Se habla mucho del miedo a la hoja en blanco, pero hay algo mucho peor que la dificultad para encontrar una idea y es la falta de ganas. Es algo bastante común, así que te traemos algunos consejos para escribir cuando no tienes ganas.
Hay períodos en los que somos prolíficos, escribimos varios días seguidos y estamos entusiasmados con la escritura. Sentimos que las ideas fluyen y nos gusta lo que hacemos. Pero es normal que también tengamos períodos en los que nos cuesta arrancar. Un día no escribimos, al día siguiente tampoco sentimos las ganas de hacerlo. Los días pasan y cuando nos damos cuenta, hace un mes que no avanzamos en ninguna historia.
Y cuanto más tiempo pasa, más difícil es volver a entusiasmarse. Eso nos hace sentir culpables porque sabemos que necesitamos escribir, ya sea por la pasión que tenemos por la escritura, o porque tenemos obligaciones que cumplir. Si estás atravesando uno de esos períodos negros, estos consejos para escribir cuando no tienes ganas pueden serte de gran ayuda para cortar la mala racha.
1. Tu ambiente creativo
Cada uno tiene un ambiente ideal que potencia su creatividad. ¿Cuál es el tuyo? Por ejemplo, yo prefiero escribir estando solo, con música en inglés para no distraerme con la letra, y mis historias fluyen mejor si hago el primer borrador en papel. Pero algunas veces el murmullo constante y anónimo de una cafetería también me ayudan a entrar en la zona.
Hay escritores que han creado toda su obra en cafeterías. Otros se recluyen en una cabaña en la montaña. Algunos prefieren escribir a la mañana y otros a la noche. No hay un ambiente más proclive a la creatividad que otro. Lo importante es que encuentres qué es lo que te sirve a ti.
Una vez que detectes qué es lo que te despierta las ganas de escribir, trata de transformarlo en un hábito. Por ejemplo, si sabes que escuchando rock acústico logras concentrarte y fluir, cuando no tengas ganas de escribir pon tu playlist de rock acústico y comienza a escribir aunque sea “Desde hace días no tengo ganas de escribir porque…” y deja que la escritura nazca a partir de allí.
Así que el primero de los consejos para escribir cuando no tienes ganas es que construyas tu rincón creativo.
2. Vive de escribir
Tener un trabajo relacionado con la escritura te obligará a escribir todos los días y esa práctica te mantendrá activo y dentro de la zona. Además de ayudarte a practicar, te forzará a escribir aún cuando no estés de humor para hacerlo, ya que tendrás que cumplir con los plazos de entrega.
Muchos grandes escritores trabajaron como periodistas o cronistas antes de comenzar a escribir ficción. Eso no solo les permitía vivir de lo que les gustaba, sino que también les enseñó muchos trucos que luego usaron en sus ficciones.
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3. Respira. Camina.
A veces cuando estamos estancados lo único que necesitamos es reiniciar nuestro cerebro. Cierra tus ojos y respira hondo durante unos segundos. Puedes visualizarte escribiendo y cuando abras los ojos prueba sentarte a ver si las ganas de escribir volvieron.
Si eso no funciona, sal de tu casa y camina unas cuantas cuadras. Podrías llevar una libreta y una lapicera, o tu celular con alguna aplicación para tomar notas, y si mientras caminas se te ocurre alguna idea, la anotas para usarla cuando regreses a casa. Muchas de las buenas ideas surgen cuando estamos haciendo algo que no tiene ninguna relación con la escritura.
Despejarte y alejarte de la silla por un rato puede ayudar a tu cerebro a aclarar las ideas y ayudarte a retomar la escritura con más ganas.
4. Rodéate de otros escritores
Dicen que somos el promedio de las personas que nos rodean. Por eso es bueno rodearse con personas que admiramos y que pueden estimularnos a mejorar y a llegar más lejos.
Tu falta de motivación puede deberse, entre otras causas, a las personas con las que te estás juntando. ¿Tienes amigos que leen? ¿Hablas sobre escritura con alguien? ¿Alguien de tu círculo cercano disfruta escribiendo? ¿Tienes alguien con quién puedes discutir sobre lo que escribes?
Hoy es bastante fácil formar parte de una comunidad de escritores, existen cientos de grupos en las redes sociales. Si necesitas apoyo de colegas, busca y encontrarás.
