Si hay unos zapatos que un trabajador remoto o freelancer nunca quiere calzar son los de ser estafado. Vaya, hay que verle la cara a que después de un arduo trabajo, llegue un bribón y así porque sí, se haga de este. Primero pasamos por la etapa de botar fuego por la cabeza, luego, viene la decepción y, por último, jurarnos que esto no va a suceder otra vez. Para cumplir con esto, te mostramos 6 consejos para evitar estafas en el trabajo remoto.
1. No creas en ofertas “increíbles”
Si la oferta es demasiado buena, es probable que no sea real. En su lugar, puede ser una estafa de proporciones épicas con la que no quieres tener nada que ver. ¡En serio!
Aunque tu intuición te haya fallado algunas veces, también es cierto que te ha salvado otras tantas. Así las cosas, hazle caso si salta una alarma después de leer una de estas ofertas de empleo.
¿Quieres algunos ejemplos? Bueno, se puede tratar de un salario exagerado, beneficios increíbles, o un trabajo excepcional para personas no calificadas.
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2. ¿Poca información sobre la empresa? ¡Sal corriendo!
¿Sitio web? No. ¿Presencia en redes sociales? No. Entonces, “¡Corre, Forrest, corre!”. Otra señal para salir volando de una oferta (cof, cof… estafa) es encontrar la página web, pero que no esté claro a qué se dedica la organización. Los timadores son expertos en crear descripciones vagas.
3. ¿Encuentras advertencias sobre la empresa? Por ahí no es
Te están intentando estafar por Internet… Sí, pero este también es el mejor medio para descifrar si la oferta es una farsa. Verifica si hay una advertencia sobre la empresa en la bolsa de trabajo y, por supuesto, échale un vistazo a los comentarios negativos. Ya lo decía mi abuela: “¡Más vale prevenir que lamentar!”.
4. Huye de quienes te quieren contratar con urgencia
Si un reclutador te insiste de forma constante para que aceptes la oferta, ¡cuidado! 🚩🚩🚩 Los empleadores honrados están ocupados encargándose de su trabajo. Por ello, recibes respuestas a su tiempo, no los tienes respirándote en la nuca y susurrándote “acepta, acepta, acepta…”.
5. ¿Pagar para trabajar? ¿En qué mundo vives?
¿Por qué debería pagar para comenzar a trabajar? ¿No se supone que es al revés? Bueno, ya sabes que cualquiera que te solicite “invertir”, es un estafador. Tampoco compartas ningún tipo de información bancaria, ya sea de una cuenta o tarjeta.
6. ¡Oh, oh! El empleador tiene faltas ortográficas
Cuídate de esos supuestos empleadores que buscan “una perzona proactiba q se una al equipo”. ¡Estamos exagerando!, pero sí debes fijarte en la ortografía y gramática del reclutador. Así mismo, échale un vistazo a su correo, asegúrate de que sea de la organización, y no cuente con errores para despistar.
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En Internet, las estafas están a la orden del día, sigue nuestros consejos para evitar caer en una cuando buscas trabajo remoto. Además, ¿quieres contarnos tu experiencia? ¡Hazlo en la caja de comentarios!