¡Que no cunda el pánico! Si tu jefe no es propenso a hacerte comentarios positivos sobre tu desempeño, no quiere decir que estés haciendo las cosas mal. De hecho, hay situaciones donde esto significa que tu superior confía lo suficiente en ti para dejarte a cargo de un proyecto en particular. Descubre cuáles son algunas de las señales de que eres bueno en el trabajo aunque tu jefe no lo diga.
1. ¡Se te asignan más tareas!
No, que estés recibiendo más tareas no quiere decir que te estén castigando. Todo lo contrario, esto podría ser una señal de que estás subiendo algunos peldaños en la escalera corporativa, ya que tu jefe confía en que puedes manejar la carga y cumplir con nuevas responsabilidades. Si continúas con el buen desempeño, ¿quién sabe?, podrías recibir muy pronto un ascenso.
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2. Recibes más feedback
¡Espera! Aunque esto resulte contradictorio, recibir comentarios frecuentes sobre tus funciones puede ser la forma en la que tu superior busca desafiar, y sacar el máximo provecho de las habilidades que has demostrado tener.
Por ello, en lugar de asumir el feedback como algo negativo, considera que puedes estar superando las expectativas. Aprovecha la crítica constructiva y enfócate en el buen rendimiento que has realizado.
3. Solicitan y valoran tu opinión
Eres bueno en el trabajo si tu opinión es una de las solicitadas durante una reunión importante. Tener un asiento en la mesa donde se toman las decisiones que dirigen el rumbo de la empresa, es una señal de que eres parte esencial del equipo y que tus ideas son valoradas.
4. Te buscan para formar parte de su círculo de contactos
En pocas palabras, el networking consiste en crear una red de contactos que compartan objetivos profesionales similares a los tuyos. Y puede que hayas intentado hacerlo sin éxito.
Sin embargo, cuando haces las cosas bien y destacas, debes estar seguro de que las conexiones se darán de forma natural. En ese sentido, si eres solicitado para compartir tu experiencia, quédate tranquilo, ya que vas camino al éxito.
5. Tu jefe depende de ti
Si tu jefe pregunta con frecuencia si puedes manejar algo por él, puede que no sean necesarios comentarios positivos o elogios, te está diciendo que eres un activo importante de la empresa. En definitiva, ser la primera persona a la que el superior acude para delegar una función es un signo inequívoco de tu valía.
6. Recibes elogios, aunque esporádicos
Cuando no recibes de forma constante elogios, sino de forma remota, es posible que te sientas un poco inseguro. Te surgen preguntas como ¿seguiré haciendo las cosas bien? ¿Será que sí cumplo con las expectativas? No te preocupes, si tuvieras un mal desempeño, ten por seguro que te lo dirán.
Suele pasar, el jefe se acostumbró a que hicieras tus labores de forma excepcional, y aunque no te lo diga, puede que piense que ya sabes que él está complacido.
7. Estás en un aprendizaje constante
Estar informado, asistir a eventos y tener conversaciones relevantes con tus colegas es sinónimo de que te encuentras en constante aprendizaje. Un recurso valioso porque demuestras que los cambios de la industria no te tomarán por sorpresa, ya que estás un paso adelante de los avances. Además, considera que sumas destrezas para mantenerte creativo.
8. Sabes organizar tus responsabilidades
Aunque no lo creas poseer la habilidad de priorizar tus tareas es muy preciado, y si lo sabes hacer es sinónimo de que eres bueno en el trabajo. Sigue planificando y organizando en función a dar primero respuestas de las actividades más importantes a las menos importantes. Si continuas así, destacarás sobre el resto.
9. Eres enviado a compromiso como representante de la empresa
Si aún dudabas de que eres bueno, esta es la prueba irrefutable de tu valor para la empresa. Enviarte como representante de la compañía a una reunión con socios, entrevista con la prensa o cualquier otro evento, demuestra que reflejas a la perfección la imagen con la que la compañía se quiere dar a conocer al mundo. Lo que, si nos preguntas, es mucho mejor que un cumplido.
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Es normal que surjan dudas sobre si tu trabajo está bien, y ante un jefe que no pueda despejar estas tribulaciones, lo mejor es analizar la situación en la que te encuentras. Si has notado algunas de estas señales, no será necesario que acudas a él para estar seguro.
