La toma de decisiones es un reto para muchas personas. En general, se considera normal que haya momentos en los que nos cueste actuar con determinación y premura. Sin embargo, cuando la incapacidad de decidir es demasiado recurrente, te paraliza y te hace perder oportunidades, sí resulta una conducta problemática y debes prestarle atención. Luchar contra la indecisión te liberará de miedos y creencias limitantes, con lo cual cambiará tu forma de afrontar los dilemas (complejos y sencillos) de la vida.
Hablamos de afrontar los dilemas y de luchar contra el problema, como si se tratará de una guerra, porque lo es. La batalla es contra tus inseguridades. La buena noticia es que hay formas de combatirlas. Lo fundamental es que comprendas que dejarte vencer por la indecisión, equivale a ceder el control de tu vida.
A lo mejor no te has dado cuenta de que, cuando no tomas una decisión, en realidad estás decidiendo no hacer nada. Así, permites que otros (quizás el destino) decidan por ti. Para vivir una vida plena, experimentar satisfacción y aprender a levantarte, es importante hacerte responsable y asumir tu decisiones.
¿Cómo saber si en realidad eres una persona indecisa?
Incluso a las personas más determinadas se les pueden presentar situaciones en las cuales es difícil tomar una decisión. Por eso, tomarse tiempo en seleccionar una opción, no es un rasgo determinante para clasificarte como indeciso. Tampoco lo es querer indagar antes de elegir, ni siquiera el hecho de tener que retractarte. Todo eso es normal en un proceso de toma de decisión. Entonces, ¿cómo saber si necesitas luchar contra la indecisión o si estás atravesando las dificultades propias de decidir?
Los siguientes rasgos son comunes a las personas indecisas. ¡Analiza si te identificas!
- Siempre están justificándose.
- Necesitan aprobación.
- Temen demasiado a la crítica.
- No tienen motivación.
- Sufren parálisis por análisis.
- Evaden responsabilidades.
- Temen al fracaso.
- Carecen de confianza en sí mismos.
No entres en pánico si cumples con algunas de estas peculiaridades. Recuerda que esta es una condición que puede resolverse. Si crees que en realidad la indecisión está tomando control sobre ti, lo recomendable es que busques ayuda profesional. Si por el contrario, crees que estás en capacidad de tomar control sobre la indecisión, los consejos que te daremos a continuación te serán útiles.
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Consejos para luchar contra la indecisión
Para dejar de ser una persona indecisa hay tácticas psicológicas que funcionan bien. También hay ejercicios prácticos que ayudan en el proceso. Acá un poco de ambas cosas, para darte un impulso en esta batalla.
1. Es válido equivocarse
Si equivocarse no fuera una opción, tomar decisiones no sería tan retador. Así de simple. No serás el primero, ni el último en tomar una mala decisión. Aceptar esto te quitará un peso de encima. No tienes forma de saber cuál es el camino correcto hasta que lo emprendes. Entonces, asume el riesgo.
Sin duda esto te causa mucha ansiedad, ¿no? Pues bien, para disminuir esa sensación tan incómoda, haz todo lo posible por tomar decisiones informadas. Así, incluso si son las equivocadas, podrás refugiarte en la tranquilidad de haber indagado y mitigado las posibilidades de error.
2. Acepta que debes ceder: aprende a soltar
Cuando en un dilema optas por una de las opciones, automáticamente estás cediendo las otras. Es necesario soltar para poder decidir. La clave es entender que entre todas las posibilidades escogiste la que consideraste mejor. Eso debe bastar para dejar ir todo lo que se queda atrás con las opciones que descartaste.
3. Dudar es parte de luchar contra la indecisión
Acepta que dudar es válido; es una parte normal de la toma de decisiones. Entonces, no te presiones. Tómate el tiempo para pensarlo y analizar las consecuencias de cada opción en tu dilema. Pero ojo, hay un límite. Sabrás que has llegado a él cuando reconozcas que en lugar de tomar tiempo para despejar miedos, en realidad estás posponiendo la decisión.
En ese momento, debes recordar que retrasar el proceso te agobiará, tendrá impacto negativo en tu tranquilidad y podría concluir en la inacción. ¡Sacúdete! Y lánzate al agua. Incluso si haces la elección equivocada, estarás aprendiendo, y le ganarás una batalla a tu indecisión.
