Si esto fuera una película de Hollywood, diríamos que el trabajador remoto y el freelancer son como Hallie Parker y Annie James de Juego de gemelas (1998). Aunque su apariencia es idéntica, tienen diferencias marcadas. Y es que, para empezar, Hallie vive en California, mientras que Annie en Londres.
Algo similar ocurre con el freelancer y el trabajador remoto. A pesar de que ambos pueden realizar sus labores de forma virtual, el primero trabaja por cuenta propia, mientras que el segundo es empleado de una empresa. Veamos más sobre estos términos tan populares y relevantes en la actualidad.
1. Autonomía
Como hemos visto, los freelancers no forman parte de una plantilla laboral. Pero este sí es el caso de los trabajadores remotos o teletrabajadores.
Así las cosas, los autónomos suelen trabajar por encargo, por lo que pueden tener más de un cliente a la vez. Además, se encargan de captar y fidelizar a los clientes, lo que también les da la libertad de escoger en qué proyectos trabajar y en cuáles no.
También toman decisiones sin tener que consultar con otros, lo que, dependiendo del cargo que ocupes como teletrabajador, no es posible. En este caso, debes participar en reuniones y conversar con tu equipo, ya que la mayoría de los procesos son colectivos.
Claro está que no todo es tan maravilloso como se pinta, dado que si los freelancers no consiguen clientes, es probable que se vean en un aprieto económico, algo que no suele suceder con los trabajadores remotos, ya que cuentan con un ingreso fijo.
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2. Diferencia entre trabajador remoto y freelance: Horarios
Otra diferencia entre el trabajador remoto y el freelancer reside en el horario. Los teletrabajadores cuentan con un horario fijo, ya sean que deban cumplir con unas horas diarias, semanales o mensuales.
Por su parte, los trabajadores autónomos o independientes eligen cuándo trabajar. De hecho, tienden a hacerlo contra reloj (tic-tac, tic-tac). ¿A qué nos referimos con esto? A que deben cumplir con deadlines y (¡suelen estar atormentados por estos!).
3. Proceso de contratación
Cuando se quiere contratar a un freelancer, por lo general se solicita su portafolio, se arreglan otros detalles, ¡y ya está! Sin embargo, en el caso de un teletrabajador, el proceso puede ser un poco más largo. Desde solicitar el CV, realizar algunas pruebas y la temida entrevista.
En ese sentido, hay quienes dicen que la contratación de un autónomo está más orientada a los trabajos que ha realizado, mientras que la de un trabajador remoto se enfoca más en la persona. Y esto tiene sentido, si consideramos que el teletrabajador debe interactuar en mayor medida con otros, así como integrarse con la cultura de la empresa.
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Ahora que conoces la diferencia entre el trabajador remoto y el freelancer, ¿cuál te gustaría ser? ¿Hay otras disparidades que te vengan a la mente? ¡Cuéntanos!