Llevar el trabajo a la casa no es algo sencillo. Después de todo, este es un lugar asociado al descanso y en el proceso de adaptarte, eres más propenso a cometer equivocaciones. Te mostramos cuáles son los errores más comunes al trabajar desde casa y cómo evitarlos. En general, podrías estar siendo menos productivo y dando una imagen poco favorecedora a tus empleadores. Algo que sin duda, ¡no quieres!
1. Trabajar en pijama
No tener que arreglarte para ir a la oficina pareciera ser una de las mayores ventajas del teletrabajo. Sin embargo, está demostrado que trabajar en pijama puede empeorar tu salud mental. Así mismo, está vinculado con sentirte más cansado y, por ende, ser menos productivo.
En ese sentido, no es necesario que uses un atuendo elegante para trabajar en casa, pero sí es importante que te alistes como si fueras a salir. De este modo, tu cerebro entrará en un estado de alerta con el que conseguirás sentirte mejor y estar más activo al momento de cumplir con las responsabilidades laborales.
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2. Trabajar en cualquier lugar
A pesar de lo tentador que puede ser quedarse trabajando desde la cama, esto puede afectar tanto la salud como el rendimiento. En general, la cama está asociada al descanso, pero realizar otras actividades, como trabajar, conlleva a que el cerebro permanezca en un estado de vigilia que afecta la calidad de sueño, los niveles de energía y la productividad. Así mismo, existe evidencia científica de que la mala postura puede causar dolor e incluso la aparición de un trastorno musculoesquelético.
Por esta razón, si tienes una habitación extra en casa, adáptala para que funcione como una oficina. Sin embargo, si no cuentas con esta ventaja, ¡no desesperes! Busca un lugar con buena luz y ventilación que sea poco transitado por tu familia. También puedes avisarles que has decidido usar una zona como oficina, y que deben respetar este espacio, así como los momentos en los que te encuentres trabajando.
3. Alternar tu rutina de trabajo
Todos somos diferentes. Algunos son más productivos con los primeros rayos del sol, mientras que otros sienten que pueden hacer más cosas cuando cae la noche. Sea cual sea tu caso, crea una rutina e intenta apegarte a ella. Cuando trabajas unos días en el horario diurno y otros en el nocturno, o pretendes trabajar durante toda la noche y continuar haciéndolo en la mañana, corres el riesgo de perjudicar tu salud y productividad.
Por otro lado, ten presente que si te lo propones, puedes adaptarte al horario que más te resulte conveniente. Así, una persona nocturna puede convertirse en una matutina y viceversa.
4. Te distraes con facilidad
Si bien es cierto que una de las ventajas del teletrabajo es que puedes ser flexible con el horario, una jornada llena de interrupciones lo único que conseguirá es que pases todo el día pensando en lo que no has hecho. Y luego, cuando te toque el momento de ir a descansar, lo harás con culpa, ya que no cumpliste con las responsabilidades.
En tal sentido, aléjate de este tipo de errores y establece un horario para trabajar en casa. Ten en mente que no deben ser 8 horas seguidas, por el contrario, puedes dividir tu jornada en bloques. Una buena forma de hacerlo es implementar la técnica de pomodoro, que consiste en bloques de 25 minutos de concentración y 5 minutos de descanso.
5. Trabajar sin estar consciente de lo que lograste
No hay nada más frustrante y agotador que pasar todo un día trabajando y que cuando te vayas a descansar, no sepas con certeza qué fue lo que hiciste. Por esta razón, no comiences a trabajar sin antes tener claro qué es lo que tienes que hacer o cuáles son las tareas primordiales, ni tampoco termines tu jornada sin saber qué fue lo que lograste hacer ese día.
Una buena forma de llevar un control es utilizar herramientas como Trello, Asana o ClickUp. Con ellas podrás crear tareas y marcarlas como pendientes, en proceso, completadas o cualquier otro estado que prefieras.
6. Creer que el home office no es alcanzable para ti
Solo porque tuviste una mala conexión a internet o el computador portátil se te quedó pegado durante una videollamada, no quiere decir que no estás hecho para el teletrabajo. ¿O es que nunca tuviste un problema técnico en la oficina? Es probable que más de los que puedas recordar y eso nunca fue un impedimento para que te levantaras el día siguiente y fueras a dar lo mejor de ti.
Más aún si estás en casa. Todos estos problemas de conexión y de dispositivos tienen una solución. Avócate a conseguirla y reagenda la videollamada. Además, una forma de prevenir estos inconvenientes es revisar el dispositivo y la conexión con tiempo.
7. No pensar en el after office
Así como la jornada necesita un inicio, aplica lo mismo con un cierre. Por ello, parte de la organización es establecer una hora en la que el trabajo termina y crear una rutina es la forma más eficaz de poder desconectarte del trabajo y sus actividades. Puedes darte un baño o preparar un rico snack como forma de decirle al cerebro que el trabajo acabó por hoy.
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Aunque sea difícil adaptarse para trabajar desde casa y haya algunos errores que no puedas evitar cometer, siempre haz tu mejor esfuerzo. Para ello, sigue nuestros consejos y (¿por qué no?), únete a la familia de WeRemote. Estamos buscando profesionales como tú que siempre se reinventan y quieren mostrar lo mejor de sí mismos.