¿Qué nos empuja a pensar en un aumento de sueldo? ¿Necesidad? ¿Las responsabilidades laborales superan el salario? Sea cuál sea el motivo, hay una razón que nos hace detener al momento de pedir el aumento, la posibilidad de recibir un rotundo ¡no! Hay que ser francos, este tema es un tanto estresante. Sin embargo, tener una razón válida y evaluar tu posición es suficiente para asumir el riesgo.
Para considerar esto, se debe tener en cuenta no solo los factores como tu rendimiento laboral o tu relación con el jefe, también debes pensar cuál es la situación actual de la empresa. Te develamos cuáles son los mejores escenarios para pedir un aumento.
1. A la empresa le está yendo bien
Antes de tocar la puerta de tu supervisor y pedirle ese aumento que te mereces, evalúa la situación económica y financiera de la empresa. Si esta se encuentra en una buena posición, es probable que tomen en cuenta tu solicitud y recibas una respuesta afirmativa.
El escenario cambia cuando la compañía está recortando presupuesto o apenas consigue llegar a sus metas. Así las cosas, no importa qué tan bueno sea tu rendimiento, puede que no cuenten con los medios para darte el aumento.
Eso sí, hay empresas que se preocupan por retener a los mejores talentos, y en estos casos, pueden hacer excepciones. Sin embargo, este es un factor que debes considerar antes de negociar tu salario.
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2. Tienes a tu jefe en el bolsillo
No es tarea fácil tener al jefe a tu lado. Para mantenerlo contento se requiere demostrar muchas habilidades y competencias. Si este es tu caso, la oportunidad está servida, es bastante probable que sea considerado.
Sin embargo, cuando la situación es otra, lo mejor es que aguardes hasta que halles la fórmula para que cambies la percepción que tiene sobre ti. En otras palabras, debes trabajar para convertirlo en un aliado. Si sabes que no tienes oportunidad, entonces es posible que debas considerar cambiar de trabajo, ya que tu posición ahí apunta a quedarte estancado.
3. La empresa no cuenta con un cronograma de aumentos
Hay compañías que cuentan con un cronograma de aumentos y otras que no. Asegúrate de saber a cuál de estas categorías pertenece tu lugar de trabajo, de este modo, podrás determinar si es el mejor momento para solicitar un ajuste salarial.
Por lo general, las empresas con una fecha establecida no se sientan a negociar un aumento fuera de su calendario. Por ello, averigua cuándo lo hacen y prepárate.
Ahora bien, en caso de que no lo tengan, queda de ti escoger cuándo pedir el aumento. ¡Pero ten cuidado! Algunos momentos son mejores que otros. Por ejemplo, esa época del año en la que el estrés es un poco más bajo, o cuando hayas finalizado un proyecto grande. Así mismo, asegúrate de que tu jefe se encuentre de buen humor y puedas recordar el valor que les has dado a la empresa.
4. Tu investigación salarial apunta a que sí es posible
Ya has explorado lo suficiente en otras empresas y has descubierto que el mismo cargo y responsabilidades que ocupas, tienen mejor salario. Así como también, has inspeccionado el sueldo de tus colegas, si estos resultan mejores que los tuyo y has demostrado ser un buen empleado, entonces cuentas con información útil para pedir un aumento.
Solo ten presente que si no sabes con certezas cuáles son las cifras de salario reales, lo mejor será no usar esta estrategia. Puedes tirar toda la borda, lo recomendable, en este caso, es buscar otra razón válida que demuestre que lo mereces.
5. Tus responsabilidades han aumentado
Bueno, también existe la posibilidad de que no hubo un aumento de responsabilidad, sino que estás fueron cambiadas a unas de mayor compromiso. En ambos casos, te encuentras en una buena posición para solicitar el aumento. La balanza se inclina más a que es factible que el empleador vea razonable tu postura.
Por otro lado, si tu situación no es está, en lugar de pedir un aumento, considera tocar la puerta para incrementar tus responsabilidades, así tendrás la oportunidad a que ellos evalúen tu potencial. Después de un tiempo, cuando hayas considerado que sí cumpliste con las expectativas, entonces será el momento de solicitar un incremento salarial.
6. Puedes responder a “¿Por qué te mereces un aumento?”
Recuerda que pedir un aumento se trata de una negociación. Por ello, es normal que el empleador te pregunte “¿por qué mereces un aumento?”, y debes estar preparado para darle una respuesta contundente.
Tener la documentación para probarlo es de gran ayuda. Correos con comentarios positivos, revisiones de desempeño, informes de tus últimos proyectos… Todo esto es esencial si quieres obtener una respuesta afirmativa.
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Cuando se toma la decisión de pedir un aumento y evaluar las posibilidades, también debes considerar si llegas a tener un no como respuesta. ¿Qué harás? Un plan B es la carta más inteligente que puedas tener en este caso. Siempre hay más opciones de las que uno crees, piensa en eso.