10 señales de que no estás destinado a ser programador

10 señales de que no estás destinado a ser programador

Tal vez pensaste que ser programador era una buena idea. Escuchaste que pagaban buenos salarios, que había mucha demanda de profesionales y decidiste intentarlo, pero después de un tiempo comenzaste a dudar de si realmente era lo que querías ser. Aquí te muestro algunas señales de no estás destinado a ser un programador.

Si al final del artículo sientes que no naciste para esto, no sientas frustración. Siempre es bueno darse cuenta a tiempo de que uno no está hecho para lo que pensaba que iba a hacer durante toda la vida y siempre hay tiempo de cambiar de carrera. Además, si habías elegido esta profesión porque te permite trabajar como freelancer o porque puedes viajar, te recuerdo que tienes muchas otras opciones que también tienen buenos ingresos y las mismas facilidades.

1. Falta de curiosidad

Esto se refiere a varios puntos. Por un lado, falta de curiosidad para entender cómo funcionan las cosas. La tecnología es compleja y requiere un entendimiento profundo para comprender el detrás de escena de lo que pasa con los códigos que estás creando. Sin esta curiosidad te vas a quedar con conocimientos superficiales.

Por otro lado, curiosidad por encontrar nuevas ideas. Si solo llevas adelante la primera idea que se te ocurre, o si siempre trabajas de la misma manera, no va a pasar mucho tiempo para que el trabajo te aburra y te estanques.

Si te sientes identificado con esto, aquí tienes la primera señal de que no estás destinado a ser un programador.

2. Te cuesta gestionar tu trabajo y tus tiempos

Si eres de los que necesita tener una persona encima para mantenerse motivado y enfocado en el trabajo, no estás destinado a ser programador. El trabajo de programación puede ser repetitivo y frustrante. Necesitarás encontrar la forma de mantenerte motivado para trabajar día a día en escribir el código que te encargaron o que tu aplicación necesita.

También necesitas tener capacidad para regular tus tiempos. Debes saber cuándo es tiempo de trabajar, descansar, acelerar el trabajo y cuándo puedes divertirte un poco. Aunque tengas un supervisor y trabajes en equipo, la parte del trabajo que te corresponda estará bajo tu administración, entonces eres el responsable de entregarlo en tiempo y en forma, encontrando los recursos necesarios para que eso ocurra.

3.Te frustras rápido ante un problema

Cuando estás escribiendo un código, cualquier error pequeño hace que el sistema no funcione y encontrar ese error puede llevar tiempo. Cada proyecto en el que tengas que trabajar va a necesitar que aprendas algo en lo que nunca habías trabajado y eso te hace sentir que nunca sabes lo suficiente. Todo el tiempo lees o escuchas hablar de un lenguaje, de un librería o un framework del que no tenías idea. La documentación está desactualizada o es confusa.

Esas son solo algunas de las cosas con las que tendrás que lidiar cada día. Y más de una vez vas a estar un día entero resolviendo un problema que no puedes entender y que al resolverlo solo mejorará una pequeñita parte de lo que estás creando, y te preguntarás ¿tanto tiempo dedicado solo para eso?

En la programación la sensación de frustración surge muy seguido, lo importante es saber cómo lidiar con ella; salir rápido de ese estado emocional, tener los recursos emocionales para seguir adelante y los técnicos para buscar soluciones.

4. Sientes impaciencia por aprender y dominar todo

Cada ser humano viene con un background de conocimientos, tiene diferentes emociones y capacidades y aprende a un ritmo personal.

El mundo de la informática es como el mar. Cuando lo miras te das cuenta que es imposible de navegarlo por completo. Es tan grande que si quieren abarcarlo todo, te sentirás abrumado. Sentirás la presión de querer ponerte al día para igualar a los que saben más que tú y eso solo te llevará a la frustración.

Por eso es importante aceptar qué es lo que sabes y disfrutar el camino del aprendizaje. Cada vez que aprendas algo disfruta de tu logro y siéntete orgulloso. Lo mismo te debería pasar cuando logras resolver un problema que te costó mucho descifrar.

5. Temes equivocarte y buscas atajos

Buscas atajos

Todos tenemos un miedo inherente a equivocarnos. Cuando ese miedo ahoga tu capacidad de exploración y tu curiosidad, está limitando tu capacidad de desarrollar un conocimiento real, el que se obtiene gracias a la experiencia y el “fracaso”.

Si te equivocas o algo no funciona, primero intenta resolverlo con tus conocimientos, con la forma en la que crees que podría solucionarse. Intenta eso antes de acudir a la opinión de un experto, un bloguero popular o un tutorial en YouTube. De lo contrario, no estarías realmente integrando un conocimiento práctico de la programación.

Necesitas desarrollar tus propias opiniones sobre lo que funciona y lo que no. Debes comprender por qué tu solución funciona y cuáles son los beneficios de aplicarla.

