Cuando estás chico una de las primeras lecciones que recibes es que “mentir es malo“. Luego, a medida que creces miras entre ojos a los adultos porque lo has pillado mintiendo, es un momento confuso, ¡tenemos que admitirlo! A partir de allí, te explican que hay mentiritas piadosas y mentiras inaceptables.
Sí, con esa última lección sí deberíamos quedarnos. A estas alturas de la vida sabemos que hay mentiras que te llevan a otra y destruyen la imagen, e incluso la vida. Pero, digamos que hay momentos en que sí es bueno escuchar al diablito que nos está murmurando al oído.
Te mostramos cuándo no tienes alternativa más que mentir en una entrevista de trabajo.
1. Habilidades que no posees, pero puedes aprender rápido
Debes tener cuidado con este consejo, porque tienes que estar seguro de que eres capaz de aprender la habilidad que están solicitando. Si puedes adquirir el conocimiento navegando un poco o viendo algunos tutoriales, entonces podrías reclamar la habilidad que no posees (¡por ahora!).
Siempre debes tener la certeza de que lograrás aprenderlo antes de ser contratado. Digamos que estaría bien mentir en tu entrevista de trabajo sobre que sabes manejar bien Excel a pesar de tener un conocimiento básico, ya que lo puedes solucionar con algunos cursos en línea.
De lo contrario… sabes qué ocurrirá. Por muy entusiasmado que estés por el empleo, ¡no lo hagas! Es mejor decir la verdad sobre ello. Hay cargos cuyo requisito principal es el manejo de un programa, así que el trabajo se enfocará en su totalidad en saber utilizarlo.
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2. Resaltar los cargos
Todos hemos tenido un empleo donde la descripción de sus actividades no es tan impresionante. ¡Vamos! Quizás fuiste el mejor repartidor de periódico que jamás hayan visto. Procura resaltar los aspectos donde diste un valor agregado, e intenta ajustarlo a la habilidades para el puesto por el que te estás postulando.
Si has trabajado duro y sabes que tendrás la misma actitud en tu futuro trabajo, ¿por qué no enfatizar en lo que hemos sido buenos?
3. Tu mayor debilidad
¿Quién es honesto con esta pregunta? En el momento en que empezamos a sudar frío, aparece el diablito rojo “¡no puedes decir que eres un desastre, por favor!“. Es decir, nadie se atreve a revelar que su mayor debilidad es la falta de atención a los detalles o no aceptar los comentarios con agrado.
Se debe ser astuto y comentar una debilidad que en realidad no afecta tu capacidad para ejecutar las labores y enfatizar que estás mejorando en ello. Aunque sabes que debes trabajar en aquella debilidad, que no revelas, pero estás consciente que está ahí.
No hablar sobre tu kriptonita no es lo peor que puedes hacer, cuando en el entorno laboral que intentas ingresar se enfoca en ser proactivo, creativo y ser consciente de sí mismo.
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4. ¿Qué piensas de tu excompañeros y antiguo jefe?
“¡Qué los odio a todos!”. Puede que este sea tu primer pensamiento, porque fue una pesadilla trabajar en ese lugar con su pésima cultura laboral. Quizás sea el motivo principal por el que renunciaste, pero ser sinceros en este punto, desencadenará vibraciones negativas para nada necesarias y que la verdad, podrían poner un velo a todo lo positivo que tienes para ofrecer.
Debes tener en mente que tu entrevistador te está evaluando a ti, no a tus antiguos compañeros o jefes. Pregúntate “¿puede él verificar que mis excompañeros fueron detestables?”. Exacto, no pierdas el tiempo ahí.
5. Tus intereses
Bueno, me encantan las hamburguesas, ver Netflix y doramas. Siendo sinceros, no son relevantes o digamos suficientes. Aunque tampoco estamos diciendo que te conviertas en un charlatan y describas intereses sosfisticados. Pero si vas a hablar de tus aficiones, procura mencionar aquellas que están relacionadas con el trabajo o la cultura de la empresa.
6. Mencionar cada lugar en los que has trabajado
Una buena estrategía es no mencionar aquel trabajo que terminó mal. Todos hemos tenido malas y buenas experiencia, menciona solo aquellas cuyas habilidades son afines al cargo que deseas ocupar y que han resultado una positivas.
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Mentir en una entrevista de trabajo a veces es necesario, podría darte un pequeño impulso. Solo asegúrate de que lo que vayas a decir no comprometa tu imagen si llegases a ser contratado, en cuyo caso no fue en realidad una mentirita piadosa sino una mentira inaceptable.