5. Acepta el dolor y enfréntalo
Lo que ocurre con las falta de ganas de escribir es similar a cuando estamos tristes y no queremos hacer nada. Sabemos que si nos levantamos de la cama y nos ponemos en acción vamos a lograr cambiar el estado anímico. Sin embargo, no es fácil hacerlo… hasta que lo hacemos.
Escribir puede ser un proceso doloroso. No es fácil. Pero tú, yo y todos los que escribimos sabemos que cuando encontramos la palabra justa y terminamos una historia que queda como queríamos, sentimos que el esfuerzo valió la pena.
Entonces, acepta que el proceso será complejo y siéntate a escribir aunque no quieras. No será fácil empezar… hasta que empieces.
6. Prémiate
A veces funcionamos con estímulos gratificantes. Entonces usa lo que más te guste para motivarte a escribir. Por ejemplo, usa tu café favorito (o chocolate favorito, o vino favorito) solo para cuando estás escribiendo. Si quieres tomar o comer lo que más te gusta tendrás que escribir. Bueno, el premio no solo tiene que ser comida, puede ser leer algunas páginas del libro que estás leyendo o jugar con tu perro, o cualquier cosa que te de felicidad.
O si quieres, cada vez que termines un texto, o cada 1000 palabras escritas, te permitirás una hora libre para hacer cualquier otra cosa que te guste. Tienes que incorporar esto como una verdadera obligación, como cuando te decían que no saldrías a jugar hasta que no terminaras la tarea. Si lo logras, tendrás una gran motivación para cumplir tu trabajo.
Este sería un buen truco para combatir las redes sociales. Para nuestro cerebro es mucho más fácil mirar videos de 20 segundos y no pensar en nada que intentar crear una historia. Entonces tenemos que buscar la forma de que la falsa satisfacción de las redes no nos gane. Primero lo que te gusta de verdad y lo que tienes que hacer y después, como premio, lo que te distrae y es fácil de tener.
7. Cronómetro y escritura libre
Si te sientes frustrado con la escritura por alguna razón, uno de los consejos para escribir cuando no tienes ganas que más sirve es retomar la escritura sin intentar escribir algo grandioso. Simplemente escribe para hacer catarsis y retomar el hábito.
Pon el cronómetro en 15 o 20 minutos y comienza a escribir. Escribe sin parar y sin juzgar lo que estás escribiendo. Empieza con una frase simple, como “Hoy en el mercado vi una señora que…” o “Extraño a…”. Cualquier frase que se te ocurra sirve de disparador, y luego sigue sin frenar.
Y si lo que te tiene estancado es un texto sobre un tema particular, escribe 20 minutos sobre ese tema sin pensar demasiado. ¿No sabes qué hacer con un personaje? Escribe durante 20 minutos las distintas formas en que te gustaría matarlo.
8. Combina y repite
¿Te sirvieron los 20 minutos de escritura libre? Prémiate por haber arrancado. Haz una pausa pequeña y vuelve a comenzar.
Esta vez podrías intentar enfocar más la escritura en lo que necesitas y que no sea tan libre. De hecho, es probable que con la escritura libre hayan surgido ideas que podrían servirte para escribir sobre eso que te tenía estancado y te había sacado las ganas de escribir.
9. Bonito y prolijo
Aunque trabajes solo en casa y nadie vaya a verte, necesitas estar con la energía que tendrías en un trabajo. Así que prepárate como si tuvieras que ir a una oficina: báñate, péinate, sácate el pijama y ponte ropa bonita y cómoda.
Tu espacio también debe estar ordenado. O por lo menos eso es lo que resulta para mí. Si mi escritorio está despejado tengo menos cosas que me molestan y me distraen, entonces me siento más relajado y me puedo concentrar mejor.
Y si nada funciona, no desesperes
Hasta acá fueron los consejos para escribir cuando no tienes ganas. Tienes que saber que nadie es infalible, todos podemos pasar por momentos de desmotivación. La buena noticia es que siempre que llovió, paró. Después de un período de no escribir nada, las ganas pueden volver. Y tal vez lo hagan para escribir sobre nuevos temas, sobre cosas que te gusten más y puede que lo hagas mucho mejor que antes porque encontraste algo que realmente te apasiona y sobre el que quieres y puedes escribir todos los días.
Así que si no estás con ganas de escribir y ningún consejo te sirve, no desesperes. Solo intenta hacerlo cuando te divierta y te dé placer.
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