Cuando las tareas no representan un desafío y podrías hacer el trabajo de tu jefe, estás ante dos señales de que estás sobrecualificado para tu trabajo. Pero por supuesto que no son las únicas. Hay otras que te harán exclamar «¡es cierto!, así me siento». O tal vez no. Sea cual sea el caso, es mejor que verifiques de qué lado te encuentras.
1. Estás aburrido
Las tareas son pan comido. Puedes hacerlas con los ojos cerrados o atado como Houdini. Pero no soportas el aburrimiento. Ansías un reto, en el que dejar tu mente y corazón.
Si te sientes así, estás sobrecualificado para tu trabajo actual. O hablas con tu jefe o tomas una decisión más radical. ¿Por qué? Porque se trata de un empleo que no te satisface en lo profesional, y esto, tarde o temprano, pasa factura.
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2. Necesitas una carga de trabajo superior
Por lo general, el problema es que el tiempo no alcanza para cumplir con la carga laboral. Sin embargo, hay quienes terminan sus tareas antes del final de la jornada y tienen que solicitar más.
¿Estás dentro de este grupo? ¿Sí? Entonces, la palabra que te define comienza por ‘s’ y termina en ‘o’. ¿Pero qué puedes hacer? En caso de que desees conservar el empleo, siéntate con tu jefe y pídele una mayor carga de trabajo. Sin embargo, de no ser posible, deberías considerar comenzar a buscar un nuevo empleo.
3. Podrías ser el jefe
En la mayoría de los casos, el jefe no solo es quien te asigna tareas y supervisa que las hagas, también cumple el papel de mentor. El problema de los sobrecualificados está cuando tienen un superior del que no pueden aprender. Esto, además de confusión, genera la necesidad de encontrar un empleo en el que tú seas el jefe, y puedas compartir lo que sabes con tus subordinados.
4. No aprendes
Este punto está muy relacionado con los anteriores. Ya que no tener un jefe que actúe como mentor y te enseñe nuevas cosas, y no recibir tareas desafiantes que estimulen tu análisis, creatividad y capacidad para resolver problemas, deja poco espacio al aprendizaje. En este caso, podrías tomar uno de dos caminos; escalar en la empresa a un puesto que cumpla con tus expectativas de sobrecualificado, o buscar un nuevo empleo.
5. Tienes una visión más amplia que tus compañeros y jefes
¡Alerta roja! Esta es una de las señales inequívocas de que estás sobrecualificado. ¿Eres «demasiado creativo, arriesgado o… visionario»? Estas frases que hacen mella en tu ser, suelen estar acompañadas de una negativa a una idea que apuntaba a un panorama más amplio, y que la empresa considera cualquiera de los tres adjetivos anteriores.
En ese sentido, considera renunciar y buscar un empleo en una empresa con una cultura que comparta tus valores e ideales. Después de todo, la visión debe aplaudirse, no limitarse o ser silenciada.
6. Sueles quedarte en silencio
Por miedo a ser etiquetado como «el sabelotodo», has preferido limitar tus intervenciones en reuniones y chats. Sí, los sobrecualificados pasan por eso y no quiere decir que esté bien.
Así mismo, puede ser tanto cosa de un momento, como volverse constante. En este último caso, debes revisar la situación con lupa, preguntarte si te sientes cómodo y tomar una decisión. Puesto que limitar tus opiniones por las posibles reacciones negativas de tus compañeros y jefes, denota un ambiente laboral tóxico.
7. Tienes el mejor desempeño del equipo
Cuando terminas las tareas en un santiamén, pides una mayor carga laboral y, en general, tu desempeño es superior al de tus compañeros, estas sobrecualificado. Dependiendo del ambiente laboral de la empresa, esto podría contribuir a lo anterior y a otros problemas que hay personas que no saben gestionar.
Sin embargo, si te perjudica, deberás hablar con tus compañeros, jefe e incluso el Departamento de Recursos Humanos. Y si la solución no mejora, ¡ya sabes qué hacer!
¡Puedes encontrar trabajo si estas sobrecualificado!
Es posible que el miedo radique en la posibilidad de no encontrar otro empleo. Pero destierra este pensamiento de tu mente, ya que el internet abre puertas a otros mercados en los que es posible que tus conocimientos y experiencia sean valorados y explotados (en el buen sentido).
Deja las inseguridades atrás y si no te sientes cómodo con tu trabajo actual, vuelve a echar un vistazo a las señales de que estás sobrecualificado, y con la certeza toma la decisión de comenzar tu búsqueda laboral.