Los asistentes virtuales son muy solicitados en el mundo laboral. Esto, dado que empresas y emprendedores descubrieron los beneficios de trabajar a distancia, y la necesidad de alguien que gestione y organice sus movimientos. Sin embargo, existen algunos mitos de trabajar como asistente virtual que podrían hacerte dudar y retrasar tus postulaciones. Aquí, vamos a desmentirlos, de modo que ¡el miedo y las dudas queden atrás!
1. No tienes tiempo para ti
Al contrario, eres dueño de tu tiempo y decides cómo manejarlo. Como cualquier trabajo freelance, ser asistente virtual depende de tu capacidad de organización y de respetar las fechas de entrega, así que puedes trabajar a tu ritmo y desde donde quieras.
Eso sí, tendrás que definir con tu jefe horarios de disponibilidad pues siempre surgen asuntos que deben resolverse inmediatamente. No obstante, podrás atenderlos desde cualquier lugar.
2. Es muy complicado
Una de las objeciones más grandes hacia los asistentes virtuales es que se considera que la comunicación es muy difícil y que entorpece el trabajo más de lo que lo ayuda. Esto es falso. Si algo aprendimos, es que la virtualidad nos da muchas ventajas y por esto mismo se han desarrollado muchas herramientas para facilitar el trabajo remoto.
Se pueden gestionar procesos en conjunto con plataformas como ClickUp, es posible crear una lista de pendientes que todos puedan consultar con herramientas como Notion y también se puede trabajar colaborativamente en documentos con Google Docs. En fin, no hay ningún impedimento para lograr un trabajo exitoso a distancia.
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3. Haces lo mismo que un secretario
Mentira. Y aclaremos, antes que nada, que el trabajo de un secretario es muy valioso. Solo es distinto. La diferencia más clara es que un secretario está en la oficina y un asistente virtual no.
Además, el tiempo que invierten es distinto, pues como mencionamos antes, un asistente virtual no cumple un horario fijo, sino que se encarga de planear y resuelve a su ritmo los asuntos del día. Un asistente virtual también debe ser proactividad para identificar en qué parte de los procesos se pueden hacer mejoras, lo cual no forma parte de las principales tareas de un secretario.
4. No ganas bien
Falso. Primero que nada, porque al ser un servicio que ofreces, tú le pones el precio. Y también porque es un trabajo que puedes compaginar con varios clientes, lo que te permite tener más de un ingreso y aprovechar tu tiempo. Esto depende de tu capacidad de organización, del tiempo que desees invertir y del sueldo que quieras tener.
5. Solo hay un tipo de asistente virtual
Otro de los mitos de trabajar como asistente virtual que es falso. Y es que imagina al virtual assistant de un cirujano plástico y al de un actor de teatro… ¿Crees que hacen las mismas actividades? La respuesta es no.
Mientras que el primero probablemente gestiona citas y responde las dudas de los pacientes (porque debe saber un poco de medicina), el segundo quizá organiza las fechas de castings y recibe los guiones de parte del equipo de escritores.
Dentro del campo de la asistencia virtual existen muchas variantes y podrás encontrar la que mejor se adapte a ti según tus intereses y tus conocimientos.
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