Con las altas temperaturas, es difícil no imaginarse en la tumbona de una piscina con una bebida refrescante. Pero esta no será la única alberca en la que querrás estar. Sea que estés buscando trabajo o candidatos, te interesa estar dentro o tener un «talent pool».
Traducido como «banco o grupo de talentos» (sí, se pierde toda la diversión), es una herramienta que disminuye los tiempos de contratación e incorporación, y puede mejorar la reputación de la empresa. Veamos qué es, cuáles son sus beneficios y cómo crearlo.
¿Qué es un «talent pool»?
Es una base de datos de candidatos que cumplen con los requerimientos para cubrir una futura vacante en la organización. «¿Y quiénes la integran?». ¡Excelente pregunta! Ya que el Departamento de Recursos Humanos incluye a:
- Trabajadores actuales (que podrían ser considerados para una promoción o cambio de área).
- Candidatos de procesos de selección anteriores.
- Candidatos recomendados.
Eso sí, se debe tener en cuenta la experiencia previa de los candidatos con la empresa debe ser buena, porque, de otro modo, es posible que no sean receptivos a un nuevo contacto.
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¿Cuándo es necesario tener un «talent pool» en la empresa?
Si eres reclutador, debes saber que no siempre debes contar con un «talent pool» (a pesar de su gran utilidad). Sin embargo, existen casos en los que resulta más eficiente. Por lo general, esto ocurre en los siguientes escenarios:
- La empresa crece con rapidez.
- Los puestos tienen una alta rotación.
- Se necesita disminuir los tiempos de contratación.
- Se requiere cubrir puestos especializados.
- La empresa maneja trabajos temporales.
¿Qué ventajas tiene?
Hasta ahora solo hemos mencionado algunas de las bondades de tener un grupo de talentos… Llegó el momento de profundizar en cada una y que determines si es para ti.
- Reduce el tiempo y los costos de contratación. Cuando cubres una vacante con un trabajador de la empresa, un candidato que ya ha demostrado interés o un referido, se reduce el tiempo y los costos de contratación, porque no se debe acudir a una agencia o bolsas de trabajo, que siguen un proceso y tienen tarifas establecidas.
- Agiliza y acelera el proceso de incorporación. Dado que el candidato es conocido para la empresa, el proceso de incorporación suele ser más rápido.
- Mejora la reputación de la empresa. A los candidatos no les gustan los procesos de contratación e incorporación largos y tediosos. Todo lo contrario, con un «talent pool», los tiempos se reducen, lo que mejora su experiencia y opinión de la organización.
- Existe una mayor disponibilidad de candidatos. Al tratarse de una base de datos, compuesta por postulantes de diferentes fuentes, cuando surge una vacante, se tiene a la mano a una serie de posibles candidatos.
- Facilita el trabajo del departamento de Recursos Humanos. No buscar un candidato desde cero, alivia la carga de los reclutadores. Así mismo, se reduce el contacto y el trabajo con las agencias o bolsas de trabajo, y el proceso de onboarding es mucho más rápido.
¿Cómo crear un «talent pool»?
Para desarrollar tu propio banco de talentos, puedes seguir los siguientes pasos:
1. Ten en cuenta los objetivos de la empresa
Para encontrar al talento adecuado, primero hay que saber qué busca la empresa. ¿Quiere vender más? ¿Necesita gente que sepa manejar ciertos programas? Al conocer sus objetivos, es posible dar con las personas que ayudarán a alcanzarlos.
2. Identifica el talento disponible
El siguiente paso es revisar qué habilidades tienen las personas que ya trabajan en la organización. Esto te ayudará a saber si necesitas contratar a alguien con nuevas habilidades o si se puede trasladar o capacitar a un talento que ya tienes.
Es posible que debas trabajar mano a mano con el manager de cada área y en el proceso, ir creando una base de datos que te permita tomar las mejores decisiones.
3. Crea programas de capacitación
Es importante capacitar a los trabajadores, tanto a los que ya están en la empresa como a los que se incorporan. Así, todos aprenderán a hacer bien su trabajo y podrán crecer dentro de la empresa.
- A los trabajadores activos se les enseñan cosas nuevas y se les ayuda a mejorar, mientras siguen con sus tareas diarias. Podrían aprender de otros compañeros más experimentados o de un jefe o mentor que los guíe.
- Por su parte, a los que se incorporan, se les debe enseñar todo lo que necesitan para empezar a trabajar en la empresa. Se les explica cómo hacer las cosas y se les proporciona la información que necesiten.
4. Cuida tu «talent pool»
Finalmente, para que el banco de talento funcione, se deben mantener contentas a las personas que podrían trabajar contigo. Así, seguirán interesadas en la empresa y sabremos quiénes son los mejores candidatos.
- En el caso de los que todavía no trabajan en la organización, habla con ellos seguido para contarles sobre las nuevas oportunidades de trabajo, y para que sepan cómo van las cosas.
- Y a los que ya trabajan en la empresa, pero podrían cambiar de puesto, ayúdalos a crecer dentro de la empresa y supervisa cómo van mejorando en su trabajo.
¡Haz del «talent pool» tu arma secreta!
Recuerda que si bien es cierto que puedes hacer tu base de datos en Excel, también te puedes simplificar aún más la vida con herramientas como Bizneo. Así mismo, asegúrate de crear expectativas realistas en los candidatos y tanto proveer como solicitar feedback.
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