Fomentar la puntualidad en una empresa puede ser un factor determinante en la productividad de los equipos y en la cultura laboral de la misma. Sin embargo, es un asunto retador, dado que ser puntual es un hábito personal atado a rutinas y estilos de vida. La buena noticia es que, como todos los hábitos, este puede ser inculcado y fortalecido.
Es decir que como empleador o líder puedes modificar la conducta de tus colaboradores frente a la puntualidad. Para ello es importante primero entender que, en el ámbito laboral, ser puntual va más allá de iniciar y terminar la jornada en el horario convenido. También se trata de presentar los proyectos en las fechas de entrega convenidas y atender a las reuniones a tiempo.
Esa disciplina, sin duda, facilita que cada empleado cumpla con sus responsabilidades y, en consecuencia, permite que en los equipos se viva un ambiente orientado a resultados y más colaborativo. Veamos, entonces, algunas formas de gestionar la puntualidad:
1. Gestiona la felicidad en el entorno laboral
Cuando el trabajo genera felicidad, los empleados están motivados y trabajan con más entusiasmo. Así, es más probable que las personas tengan interés en ser puntuales y cumplir con oportunidad sus responsabilidades. Por el contrario, si el ambiente laboral es tenso e inspira estrés y malestar, trabajar se siente como una obligación. Nadie quiere llegar a tiempo a eso, aunque deba hacerlo. ¿Cierto?
Si bien es imposible que un empleador controle todos los aspectos que generan felicidad a sus empleados, sí puede incidir en lo que tiene que ver con el trabajo. ¿Cómo lograrlo? Acá algunas ideas prácticas:
- Dar retroalimentación y reconocimiento.
- Abrir espacios de esparcimiento presenciales (cuando sea posible para los empleados remotos).
- Incentivar las pausas activas.
- Ofrecer incentivos que motiven.
- Ser empático con las situaciones individuales.
2. Involucra a tus colaboradores en los procesos
El sentido de pertenencia es un sentimiento que inspira lealtad y compromiso. Eso se refleja en actitudes positivas hacia el trabajo como la puntualidad. Involucrar a los empleados en los procesos, en la definición de estrategias y la toma de decisiones es un mecanismo que contribuye a ese sentimiento.
En otras palabras, demuéstrale a los empleados que no solo esperas resultados tangibles de su parte, sino también sus aportes en otros niveles. Que no se limiten a entregar sus tareas, sino que además den ideas, participen en las discusiones de los procesos y conozcan los detalles de la operación (tanto como sea posible para cada rol).
Así los involucras y los hace sentir parte importante de la compañía. Con esto, aunque la puntualidad no mejore a causa de otros factores, igual estarás recibiendo beneficios.
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3. Sé flexible para fomentar la puntualidad en tu empresa
Desde el punto de vista de los empleados, una de las principales ventajas del trabajo remoto es la flexibilidad. Las empresas deben comenzar a tener más claridad sobre cómo esas ventajas las benefician.
Hemos dicho arriba que la puntualidad no se trata únicamente de cumplir un horario. De hecho, en los trabajos remotos es imposible tener absoluta certeza de que el horario se respeta. Esta es más una cuestión de confianza y de entrega de resultados. Por lo tanto: ¿qué caso tiene ser inflexible con ese asunto?
La verdad es que, aunque parezca contradictorio, manejar horarios flexibles aumenta las posibilidades de que los empleados atiendan sus labores en los tiempos convenidos. Además, en muchos casos, mejora la productividad porque inspira la responsabilidad de corresponder al beneficio que la empresa da con el manejo del tiempo.
4. Asegúrate de dar claridad frente a los horarios y tiempos de entrega
Suele suceder que las personas incumplen reglas solo por el hecho de que las desconocen. Este podría ser el caso de tus colaboradores. Para fomentar la puntualidad en tu empresa, asegúrate de que tu equipo tenga claras las condiciones del trabajo.
Dichas condiciones se refieren tanto a los horarios de ingreso y salida, como a los términos en que se deben reportar ausencias o solicitar permisos y vacaciones. También es importante, a la hora de asignar tareas, indicar la fecha o momento en que se requiere el producto. Así, no habrá excusas para llegar tarde.
