Es probable que hayas elegido con cuidado la ropa que usarás y las palabras que dirás durante la entrevista laboral. ¿Pero qué hay del lenguaje corporal? ¿Te habías puesto a pensar en cómo sonreír y mover los brazos puede influir en si eres contratado o no? ¡Vaya, aún hay mucho que preparar! Aquí, te contamos cuáles son los gestos que debes evitar en una entrevista de trabajo.
1. Estar encorvado
No importa si se trata de una entrevista virtual o presencial, debes cuidar tu postura. Si estás encorvado, podrías dar la impresión de que quieres desaparecer, y estar en otro lugar. Algo similar ocurre cuando te recuestas en la silla, un gesto que el gerente de recursos humanos podría interpretar con poca seriedad.
Así, es necesario que recuerdes, durante todo momento, mantener la espalda recta, con los hombros hacia atrás y la barbilla levantada.
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2. Jugar con objetos
Si comienzas a jugar con el reloj, una pulsera o un anillo, el entrevistador podría pensar que estás aburrido o impaciente, y deseas que la entrevista termine. ¡Craso error! Por fortuna, esto se puede prevenir: deja en casa cualquier joya o accesorio que te invite a realizar estos movimientos.
Así mismo, si tiendes a morderte las uñas o tocar mucho tu cabello, procura mantener las manos juntas, ya sea en un con los dedos entrelazados o en posición de oración, y llevar el cabello recogido. ¡Ten en mente que se trata de demostrar confianza!
3. Apretar objetos con fuerza
Puede que esto te calme, pero podrías dar la impresión de que estás en una situación de riesgo de la que quieres salir cuanto antes, y la verdad es que no quieres que el reclutador piense eso. Además, ¿sabías que tanta energía reprimida puede terminar en otros movimientos cuestionables? Otra razón más para no apretar objetos hasta que tus nudillos se pongan blancos. En su lugar, haz algunos gestos con las manos, pero por lo que más quieras, ¡no exageres!
4. No sonreír
Cuando sonríes le haces saber al entrevistador que estás feliz de encontrarte allí, y que te entusiasma la idea de trabajar en la empresa. Así mismo, demuestras confianza y, aunque no lo creas, este simple gesto podría ayudarte a calmar los nervios y pensar en cosas positivas. Practica con un amigo o familiar, y recuerda siempre sonreír.
5. No hacer contacto visual
No quieres parecer distraído o poco interesado en la entrevista, así que evita (¡a toda costa!) que tus ojos se paseen por la habitación, o quedarte mirando al techo o suelo en lugar de al reclutador. Es crucial que hagas contacto visual, tanto al hablar como al escuchar.
¿La razón? Esto permite desarrollar una relación inmediata con el entrevistador, además de mostrarte como una persona segura y capaz. Sigue el mismo consejo del punto anterior, practica con tus amigos hasta que te vuelvas un experto.
6. Adoptar una postura defensiva o agresiva
No quieres lucir amenazante ante el gerente de recursos humanos. De verdad que no quiere eso. Por ello, prevé cualquier gesto que pueda resultar agresivo o defensivo, ya sea cruzar los brazos sobre el pecho, inclinarte hacia adelante con fuerza o invadir el espacio personal de entrevistador (esto último en caso de ser presencial). En cambio, opta por colocar las mano en el regazo, en los brazos de la silla o cualquier otra postura que refleje calma y disposición.
7. Mover las manos con brusquedad
Estás emocionado, nervioso y puede que con algo de miedo. En estas condiciones, no es de extrañar que realices movimientos bruscos con manos y brazos, lo que puede ser mal interpretado. Intenta estabilizar tus emociones e investiga cuándo y cómo debes usar las manos en una entrevista. Siempre que sean moderados, estos gestos son una herramienta poderosa para transmitir sentimientos. Eso sí, los adecuados.
8. Gestos que debes evitar en una entrevista de trabajo: Encogerse de hombros
¿Quieres arruinar la entrevista? Haz este gesto. Indiferencia, descontento y poco interés son solo algunas de las señales que podrías enviar con este movimiento. ¿Aún queda más? Así es, encogerse de hombros también puede interpretarse como que estás mintiendo.
9. Tocarse el rostro
Hay momentos en que puede que te pique la nariz o sientas una molestia en el ojo, pero es probable que no estés así durante toda la entrevista. En lo posible, no te toques la cara, este simple gesto podría ser interpretado como que estás ocultando algo.
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Todo suma en una entrevista de trabajo, el conocimiento, la experiencia, las habilidades, el atuendo e incluso los gestos. No permitas que un mal movimiento arruine tu momento. ¡Esto es lo que debes evitar!