¿Te imaginas vender un producto sin manipularlo o sin siquiera tener inventario? ¡Es posible! Este es un modelo de negocio que está en auge y que ha funcionado muy bien para emprendedores con poco capital y sin espacio para almacenar inventarios. Se llama dropshipping y en este artículo te explicaremos todo lo que debes saber.
¿Qué es y cómo funciona el dropshipping?
El dropshipping es un modelo de negocio en el que el vendedor cumple las funciones de intermediario entre el productor o mayorista y el cliente final. Como intermediario, se ocupa de recibir la orden de compra y escalar el pedido. Por su parte, el mayorista es quien se encarga de toda la logística del manejo de inventario y envíos.
En términos prácticos, cuando haces dropshipping, tienes una tienda online, tu cliente compra artículos a través de ella, tú remites la compra a tu proveedor y este le hace llegar el producto al comprador. La postventa es responsabilidad tuya, ya que el cliente es tuyo. Y tu ganancia está en el margen de diferencia entre los precios de venta que das a tu público y los precios de compra que has acordado con el mayorista.
Aunque en términos generales suena fácil y, en realidad, sí es una alternativa sencilla para iniciar un negocio online, es mejor conocer todos los detalles. A continuación explicaremos cómo funciona el dropshipping, para que tengas bien claro qué es y puedas saber si es el modelo de negocio electrónico adecuado para ti.
Proceso de dropshipping
El proceso para desarrollar un negocio dropshipping cumple los siguientes pasos:
- Definir el o los productos. Aunque la recomendación es focalizar tu tienda en un segmento y tipo de producto, en la práctica no hay restricciones. Puedes incluir todos los productos que desees en tu oferta.
- Escoger proveedores. Para ejercer como intermediario, necesitas conectarte con los productores o mayoristas que trabajarán contigo como proveedores. Es importante analizar bien cualquier tipo de alianza y no vincularte con cualquiera. Asegúrate que sea confiable y ten más de un proveedor, para estar cubierto en situaciones especiales. Recuerda que ante cualquier inconveniente con la disponibilidad o entrega de un producto, tú serás quien deba responder al cliente.
- Creación de la tienda online. Como minorista, debes construir tu propio e-commerce. Esa será tu vitrina y también el canal principal de contacto con tus clientes.
- Promocionar. Un paso más que obvio y necesario, ¿cierto? Tienes que ejecutar las estrategias necesarias para que la gente llegue a tu e-commerce y comience a comprar.
- Vender. En este paso comienza la dinámica real del dropshipping. El cliente realiza la compra y te paga directamente a ti como minorista.
- Escalar el pedido. Una vez se concreta la venta, el minorista escala la orden a su proveedor de confianza, pagando al precio acordado.
- Alistamiento y despacho del producto. El proveedor o mayorista alista y envía el producto según las condiciones de la orden de compra.
- Postventa. Si la entrega o el producto en sí no cumplen la promesa de venta (calidad, cantidad, tiempo, entre otras condiciones pactadas con el vendedor minorista), deberás atender los reclamos o inquietudes del cliente. Si todo marcha bien, puedes ejecutar acciones de fidelización de clientes para continuar vendiendo.
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Ventajas del dropshipping
Un proceso tan sencillo es de por sí una ventaja en cualquier emprendimiento. Y ese es sólo uno de los pros que tiene este modelo de negocio. Te hablaremos brevemente de otros cinco:
- No requiere mucha inversión inicial. Del procedimiento que hemos descrito habrás deducido que, para comenzar, la inversión principal será en la construcción del e-commerce y luego, quizás, algo en publicidad o promoción del mismo.
- No requiere manejo de inventario. De acá derivan múltiples beneficios. Entre ellos: no tendrás que asumir gastos de abastecimiento, ni de obsolescencia. Tampoco necesitarás espacio de almacenamiento, ni llevar controles.
- Evitas asuntos logísticos. Esta es tarea del mayorista.
- Es trabajo remoto 100 %. Puedes gestionar tu negocio desde casa o desde el lugar que prefieras. Solo debes garantizar tu conexión a Internet para mantener la comunicación con clientes y proveedores.
- Puedes aumentar ventas sin aumentar significativamente el trabajo. Cualquier negocio que va creciendo, implica un aumento en el volumen de trabajo, más personal de apoyo y más dedicación en general. En el modelo dropshipping, no es así. Si tus ventas aumentan, lo lógico es que vas a tener que prestar más atención a la actividad de tu e-commerce y, quizás, más proveedores. Pero, en términos prácticos, tus tareas serán las mismas.
Desventajas del dropshipping
El dropshipping es una oportunidad de negocio muy tentadora, en especial para quienes no tienen experiencia. Si estás considerando con determinación comenzar tu propio e-commerce, recuerda que siempre hay riesgos y complejidades que deben ser valoradas. A continuación mencionamos algunas de las desventajas de este modelo:
- Malos márgenes de ganancia. La principal causa de esta realidad es la competencia. Las facilidades para iniciar un negocio de dropshipping hacen que muchas personas abran sus tiendas online. Y como la inversión inicial es tan baja, pueden vender a precios muy accesibles y operar con poco margen de ganancia. En consecuencia, no podrás fijar precios que te brinden el retorno que esperas. Deberás funcionar con base en el mercado.
- Atención de reclamaciones. Esta es una de las desventajas más temidas del dropshipping, pues implica asumir la responsabilidad por asuntos fuera de tu control. En este modelo, no existe contacto entre tu cliente y el despachador. Ante cualquier error, demora o mal manejo en la logística de entrega, tú eres quien recibirá la queja y quien deberá responderla. En paralelo, podrías lidiar con el proveedor, pero eso no te evitará darle la cara al cliente.
- Dependencia de los proveedor. Tu negocio depende en grandísima medida de los proveedores, tanto en logística como en disponibilidad de mercancía. Es fundamental hacer seguimiento para validar stock, invertir en un sistema para sincronizar inventarios (cuando sea posible) y gestionar lo necesario para que no falten los productos que ofreces en tu e-commerce, en especial cuando trabajas con varios proveedores.
- Gastos de envío. El costo del envío debe estar incluido en la cuenta de tu cliente. Calcular el valor de un envío normal puede ser sencillo. La cosa se complica cuando trabajas con varios proveedores y tu comprador adquiere artículos de diferentes fuentes. Lo ideal es que ese costo adicional no se le traslade al cliente. Es decir, él debería pagar un solo envío, incluso si recibe varios paquetes independientes, y tú deberías asumir los cobros adicionales.
¿Te lanzas o no?
Como ves, a pesar de las múltiples ventajas y facilidades del dropshipping, nunca hemos dicho que se trate de un negocio libre de preocupaciones o que se maneje solo. La decisión de lanzarte o no a abrir tu e-commerce y vender debe ir acompañada de la determinación de hacer un trabajo que te diferencie y te permita ampliar tus márgenes lo más posible en medio de tanta competencia.
Entonces, lánzate si tienes clara esta condición. Luego, recapitula y define tu nicho, producto, proveedor, estrategia de mercadeo y de servicio. Lo demás es fácil.
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