5. Crea un ambiente puntual siempre que sea necesario
Mencionamos que la flexibilidad favorece tanto al empleado como a la empresa, pero también es cierto que debe tener límites. Es necesario poner límites en situaciones específicas que no tienen que ver con el horario laboral, pero sí requieren puntualidad.
Tal es el caso de las reuniones, eventos u otros compromisos en los que hay una agenda compartida. En esos momentos, la impuntualidad afecta tanto a las demás personas, como al desarrollo de la actividad. Por ello conviene ser firme en respetar el tiempo propuesto para cada asunto.
Con este límite, se envía un mensaje de que el manejo del tiempo es una habilidad importante para la empresa. Además se crea consciencia sobre su aporte a la productividad y también sobre el respeto por el tiempo de los demás.
6. Ataca el problema a tiempo
Cuando evidencies que la impuntualidad es un asunto recurrente que se está tornando problemático, lo recomendable es afrontar la situación de manera directa con la persona o personas involucradas. Pues, dejar pasar el tiempo sin intervenir enviará un mensaje errado al equipo.
No se trata de hacer amonestaciones o amenazas, sino de comprender la situación, traer al presente las condiciones del trabajo y llegar a nuevos acuerdos, si es necesario. Este proceso es importante porque si no conoces la causa, será más difícil encontrar la solución.
Imagina los siguientes casos:
- Tu equipo llega siempre tarde a las reuniones, porque nunca comienzan a tiempo.
- Una colaboradora inicia la jornada una hora después que el resto del personal, porque debe antes llevar a su hijo al colegio.
- No se están cumpliendo las fecha de entrega porque hay sobrecarga de trabajo.
- Una persona se siente desmotivada y no le preocupa ser impuntual.
Aunque las condiciones de trabajo deben ser claras y comunes a todos, puede haber excepciones y acuerdos que garanticen el bienestar del empleado como su rendimiento en sus labores. Así, cada caso mencionado tendría un tratamiento particular, ¿no crees?
En todo caso, lo fundamental es tener las conversaciones de manera oportuna, estar abierto a escuchar y tomar las medidas que en realidad lleven a fomentar la puntualidad en la empresa.
7. Da ejemplo para fomentar la puntualidad en tu empresa
Sin el ejemplo es muy difícil ver cambios y experimentar resultados positivos. Un empleado no iniciará temprano su jornada, si su jefe no lo hace. Un equipo no tomará en serio las fechas de entrega, si la empresa no las respeta. Así, podríamos nombrar varias situaciones en las que el ejemplo lo es todo.
Los líderes de las organizaciones deben inspirar y motivar los hábitos positivos. Por lo tanto, si quieren fomentar la puntualidad en su empresa, deben comenzar por dar ejemplo. Este es un mensaje que se debe enviar desde las áreas de recursos humanos y desde los niveles más altos de las compañías para conseguir un efecto real.
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Fomentar la puntualidad en la empresa es mejorar en todos los niveles
La puntualidad es un hábito integral que refleja el compromiso y responsabilidad de los empleados de cualquier empresa. Conseguir que tus colaboradores lo vean de esa manera es darles el impulso que necesitan para mejorar en ese aspecto.
Asimismo, evidenciar que la productividad y los resultados del trabajo se ven afectados les dará la motivación para ser persistentes en el nuevo hábito. Por último, cultivar un entorno laboral puntual, hará que todos los miembros de la organización marchen con el mismo ritmo de manera natural y positiva.
Además, los beneficios de la puntualidad en el trabajo pueden trascender a otros ámbitos. Por ejemplo, una persona que comienza su jornada a tiempo, puede de igual forma terminar temprano para dedicarse a sus hobbies o a su familia. También si trabaja de manera oportuna, no sufrirá estrés por cumplir con las entregas, y más.
Los ejemplos abundan, pero creemos que el punto está claro: fomentar la puntualidad en la empresa es mejorar en múltiples factores. Por suerte, las estrategias para lograrlo no requieren recursos ni esfuerzo, solo determinación.