4. Define tus propósitos y encuentra motivación en ellos
Sin motivación es muy difícil luchar contra la indecisión. Es simple: cuando no sientes ese impulso que te motiva, eres indiferente al curso de las cosas y, por lo tanto, no tienes interés en tomar decisiones que puedan alterarlo. En cambio, si tienes claros tus propósitos de vida y ellos te mueven a dirigir el rumbo de las cosas, estarás más dispuesto a elegir por dónde es el camino que recorrerás.
En términos prácticos, cuando tienes clara cual es tu meta, sabes que lo ideal es que todas tus decisiones apunten hacia ella. Es decir, si tu meta es vacacionar en un crucero a final de año, será más fácil decidir ahorrar que gastar dinero o elegir comprar un traje de baño en lugar de un abrigo. Aunque el ejemplo es sencillo, la misma lógica funciona para asuntos más trascendentales.
5. Trabaja en tu autoestima
Tus inseguridades son el principal enemigo a la hora de luchar contra la indecisión. Y la manera de combatirlas es fortaleciendo tu autoestima. Debes creer en tus capacidades, confiar en ti y aceptarte como eres. Esto también te ayudará a tomar mejores decisiones, ya que te orienta a optar por las cosas que en verdad se ajustan a tu personalidad, a tu estilo de vida y forma de ser.
6. Comienza con pequeñas decisiones
Vencer la indecisión cuando es momento de casarte, elegir una carrera profesional o mudarte puede ser un reto muy difícil de superar. Pero si comienzas con pequeñas cosas, puedes iniciar un proceso consciente para lograrlo. Un ejercicio que puede servirte es el siguiente: proponte tomar 10 decisiones al día, de manera espontánea. Piensa en cosas sencillas, sin mayor relevancia, ni consecuencias adversas de ningún tipo. Qué desayunar, qué película ver en Netflix, ir a mercar en la mañana y no en la tarde, son algunas ideas de lo que puedes hacer.
El ejercicio es interesante porque te ayuda a combatir algunos miedos. Por ejemplo, te mostrará que no pasa nada si elegiste una película aburrida, porque puedes cambiarla. Te enseñará que ha sido buena idea comprar en la mañana, porque hay menos gente en la tienda. Y aprenderás que ahorras tiempo si desayunas lo primero que se te ocurre, en lugar de pensarlo tanto. Además, te ayuda a generar el hábito de decidir, y eso es lo más importante.
7. Asume la responsabilidad
Esta puede ser la parte más difícil de tomar decisiones: poner la cara ante el error, aceptar que te equivocaste y asumir las consecuencias. Pero al mismo tiempo, es parte de la vida. No puedes evadir esto para siempre. Al final, si te gana la indecisión, también tendrás que asumir la responsabilidad e no haber decidido.
Sin embargo, en este punto queremos que veas el vaso medio lleno. ¿No sería muy satisfactorio asumir la responsabilidad de haber tomado una decisión que te benefició? Sabes que sí lo sería. Entonces piensa que hay la misma posibilidad de equivocarse que de acertar. Entonces, elimina esa barrera limitante y apuéstale al vaso medio lleno. Deja de pensar que las consecuencias de tus decisiones serán negativas y comienza a atraer cosas positivas.
Luchar contra la indecisión es cuestión de determinación
Aunque parezca irónico, la determinación de acabar con la indecisión es el primer paso para ponerle fin a ese rasgo de tu personalidad. Si en realidad quieres conseguir un cambio y tomar las riendas de tu vida, debes tomar la decisión de hacerlo y convencerte de que es posible.
Esto es como un acto de fe, pues no hay garantías de que aprenderás a tomar decisiones, mucho menos de que todas tus elecciones serán las acertadas, tampoco de que todo saldrá bien como lo esperabas. La única garantía es el aprendizaje y la experiencia de vivir más plenamente.
No dejes que la indecisión se torne en frustración, amargura, mediocridad o infelicidad. Deja las excusas, ponle optimismo a las cosas y disfruta tu albedrío que no es más que ser autónomo y libre. Esa es la determinación que necesitas para cambiar tu vida.
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Gracias por la publicación para mi, es una información muy acertada, idónea, felicidades por su mensaje.
¡Muchas gracias Jessica! Nos alegra saber que has encontrado útil la información. Un abrazo.