatopeya es una herramienta muy valiosa que puedes emplear para que el lector perciba esos sonidos que tú quieres que escuche. La idea es que lo invites a vivir ese momento de tu historia como si estuviera presente, como si fuera un personaje que está dentro de tu relato. Recuerda que tu objetivo como escritor es atrapar al público, conectar con él. ¿Te animas a utilizar estas palabras en tus próximas publicaciones? ¡Esperamos que sí!