6. Pensamiento desorganizado y rígido

Cuando tienes un pensamiento demasiado rígido te niegas a aceptar las ideas de otros y a pedir ayuda. Entonces crees que existe una sola forma de hacer las cosas y no te das cuenta que en programación aplica el dicho “Cada maestro con su librito”, es decir, que un problema puede ser solucionado de diferentes formas. Las personas con una mentalidad cerrada también se niegan a incorporar los comentarios que reciben como feedback, y por lo tanto nunca cambian ni mejoran.

En el otro extremo están las personas con un pensamiento desorganizado, con una forma de escribir código también desorganizada. Estas personas piensan demasiado y le dan demasiadas vueltas a los cosas y no avanzan, porque se complican más de lo necesario. Es fundamental saber dar un paso atrás y ver el panorama completo. Preguntarse: ¿Cómo estoy haciendo las cosas y cómo puedo hacerlas mejor o más sencillas?

7. No eres detallista

En otras profesiones los pequeños errores no se notan, aquí el más mínimo error puede hacer que algo no funcione. Así que debes prestar atención a los detalles del código. Un coma hace una enorme diferencia en programación. Así que si no tienes ganas de tener que prestar atención a cada uno de los detalles de lo que estás haciendo, tal vez no estás destinado a ser un programador.

Pero no solo en lo que escribes debes ser detallista, sino en cómo se ve el resultado de lo que hiciste. Un div mal centrado o la combinación de colores que no contrastan debería molestarte. Si eres de los que dices: “Está bastante bien, lo dejo así” no serás exitoso, porque el cliente que paga por tu servicio sí se dará cuenta de esos detalles.

8. Prefieres horarios rígidos

El trabajo en una empresa tecnológica puede ser muy flexible, puedes trabajar en una oficina, en casa o en un sistema híbrido. Y aunque suelen manejar un horario normal de trabajo, esperan cierta flexibilidad por parte de los empleados cuando haga falta.

La mayoría de las empresas valoran el balance entre trabajo y vida personal, pero muchas veces los tiempos de entrega harán que tus planes personales se modifiquen. Si el código no está listo y se acerca la fecha de entregárselo al cliente, tendrás que trabajar horas extras hasta lograr alcanzar el objetivo. ¿Estás dispuesto a hacerlo?

También ten en cuenta que podrías trabajar para empresas que tienen empleados en diferentes partes del mundo y que para hacer coincidir los horarios de trabajo de todos, tal vez algún día te toque trabajar fuera del horario normal de trabajo de tu país.

9. No disfrutas de aprender constantemente

Por más que los programas más usados sean los mismos desde hace años, siempre surge algo nuevo que debes conocer. Ya sean nuevos lenguajes, nuevos frameworks, nuevos dispositivos o hardware, y si no quieres quedarte atrasado, tendrás que seguir estudiando constantemente. Ten en cuenta que incluso los propios lenguajes de programación van evolucionando, incluyendo nuevas librerías o cambiando la sintaxis que utilizan.

Aprender también implica investigar. Si no disfrutas investigar, es probable que no estás destinado a ser un programador. Muchas veces vas a enfrentarte a problemas para los cuáles la solución no es obvia ni está en un trabajo anterior, entonces te tocará buscar nueva información, escarbar en Google, en documentación, en YouTube, en foros, en Stack Overflow, entre otros, y deberás hacerlo hasta que en algún lado aparezca algo o alguien que tenga la solución.

10. Prefieres trabajar solo

Entre las habilidades blandas que tiene que desarrollar un programador web están la de saber crear una red de trabajo y apoyarse en una comunidad. Esto será fundamental para cuando esté atravesando un bache o encontrando dificultades, ya sea en su carrera o en un proyecto. Estas soft skills son importantes incluso para programadores experimentados, que pueden necesitar apoyarse en otros más expertos en algún tema en particular.

Esperamos que estos puntos te permitan reflexionar para saber si estás trabajando en lo que realmente quieres para tu futuro. Si después de leer esto sientes que no estás destinado a ser programador, ¡no te preocupes!, existen muchos trabajos remotos que podrían interesarte. Aquí tienes la checklist definitiva con lo que necesitas para ser un trabajador remoto.

Nicolas Bonder

Graduado en Administración en la Universidad Nacional de Córdoba en el año 2008. Después de haber trabajado en distintas industrias y distintos puestos decidió convertirse en viajero y trabajar como escritor freelance. Publicó crónicas en el Diario Hoy día Córdoba y en la revista Brando. Además, hace años tiene su propio blog de viajes y ha publicado libros de cuentos. Hace un par de años volvió a cambiar el rumbo y comenzó a estudiar programación. Lo hace de forma autodidacta, aprovechando los cursos online que ofrecen diferentes plataformas. Nicolás ve en el desarrollo web una muy buena carrera para usar toda su creatividad, hacer cosas nuevas y ayudar a los clientes desde un punto de vista diferente. Se especializó en programación Front End. Actualmente trabaja con JavaScript, React.js y Redux.

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