Puedes pensar que una buena formación académica es lo que hace a un diseñador gráfico grande. La verdad, no creo que nadie se atreva a discutir ese punto de vista, sin embargo, para llegar a ser exitoso se necesita algo más, solo ponte a pensar un segundo ¿qué pueden tener de común aquellos profesionales que han llegado a la cúspide, allá donde pocos logran estar?
Es posible que nosotros sepamos el secreto. Sentir el diseño gráfico en las venas, imprimir pasión en cada concepto gráfico que se crea, en otras palabras, amor por tu carrera. Por fortuna no tienes que viajar al Himalaya para encontrarlo, ese espíritu está dentro de ti. Aquí, algunos consejos para apuntar a ser un diseñador gráfico exitoso.
Nunca copies, ¡roba!
Siendo francos, nunca te daríamos un consejo como este. Pero, si te diríamos que cuando te topes con un diseño brillante, tómalo como inspiración. Inspiración, no robo, estas son dos acciones distintas.
La inspiración es el estímulo que te permite favorecer la creatividad, el plagio te estanca. Las instrucciones son las siguientes, admira, deléitate y crea algo nuevo con los elementos que más te llamaron la atención. ¿Y por qué no? Puedes sorprenderte a ti mismo si llegas a superar aquel diseño brillante.
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Emprende el duro camino de encontrar tu propio estilo
Marcar la diferencia y encontrar un estilo único con el que las personas te identifiquen, es un camino que puede tardar algunos años. Sin embargo, la clave está en la práctica, en enfocarte en descubrir y dejar tu identidad.
Tras muchos diseños, perfeccionarás y unirás técnicas, tendrás trazos que develen tu esencia y por supuesto una combinación de colores que te describan, sin alejarte de lo que el cliente quiere y siempre manteniéndote a la vanguardia.
Critica tus diseños y sé perfeccionista
Ser tu propio juez te dará la dirección correcta. Escuchar esa voz interior que dice “que tal si puedo hacerlo mejor”, “esto no se ve bien, voy a cambiarlo”. Además de pulir tu profesión, te brindará ventaja por encima de la competencia. ¡Crea como si cada diseño fuera para ti mismo!
Otra buena práctica es prestar atención a las críticas de tus clientes o colegas. No tomes tus diseños como creaciones particulares cuando se trata de sacar lo mejor de ti, autoevalúate y aprende de cada uno de ellos. Si lo haces de forma constante, te ayudará a descubrir tus debilidades para luego combatirlas.
Aprende a ser intuitivo y a escuchar al cliente
Un diseñador gráfico exitoso sabe escuchar y utiliza la intuición cuando un cliente no tiene del todo claro lo quiere. Al principio puede ser una tarea incluso frustrante, pero el tiempo te enseñará a entenderlos y a cómo saber superar sus expectativas. ¡Solo ten olfato!
Mantén actualizado tu portafolio
Es tu mejor carta de presentación. Lo primero que un cliente busca en un diseñador gráfico es su portafolio, ¿por qué? Para averiguar si tienes potencial, si ven en ti lo que necesitan para el proyecto. No creas que no hojearan cada uno de tus diseños, y no te extrañes que tomen uno de ellos y digan, ¡así, quiero algo así!
El portafolio también servirá para evaluar y descubrir cuánto has progresado, no solo es una muestra de tus mejores trabajos.
Encuentra un mentor
Aprender de un profesional que haya escalado en diseño te hará convertirte en un mejor diseñador gráfico. Si ya tienes al indicado para ti, convéncelo, enfatizando cuánto te inspira su trabajo y lo que esperas aprender de él. Recuerda que los mejores artistas de la historia, tuvieron un gran maestro que les señalara el camino. ¡Aplica también para los diseñadores!
Elige una especialidad
Elige solo uno en el universo del diseño. Ya sea web, publicitario, logotipo o editorial, debes escoger uno, con el que te sientas más apasionado. Ten presente que especializarte hará que te enfoques, en vez de apuntar a todos lados, dicha práctica no te llevará a nada. Coloca toda tu energía y concentración a una sola rama, y ¡conviértete en el mejor!
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Por último, atrévete a aceptar proyectos arriesgados, de esos que dan miedo. Soñar que ser un diseñador gráfico exitoso será sencillo es una forma muy ingenua de pensar. Se requiere de mucho esfuerzo para lograrlo. Mantente siempre en la dirección correcta, de esta forma sabrás que conseguirás lo que anhelas.
